Página 28 del número 100, de septiembre de 2004
pg 52 10/8/04 09:27 Página 1 OPINIÓN Caslema, un referente de consenso y futuro administraciones locales, de forma que cualquier anuncio de instalación de nuevas empresas que requieran algún tipo de licencia ambiental, o empresas relacionadas con el depósito y tratamiento de residuos industriales, no digamos ya de residuos peligrosos, suscitan todo tipo de rechazos y de trabas administrativas, mucho antes de conocer a fondo el propio proyecto. CONTROL E INSPECCIÓN Mariano Arana Paredes Presidente de Caslema L a ecoindustria es relativamente novedosa en nuestra región, pero en otras comunidades autónomas, como Cataluña y el País Vasco, su desarrollo data ya de años atrás. Es obvio que este sector no goza de un buen cartel o una buena imagen en general, quizás porque todavía se tiene el concepto de que todo lo referente a empresas con algún tipo de implicación medioambiental o de generación o tratamiento de residuos es sinónimo de contaminación y de problemas de todo tipo. Actuaciones incontroladas y poco edificantes, debidas en gran medida al desamparo legislativo y a la falta de infraestructuras básicas para dar soluciones, en un pasado no muy lejano, y los diversos problemas con los que se han encontrado en nuestra comunidad autónoma determinadas industrias, por razón de su actividad empresarial, han contribuido, sin lugar a dudas, a crear un alto grado de sensibilización en la sociedad en general y en las 52 Se ha avanzado en materia normativa y en la clarificación de aspectos competenciales, también en materia de control e inspección de las empresas susceptibles de generar algún tipo de impacto sobre el medio ambiente, en forma de emisiones y residuos, entre otros aspectos. Las propias empresas han adquirido un alto grado de concienciación sobre la necesidad de dar respuesta a las exigencias legales y a la demanda de la sociedad de cuidar y proteger el entorno y hacer compatible el desarrollo industrial con la protección y mejora del entorno habitable y del medio ambiente en general. Ello requiere un importante esfuerzo de gestión, control interno e inversión, que se traduce en la práctica en la implantación de sistemas de gestión ambiental, muchos de ellos certificados, y por tanto, auditados periódicamente, inversiones en equipos y tecnología para evitar cualquier tipo de contaminación que exceda los parámetros establecidos legalmente o no permitidos, o la adecuada gestión y tratamiento de los residuos generados, por poner algunos ejemplos. Pero todo este esfuerzo no es suficien- ?Las propias empresas han adquirido un alto grado de concienciación sobre la necesidad de dar respuesta a las exigencias legales y a la demanda de la sociedad de cuidar y proteger el entorno? Nº 100 Septiembre 2004 te si no va acompañado de un ejercicio de actualización y mentalización social, de colectivos y de instituciones en el sentido de que la actividad económica y el desarrollo industrial de nuestra región, al igual que el de otras que nos han precedido y lo han conseguido, no tiene que entrar en conflicto con la protección del medio ambiente y con la calidad de vida del ciudadano, además de tener claro que ese tipo de industrias y servicios técnicos y de gestión asociados, generan riqueza y son los primeros interesados en evitar cualquier tipo de enfrentamiento. CONSENSO No obstante, queda mucho por hacer y mejorar desde la colaboración y el consenso con los agentes sociales y desde el imprescindible apoyo de las administraciones públicas, generando los mecanismos y las infraestructuras necesarias para desbloquear las aún numerosas dificultades a las que se enfrentan muchas de las empresas que precisan modernizar sus instalaciones y otras que pretenden asentarse en nuestra comunidad autónoma, así como reducir los costes derivados de la gestión de residuos que, por falta de instalaciones adecuadas y alternativas, suponen una pesada carga en la cuenta de explotación de las empresas, que se ven obligadas a trasladar los mismos a otras regiones, incidiendo directamente en su competitividad; eso cuando no supone un elemento disuasorio para llevarse la instalación industrial a otro lugar, con el consiguiente impacto en el desarrollo regional. Caslema, una asociación creada en nuestra comunidad autónoma por empresarios de los sectores de producción, gestión y asistencia técnica y de carácter medioambiental, pretende colaborar en mejorar y superar todo tipo de dificultades con las que, tanto sus empresas asociadas, como el resto de las del sector, se enfrentan día a día, y aspira a ser un referente medioambiental que promueva la cooperación entre sus asociados y potencie la relación, el debate y la toma de decisiones entre todos los sectores implicados.
