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Cuándo

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pg88-91 2ª versión 21/3/07 10:33 Página 4 Pero también se puede afirmar que el emprendedor se hace, en la medida en que ha de adquirir los conocimientos necesarios para hacer sus sueños realidad. Y estos conocimientos, con un mínimo de iniciativa emprendedora, pueden dar lugar a un buen empresario, quizás no tanto un líder carismático, sino un trabajador tenaz, capaz de sacar adelante su proyecto mediante el esfuerzo, y el reconocimiento de sus clientes, proveedores, y colaboradores próximos. Estaríamos ante un caso de emprendedor profesional. Es poco frecuente, que ambos perfiles, concurran, en la misma persona, en las dosis suficientes como para hacer un gran empresario. Por eso suele ser frecuente la conjunción de ambos, dando lugar a asociaciones de varias personas que constituyen y dirigen una empresa, cualquiera que sea su forma legal. En definitiva, la diferencia fundamental del emprendedor respecto a cualquier otro trabajador es que al poner en marcha su proyecto empresarial, el emprendedor busca trabajo, no empleo. Es decir, pretende desarrollar una actividad que le satisface, que le proporciona un medio de vida, al tiempo que le permite su realización personal, y asumiendo continuamente el riesgo del fracaso quizás para volver a empezar. Objetivo común S P: ¿Cree que Castilla y León puede mantener las tasas de crecimiento registradas en los últimos años a partir de este ejercicio, en el que descienden los fondos de la UE al dejar de ser una región Objetivo 1? S R: No cabe duda de que nos encontramos ante un gran reto, una vez que hemos abandonado el grupo de las regiones más pobres de la UE. Según los últimos datos publicados por Eurostat, en el período 2000-04 Castilla y León se ha aproximado a la UE de los 27 al pasar del 87,5% al 94,95 del PIB per cápita en términos de poder de compra, somos la segunda comunidad española que más convergió y superamos en 3,4 puntos a la media española en este crecimiento. Esta evolución demuestra que hemos sabido aprovechar los fondos comunitarios con eficacia, pero ahora se nos abre un incierto escenario donde tenemos que abordar de nuevo un histórico reto para no perder el ritmo de crecimiento de nuestra economía. Eso sólo se podrá conseguir si todos nos marcamos unos objetivos comunes, y cuando digo todos, quiero decir los políticos, los empresarios, los sindicatos y toda la sociedad civil. S P: ¿A qué objetivos se refiere? Nº 131 Abril 2007 S R: Pues, entre otros aspectos, a un cambio de mentalidad. Ahora debemos de estar más atentos a la UE, que ya no nos va a destinar ayudas mediante fondos programados, sino que ahora tenemos que ir a Bruselas para captar proyectos, sobre todo destinados a la I+D+i. Tenemos que ser capaces de captar esos recursos mediante iniciativas atractivas, porque estamos en competencia con el resto de los Estados de la UE. Un ejemplo de esa línea de actuación son los acuerdos en el marco del Diálogo Social. Convergencia S P: Pese a nuestra convergencia con la UE, ¿a su juicio cuáles son las principales debilidades de nuestra economía? S R: En línea con lo anterior, hay que hacer un mayor esfuerzo inversor en I+D+i, porque ya no somos competitivos en costes salariales frente a los países del Este o de Asia. Debemos apostar por desarrollos tecnológicos que nos diferencien de nuestra competencia. Por otro lado, seguimos con el problema de la población, que es envejecida y que no crece al ritmo esperado, aunque esta situación está cambiando por la llegada de inmigrantes. Tampoco podemos olvidar las zonas rurales, donde desde luego el proceso de convergencia apenas se ha dado. Nos encontramos en una región muy extensa y con una dispersión poblacional, por lo que las zonas periféricas corren el riesgo de quedar excluidas del avance económico. También seguimos teniendo un déficit de infraestructuras en algunas provincias, mientras que en otras, como el caso de Valladolid, el reto es saber aprovechar la puesta en marcha de las nuevas, como el Tren de Alta Velocidad, que puede ser una excelente herramienta para atraer inversión, pero también para perderla si no somos suficientemente atractivos para la iniciativa privada, teniendo en cuenta que esa vía férrea nos pone a menos de hora del principal motor económico de España, que es Madrid. S P: ¿Y los retos de las empresas? S R: En distintos foros ya se ha señalado que hay que mantener la apuesta por la innovación, las exportaciones y la internacionalización, el aumento de dimensión, la formación o la calidad. Nuestra región debe saber aprovechar el potencial de sectores no deslocalizables, como casi todo el sector agroalimentario y el turismo de interior basado en la riqueza patrimonial, e incorporar otros sectores emergentes, como la biotecnología, la aeronáutica, la industria del español o el energético.

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