Página 7 del número 112, de septiembre de 2005
las vendimias y de la elaboración de las cosechas: ?los dos formamos un equipo, ella aporta la innovación y yo la tradición?. Su agenda constata su frenética actividad, puesto que EE UU, México y Rusia se encuentran como próximos destinos. Su fortaleza física le permite afrontar este maratoniano calendario. ?El vino es salud. Yo nunca he tomado ni una aspirina y bebo una botella diaria?, precisa. No en vano, la palabra trabajo es una constante en su discurso. EMPRESARIO HECHO A SÍ MISMO La historia de Alejandro Fernández es la del empresario hecho a sí mismo. A pesar de que su relación con el mundo del vino le viene desde la niñez, puesto que sus padres poseían pequeños viñedos con los que elaboraban caldos, antes de fundar su primera bodega trabajó como agricultor hasta los 16 años y posteriormente ejerció como carpintero. En su mente siempre mantuvo viva la esperanza Bodegas y Viñedos Fernández Rivera, en Vadillo de la Guareña (Zamora). de hacer dinero con su trabajo para poder dedicarse algún día a su gran pasión, la elaboración de vinos de calidad. Y lo consiguió. Su carácter innovador le empujó al negocio de la maquinaria agrícola, en el que posee tres patentes. Esta actividad le permitió reunir sus primeros ahorros, que dedicó a comprar tierras y plantar viñedos. En 1972 constituyó la bodega y tres años después vio la luz el primer Tinto Pesquera. En su pueblo natal, con 220 hectáreas de viñedo elabora sus Tinto Pesquera Crianza, Reserva y Gran Reserva, que fueron decisivos para el espectacular despegue de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Sin Alejandro y un reducido grupo de bodegas, no se entendería el fenómeno ribereño. Sólo en las cosechas excepcionales produce un número muy limitado de Janus, tal vez la joya de la corona que únicamente ha elaborado en cuatro añadas, aunque reconoce que entre sus vinos no tiene preferencias y que todos ellos son ?mis hijos?. Años más tarde, en 1987, crea Condado de Haza, su primera bodega en el campo rodeada de viñedos al estilo de los châteaux franceses, en Roa (Burgos), dentro de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Condado de Haza Crianza y Reserva son los dos vinos que elabora en las 200 hectáreas de viñedo. La primera cosecha que se comercializó a plena escala fue la de 1994. Esta bodega también cuenta con una perla, llamada Alenza, un vino que guarda la tradición, al conservar los métodos antiguos de elaboración. Tuvo que pasar más de una década desde su llegada a Roa para que Alejandro Fernández se embarcase en la aventura de constituir nuevas bodegas, en este caso fuera de su tierra. En 1998 compró Nº 112 Septiembre 2005 7
