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Página 119 del número 174, de noviembre de 2010

118-120 sibaritas bulli 21/10/10 11:02 Página 2 to. Toda una suerte, créanme, porque nando sobre lo que debieron sentir los una parte del menú se basa en mariscos contemporáneos de Picasso cuando por el crudos y en algún que otro despojo. azar del destino pudieron disfrutar de Sofisticación, genialidad, creatividad, algún momento creador del genio. En las innovación y excelencia sin estridencia horas previas a la cena, yo me siento un son sólo algunas palabras que pueden poco así, totalmente predispuesta a dejardefinir la cocina de Ferran Adriá, que aunme seducir, a emocionarme y recuerdo el que muchas veces se la compara con el paseo reflexivo por la senda del filósofo a arte, el maestro asegura: ?la cocina sólo las afueras de Kyoto antes de acudir a es cocina?. En sus platos se observa el cenar al Kitcho, considerado por el propio dominio absoluto de técnicas complejas Adriá como uno de los mejores restaurancomo la liofilización, encapsulación, esfetes del mundo. rificación, deconstrucción, minimalismo El peregrinaje hasta El Bulli, la orograo el empleo del nitrógeno líquido. fía y el paisaje se asemejan al que rodea el ?Actuar sobre los sentidos como la Oráculo de Delfos y quizás en un futuro se acupuntura es lo que buscamos?, afirma acabe convirtiendo en un santuario para la Adriá en sus libros. Y les aseguro que lo cocina de vanguardia. Pinos, jazmín silveslogra porque desde el momento que tre, madreselva y un trío de cipreses empiezan a desfilar sus creaciones, el hacen las veces de columnas a la entrada goce es inmediato y todos los sentidos de El Bulli, rodeado de un jardín de estilo comienzan a funcionar en un deleite que zen. El sonido de un mar apacible y transe inicia por la vista con platos de proquilo, como un ronroneo de olas de la próporciones, colores y formas armónicos, xima Cala Montjoi, inunda el paisaje, que presentados en vajillas preciosas y diverrodea una construcción encalada en blantidas diseñadas por él mismo. El olfato co. Un gran ventanal permite ver la cocina percibe aromas reconocibles y otros nuedesde el exterior, que hierve febril en un vos para dar paso al tacto, que se diviermovimiento incesante de mandiles impolute comiendo con los dedos casi un tercio tos que se afanan en la preparación de del menú, en un juego de sensaciones platos. Ante nuestra expectación, nos invique aumenta la sensualidad y enriquece tan a pasar al interior de la misma y poder el disfrute multisensorial de texturas y así saludar a Adriá. Sorprende su humilEntrada a El Bulli, que debe su nombre al apelatidad, que se traduce en un saludo cercano vo cariñoso con el que los alemanes nombran al temperaturas. En menor medida el oído también interviene porque algunos alia una pequeña reverencia, con una leve bulldog francés. inclinación de su cabeza al estilo oriental. Detrás del maestro, que se despide con una sonrisa y un sincero apretón de manos, se sitúa una escultura de la cabeza de un toro sobre un amplio mostrador. Los comedores tienen una decoración ?Llevamos 25 años buscando los límites de la cocina?, entre rústica y clásica, un poco kitsch, que conserva elementos con esta frase Ferran Adriá resume su filosofía de vida y traornamentales de sus anteriores propietarios, como por ejemplo bajo, que se puede reforzar con otra de sus máximas: P+P= varios dibujos sobre bulldogs. Adriá ha reconocido que en su día Pasión más Presión. Algunas de sus reflexiones sobre lo quisieron reformar el restaurante, pero no pudieron al estar enclaque entiende por creatividad o por cocina de autor se recovado dentro del parque protegido del Cabo de Creus. gen en sus libros Los secretos de El Bulli o Un día en El Bulli. Adriá reconoce que la frase del cocinero del Hotel Comienza el espectáculo Negresco, de Niza, Yacques Maximin -?creatividad es no Aunque asisto acompañada a la cena, nos invitan a sentarnos copiar?- le marcó porque a partir de ese momento guardó de manera poco habitual, ambos mirando al comedor, y es que el todos los libros de cocina que había utilizado y que tanto le espectáculo es digno de ver como si se tratara de una representahabían servido e inició un nuevo camino en la cocina. Para ción teatral, donde nosotros pasamos también, como receptores, seguir la senda de la creatividad, un cocinero necesita a formar parte de la obra culinaria. Nos aconsejan no ver la carta poseer lo que Adriá denomina el paladar mental, que condel menú degustación, formado por 35 platos, hasta el final cuansiste en la capacidad para el análisis gustativo, es decir, do nos lo darán por escrito, para así mantener la sorpresa ante lo ?imaginar el sabor y la armonía de un plato tan sólo viénque vamos a comer. Eso sí, previamente en los correos electrónidolo o escuchando su nombre?. cos de confirmación de la reserva ya habíamos aclarado que no teníamos ninguna alergia alimentaria, ni aversión a ningún produc- P+P=Pasión más Presión Nº 174 Noviembre 2010

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