Página 7 del número 171, de agosto de 2010
pag6-9 8/7/10 09:16 Página 2 hectárea; Flor de Pingus, que también data de 1995 y que procede de la mezcla de varias parcelas de viñedo más joven, con una producción de 50.000 botellas; y PSI, que es la última incorporación, nacido en 2007 ?fruto de la frustración que me produce ver como cada año se arrancan más cepas viejas. Con este proyecto compro uva y ayudo a los viticultores a mantener sus viñas?, explica. De esta tercera marca elabora 100.000 botellas y quiere llegar ?sin prisa? a las 300.000. Los tres vinos de la bodega son de larga guarda. De hecho, Sisseck recomienda no consumir el Pingus antes de diez años desde su salida al mercado, ?aunque muchas veces no me hacen caso?, bromea. Hay quien puede pensar que es difícil que un vino sea rentable con tan sólo 6.000 botellas en el mercado, pero Sisseck aclara dudas y explica que Pingus, en sí mismo, ?lo es, aunque reconozco que no está optimizado, por ejemplo, por los bajos rendimientos por hectárea, ya que con el doble de rendimiento, seguiría siendo un vino excepcional. Pero estoy contento con el nivel cualitativo alcanzado?. Aunque resulte paradójico por la situación de recesión económica global, Dominio de Pingus tiene ahora más clientes que nunca. ?Tenemos toda la producción vendida de las tres marcas y para Pingus trabajamos por cupo con una cartera de poco más de veinte clientes desde los inicios. Para dar entrada a nuevos compradores, hay que dar menos vino a los antiguos, y eso a veces no es fácil?. La bodega expor ta a más de 30 países y sólo un 10% de sus vinos se queda en España. ?Es un error tener un mercado que absorba mucha parte de la producción?, opina Sisseck. Respecto a los 99 puntos otorgados por Parker al Pingus 2007, el mejor puntuado en España por el gurú estadounidense en 2010, el bodeguero explica que esa añada fue ?muy difícil, así que esta distinción viene a constatar que hemos logrado hacer un gran vino en un mal año. Estas puntuaciones también te obligan a trabajar cada vez en un vino mejor?. Es aquí donde el enólogo habla de su laboratorio, asomado al Duero en una vivienda de Quintanilla de Onésimo. ?Ninguna bodega con nuestro nivel de producción posee un laboratorio así?, asegura, al tiempo que añade: ?estamos investigando mucho?. Otros proyectos Sisseck nació en Copenhague en 1962. Su familia era propietaria de fincas en Burdeos y allí aprendió el oficio. Este enólogo e ingeniero agrónomo, al margen de Dominio de Pingus, trabaja en varios proyectos, por algo se considera una persona inquieta. Hacienda Monasterio es la iniciativa que le trajo a España en 1990 y de la que más orgulloso se siente, como él mismo asegura. Se incorporó como responsable del viñedo enviado por Nº 171 Agosto 2010 El bodeguero danés Peter Sisseck en el moderno laboratorio de la bodega.
