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Cuándo

Página 49 del número 116, de enero de 2005

Más poder para el Gran Jefe Nada que ver este Grand Cherokee con sus antecesores del mismo nombre y, sin embargo, basta una mirada a su carrocería o a su calandra de siete barras verticales y nadie dudará de que estamos ante un Jeep de pura raza. Estéticamente, destaca por sus grandes pasos de rueda y su alta cintura de carrocería, que le dan un aire musculado. La carrocería de tipo monocasco es 14 centímetros más larga que el anterior modelo, alcanzando los 4,75 metros de longitud, gana en anchura un centímetro (mide ahora 1,87 m.) y la altura disminuye en dos centímetros (1,79 m.). La distancia entre ejes se alarga nueve centímetros, por lo que los pasajeros de las plazas traseras disfrutan de más espacio para sus piernas. Ya que hablamos del interior, cabe resaltar varios aspectos. El primero es que es muy ancho, lo que permite viajar a tres personas en el asiento trasero sin problemas. El segundo es que se han endurecido los asientos, lo que con el paso de los kilómetros resulta más cómodo. El tercero es sobre la posición de conducción: si bien el volante sólo es ajustable en altura, pero no longitudinalmente, no hay problema en la versión más alta, el Limited, pues los pedales se regulan longitudinalmente de forma eléctrica mediante un botón en la consola. Pero es en el aspecto técnico donde se marcan las grandes diferencias. Adiós al anticuado eje delantero rígido, que ha dejado paso a una suspensión independiente que transforma su comportamiento sobre el asfalto haciéndolo mucho más fiable y preciso en las trazadas de las curvas, algo a lo que coopera la dirección de cremallera en lugar de la de recirculación de bolas. Incorpora también control de estabilidad con función antivuelco, que se desconecta manualmente o al meter la reductora. Mejora en asfalto y sin perder cualidades en el campo, porque el Grand Cherokee es fiel a sus genes. Su sistema de tracción Quadra Drive II de tipo integral permanente reparte la fuerza del motor a las ruedas que tienen adherencia, incluso aunque sea sólo una, como comprobamos en una prueba extrema en terreno accidentado. En condiciones normales, las ruedas delanteras disponen de un 48% de la fuerza que empuja el coche y las traseras un 52%. Cuenta con el sistema ELSD conformado por tres diferenciales situados uno delante, otro en el centro y otro detrás, de deslizamiento limitado electrónica- mente y una reductora que se activa eléctricamente al levantar un pequeño tirador en la consola central. El programa del diferencial es capaz de reconocer las situaciones en las que previsiblemente pueden producirse pérdidas de tracción, como una fuerte arrancada desde parado, y se anticipa a ellas. En cuanto a mecánicas, podemos elegir entre dos de gasolina de ocho cilindros en V: con 4,7 l de cilindrada y 231 CV, y otro con 5,7 l y 326 CV. Pero también disponemos de un diésel 3 litros de seis cilindros en V de Mercedes Benz, que no es otro que el utilizado por el ML de la casa de la estrella, con 218 cv acoplado a un cambio automático. Pero tan importante o más que los caballos es que este motor dispone de un magnífico par de 510 Nm, que nos permite en el campo, con sólo ir acariciando el acelerador, afrontar cualquier desnivel. Qué sensación de poder controlado tan agradable, sin duda el poder de un Gran Jefe que sigue manteniendo su aureola en la tribu de los off road y que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, donde los amantes de los 4x4 hacen la mayoría de sus recorridos por asfalto. MOTOR JEEP GRAND CHEROKEE 3.0 CRD Santiago de Garnica Nº 116 Enero 2006 49

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