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pg.69 19/5/04 17:36 Página 1 que la motricidad a veces se ve comprometida en carreteras muy viradas si queremos agitar los 200 cv apoyando el pie en el acelerador en una marcha corta a la salida de la curva. En conjunto, el Civic R gustará a los conductores con experiencia, que aprecian una conducción con reacciones muy vivas y no simplemente a aquéllos que se conforman con una estética agresiva. Además, la ausencia de cualquier ayuda electrónica (excepto ABS) le hace más exigente. Por nas manos y sensatez, pero también permite una conducción tranquila y el uso diario de una familia, pues se trata de un coche bien concebido en cuanto a comodidad, si bien el radio de giro resulta algo grande para la circulación en ciudad. Pero si su pretensión está dirigida a un uso familiar, más vale que eche un vistazo a la amplia gama de versiones Civic donde podrá elegir algo más adecuado, porque bajo el capó del R, no lo olviden, late una pasión con mucha tradición. HONDA CIVIC R Santiago de Garnica l Honda Civic R es la versión más deportiva de la gama, afirmación que basamos no en su carrocería de tres puertas con un marcado estilo coupé, sino porque de entrada bajo el capó hay un motor atmosférico de 2 litros y cuatro cilindros, que proporciona nada menos que 200 cv. Además, todo el conjunto está trabajado para sacar el mejor provecho posible a esta mecánica: suspensiones, dirección y frenos son específicos del R y la carrocería es más rígida gracias a la adopción de refuerzos en la parte anterior y posterior. Y para poner a punto todo este conjunto se ha utilizado el legendario y exigente circuito alemán de Nurburgring . Con el Type R, el término deportivo debe ir acompañado del adjetivo radical. De entrada, la respuesta del motor es fantástica ya que empuja desde pocas vueltas gracias a un sistema de distribución variable (i-VTEC) eficaz de verdad: tenemos motor desde abajo, pero cuando la aguja pasa las 6.000 rpm, entonces se nota una patada que no para hasta el límite de 8.000. Los ingenieros de Honda saben hacer buenos motores y eso se nota mucho. Esta brillante mecánica se ha retocado hace poco aligerando el motor y adoptando una gestión electrónica más eficaz, casi de competición. El cambio de seis marchas, accionado por una palanca situada en una posición elevada ante el salpicadero, está muy bien escalonado y con unos desarrollos cortos, que es lo que pide un coche E Nº97 JUNIO 2004 69 MOTOR como el Type R. La suspensión trabaja muy bien a costa de sacrificar la comodidad, mientras que los cuatro discos de freno actúan de forma eficaz y resisten bien un uso exigente. La dirección es directa y precisa y trasmite bien las sensaciones al conductor, mientras ello, cuando se pongan ante un Type R de Honda, con sus elementos aerodinámicos, sus anchas llantas de aleación y su rojo color (en el caso del modelo de pruebas) sepan que no están frente a una mera imagen (eso queda para los amantes del tuning), sino ante una larga tradición deportiva, nacida en las carreras de motos a partir de los años cincuenta y más tarde en la competición de cuatro ruedas, ya que en los años sesenta desembarcaron en la Fórmula 1. Para sacarle provecho hacen falta bue- Una larga tradición

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