Página 85 del número 204, de mayo de 2013
84-85 opi eco mayo 19/4/13 11:30 Página 2 opinión 85 pero apenas cuenta con 35 millones de habitantes, eso sí, el último dato publicado en enero de 2013 arroja un 7% de paro. Con todo esto un país como Canadá, aparentemente sin interés para muchos, hemos visto que abre sus puertas a nuestros jóvenes, a nuestros profesionales altamente cualificados pero actualmente desempleados y también a nuestras empresas. Basta el ejemplo de una de las grandes empresas palentinas de alimentación de alta gama que en 2011 abrió su propia fábrica en la provincia canadiense de Québec permitiéndole entrar no solo en Canadá sino también en EE UU y México. A pesar de las buenas noticias que llegan de algunos países, siempre hay que analizarlo todo con cautela. Así, en 2012 Suiza decide acogerse a la cláusula de salvaguarda firmada en Bruselas junto al acuerdo por el que se comprometía a garantizar la libre circulación de personas con los países de la Unión Europea. Este as que Suiza se guardaba en la manga (en vigor desde 2002), y que hasta ahora no había necesitado utilizar, consiste en limitar durante un año el número de visados a ciudadanos de un determinado país siempre que el número de permisos concedidos en un año supere el 10% de la media anual de los tres años anteriores. En 2012 fueron ocho países de Europa del Este el objeto de la activación de esta cláusula de salvaguarda. Parecía que se abría con ello un hueco para otros países como España, ávidos de emigrar. En 2013, el Consejo Federal Suizo ya contempla aplicar esta cláusula para España, Portugal e Italia, dado el creciente número de permisos solicitados, a pesar de las reticencias de la Unión Europea a esta aplicación. Más por curiosidad que por comparación, Suiza cuenta con una superficie diez veces menor que la española, una población de casi ocho millones de habitantes y una tasa de paro en febrero de 2013 del 3,4% (un 9,6% más que en el mismo mes del año anterior), según datos de la Secretaría de Estado de Economía suiza. ¿Y si lo que encontramos fuera no es mejor? Alemania ha sonado en todas las quinielas como el país de las maravillas donde se iba a poder canalizar el creciente desempleo español. A principios de 2011 desde Alemania se informó que se necesitaban jóvenes altamente cualificados, especialmente en las áreas de telecomunicaciones, ingeniería y arquitectura. Desde entonces muchos son los titulados que han ido a Alemania y muchos también los que han encontrado un trabajo allí. A su favor, una tasa de desempleo registrado del 7,4% en febrero de 2013, según Destatis, la Oficina Federal de Estadística alemana, además, con tendencia decreciente (el empleo vivió un crecimiento interanual del 0,7%). En contra, las condiciones laborales de muchos de los 41,4 millones de alemanes empleados, no siempre acordes con la imagen que se tiene del país. Los salarios reales siguen en ?... muchos de los empleos son temporales, para algunos considerados la cara oscura del éxito alemán. Son los conocidos en España como ?minijobs? ... El objetivo era incentivar el trabajo y evitar los trabajos ilegales o no declarados. Sin embargo, parece que el uso de este tipo de contratos ha excedido su objetivo inicial y actualmente desde países como Bélgica se está viendo en estos bajos salarios una medida de competencia desleal de las empresas alemanas? muchos casos una tendencia decreciente sin un salario mínimo federal que pueda poner un límite, algo que desde los sindicatos se está reclamando abiertamente. Por otro lado, muchos de los empleos son temporales, para algunos considerados la cara oscura del éxito alemán. Son los conocidos en España como minijobs y que parece que se quieren introducir aquí. Según la Oficina Federal de Estadística (en 2011, último año de publicación del desglose del microcenso), uno de cada cuatro trabajadores por cuenta ajena en Alemania tenía un trabajo de los considerados atípicos, grupo que incluye los trabajos temporales. El origen de estos trabajos se remonta a la reforma laboral promulgada en el marco de la Comisión Hartz II en 2002 (en vigor desde abril de 2003), en la que se introdujeron los minijob, entre otras modalidades contractuales especiales. Los minijobs serían empleos de menos de 400 euros en los que el trabajador estaría exento de contribuciones sociales y se bonificaría la contribución patronal. Se permitía además que trabajadores con un contrato fijo pudieran complementarlo con uno de estos minijobs. El objetivo era incentivar el trabajo y evitar los trabajos ilegales o no declarados. Sin embargo, parece que el uso de este tipo de contratos ha excedido su objetivo inicial y actualmente desde países como Bélgica se está viendo en estos bajos salarios una medida de competencia desleal de las empresas alemanas. (Por terminar la comparativa, Alemania cuenta con aproximadamente 82 millones de habitantes y una superficie equivalente al 70% del territorio español). ?Spain is different? Aunque la situación dependerá de cada caso, creo que ?más vale lo bueno por conocer que lo malo conocido? y con eso nos tenemos que quedar, con la luz que siempre está al final del túnel, que para unos desembocará en territorio nacional y para otros más allá de nuestras fronteras, ése no ha de ser el problema. Nadie quiere pertenecer a una generación perdida y, desde mi punto de vista, muchos de los que se van no se irían si aquí obtuvieran un reconocimiento suficiente a su esfuerzo, porque, en el fondo, en España se vive muy bien, y lo sabemos. Artículo elaborado con la colaboración del Colegio de Economistas de Valladolid. Nº 204 MAY?13
