Página 63 del número 248, de enero de 2016
opi eco.qxp_maqueta consis 21/12/16 14:07 Página 2 Opinión lo sepa, es el ciudadano el que acabará pagando el rescate y no el sector bancario. Frente a estas prácticas, existen otras culturas en las que primero dan ejemplo antes de aconsejar. Ese fue en su día el caso de los directivos de IBM en EE UU que propusieron el teletrabajo como una alternativa a los despidos. Ante la presión de reducir costes de explotación, se propuso reducir costes de instalaciones ofreciendo trabajar a los empleados afectados en su casa. Incluso un alto directivo se acogió a dicho plan. Dicha sociedad trasladó eventualmente a los trabajadores durante 90 días a sus casas. La fórmula fue tan positiva que incluso muchos de ellos siguieron tiempo después trabajando desde sus hogares acudiendo dos veces por semana a oficinas periféricas o salas de reuniones en hoteles. Urge anticipar la creación de empleo Casi todos los días nos levantamos con las noticias de los problemas financieros del sistema de la Seguridad Social. Y es que en breve se deberán tomar decisiones presupuestarias para ajustar el sistema. Y volvemos con Joe, la solución es cortoplacista, un maquillaje presupuestario para demostrar que los problemas de negocio no existen, porque la contabilidad ha quedado cuadrada. Pues los problemas siguen existiendo y son derivados por la falta de ideas nuevas para anticipar en el tiempo la creación de empleo, lo que sin duda generaría una recaudación más que necesaria para dicho sistema, que es el verdadero problema, junto con la parcialidad y temporalidad de los trabajos. Considero que debemos afrontar primero conseguir cuanto antes el acceso laboral al que quiera trabajar, para luego volver a encauzar la calidad del entorno laboral. Pero para ello la reflexión debe ser tomada tanto por Administraciones Públicas como por empresarios y trabajadores, tratando no solo de utilizar vías convencionales para generar empleo sino también algunas que ya han sido utilizadas en otros países y que serían toda una evolución e innovación en nuestra sociedad. Por ejemplo, en Suecia han experimentado la reducción de jornada laboral a seis horas sin una bajada de sueldos y han demostrado incrementar la productividad de sus trabajadores. Tal vez pudiéramos pensar ofrecer a nuestros funcionarios en lugar de un ajuste salarial un ajuste temporal laboral, más tiempo y no más salario. Esto liberaría horas para poder promover nuevas plazas a las ya ofertadas. En la parte privada existe un ejemplo, en la industria Toyota en Gotemburgo, Suecia. Desde hace más de una década ya se trabaja con jornadas de seis horas, incrementándose los turnos, por tanto creándose más empleo con mejores índices de calidad de servicio y crecimientos de beneficios superiores al 25%, entre otras porque el uso de la maquinaria es más eficiente con menor coste de capital. El mensaje de nuestro gobierno es que la economía crecerá en los próximos años según sus previsiones. Entonces se me ocurre que podríamos anticipar la creación de puestos de trabajo con cargo a recaudaciones futuras del Impuesto de Sociedades vía deducciones. A nivel financiero, si a un empresario le argumentas que toda inversión que suponga una generación de puestos de trabajo le va a suponer un derecho futuro para deducirse un determinado porcentaje en los próximos cuatros años en el Impuesto de Sociedades, seguro pondrá a su director a descontar esos gastos deducibles a valor presente para saber cuánto podría invertir hoy con una determinada rentabilidad, conociendo su propia proyección de resultados empresariales futuros. El Estado comprometería ingresos fiscales futuros, pero si éstos van a ser mayores sí o sí a los actuales, ¿por qué no hacerlo? El resultado final sería una mejora en la situación económica actual y un incremento de la confianza de los inversores en nuestra economía actual y futura. Volviendo a Suecia, y sin entrar en mucho detalle, en sus planes por crear más empleo han creado un sistema de incentivos fiscales en favor del consumidor para propiciar que reparen sus electrodomésticos cuando dejen de funcionar en lugar de volver a comprar otro nuevo. Esto está permitiendo crear economías locales favoreciendo el empleo entre un colectivo que por su escasa formación tiene problemas de regresar al mercado laboral, y es que muchos puestos de trabajo se han perdido en períodos pasados por la globalización, por la deslocalización de los mismos. ¿Conseguirá esta decisión fiscal alterar de verdad los hábitos de los consumidores? Al menos merece la pena intentarlo. Cambio en las pautas de consumo Y es que hoy en día parece que se le echa toda la culpa a la globalización, aunque sí se le puede achacar prácticas que atienden más a un compromiso financiero y no tanto social, como por ejemplo la deslocalización de puestos de trabajo de una multinacional. Es una Artículo elaborado con la colaboración del Colegio de Economistas de Valladolid. realidad en este sentido, que existe una doble moral. Un ciudadano se lamenta de la globalización porque localizan los puestos de trabajo en el extranjero en contra de nuestros intereses, pero luego adquiere esos productos en lugar de comprar los nacionales. En mi experiencia laboral en el sector lácteo, este ejemplo se magnifica. El consumidor accede a ofertas por adquirir producto importado con precios inferiores, sin tener en cuenta el daño a la economía local, tanto a industrias lácteas que operan desde España como a los productores que son un verdadero motor económico del entorno rural. Sin embargo, el consumidor francés sí le preocupa y sí se mantiene fiel al consumo del producto local. La afirmación asiática de Lo que nos diferencia es lo que define lo que somos es bastante elocuente en este aspecto. Tal vez es complicado exigir al consumidor que aprecie un producto nacional en un contexto de crisis, pero sí podemos colaborar entre los agentes involucrados en el sector con el objeto de que se sienta definido con lo que nos hace diferentes frente al exterior. Si bien ya existen interprofesionales sectoriales desde hace años, no todas están siendo muy efectivas al haber algunos agentes que no dan ejemplo al no adquirir sus materias primas en el mercado nacional. Póngase de ejemplo una vez más el sector lácteo. Como ya se ha especificado, las medidas fiscales pueden impulsar el cambio en pautas de consumo, tanto de los consumidores finales como de las empresas primando aquellos que compren en el mercado nacional. Ayudas fiscales y sobre todo reflexión. Los consumidores debemos reflexionar para dar ejemplo, potenciando el consumo nacional frente al importado, ello generaría un incentivo a inversores para industrializar parte de sus procesos en nuestro país, fomentando la creación de puestos de trabajo y sostenibilidad económica. En conclusión, debemos reflexionar en serio y ser capaces de integrar en nuestros comportamientos sociales y organizacionales, nuevas pautas y directrices que, siendo éticos con nuestro entorno, vayan encaminados a sostener aquello que nos identifica y que nos interesa, y no hacer solo lo que Joe haría, que a fin de cuentas es lo convencional y tal vez por ello lo normal, sino también desarrollar matices que sean innovadores, para ganar la batalla al desempleo que al fin y al cabo es la mayor preocupación de nuestra sociedad. Nº248 Enero 2017__63