Página 39 del número 137, de octubre de 2007
PG38-39 20/9/07 14:59 Página 2 De izquierda a derecha, Juan Ignacio Cancio Gallardo, Ángel Cancio Gallardo, Fernando Cancio Mucientes y Luis Cancio Gallardo, directivos de Muebles Cancio. nuevo producto como en su industrialización?, explica Cancio Gallardo. De hecho, comenzará a producir en próximas fechas un producto ?muy innovador por su capacidad de resolver problemas de amueblamiento en espacios imposibles? que les permitirá incrementar su cifra de negocio en un 25%. La compañía invirtió un millón de euros en 2006 en la robotización de sus líneas de barnizado y su adaptación a la normativa medioambiental. Asimismo, también ha apostado por el uso de la informática en sus procesos productivos y en el desarrollo de proyectos de I+D+i con el respaldo de Cidaut y del Centro de Innovación en Movilidad dentro del programa Adecualnova. La facturación del Grupo Cancio, que agrupa a la firma matriz y a dos empresas centradas en la distribución comercial de diferentes tipos de muebles, representando en exclusiva para España a marcas líderes del sector en Europa, alcanzó los doce millones de euros al cierre del pasado ejercicio. Actualmente cuenta con más de 3.000 clientes en España y exporta el 23% de su producción a países como Francia, Portugal, Grecia, Lituania, Polonia y México. De Madrid a Villalba de los Alcores La actividad del Grupo Cancio se desarrolló en sus primeros años en unos pequeños talleres dentro del casco urbano de Madrid, pero con el paso del tiempo fue adquiriendo dimensión y en 1963 el fundador se vio obligado a cambiar de ubicación para poder seguir creciendo. Fue entonces cuando Gregorio Cancio desechó la posibilidad de implantarse en una zona industrial próxima a la capital de España y decidió trasladar la actividad a su pueblo natal, Villalba de los Alcores (Valladolid) donde actualmente tiene su sede la firma, y arrastró con él a toda la plantilla que trabajaba en su taller. En 1966 se incorporó al negocio su primogénito, Luis Miguel y en la década de los 70 sus otros dos hijos, Ángel y Juan Ignacio. El fundador, carpintero y ebanista de profesión, vio premiada su capacidad inventiva en 1958, cuando obtuvo la Medalla de Plata en el Salón Internacional de Inventores de Bruselas (Bélgica) por un innovador pupitre fabricado en madera, un espíritu que trasladó al resto de productos industriales de madera destinados a la cocina y que permitieron el despegue de la compañía, que en 1973 ya contaba con 25 empleados. En 2007, su hijo Ángel ha recibido el premio Cecale de Oro por la provincia de Valladolid. Nº 137 Octubre 2007
