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Página 8 del número 112, de septiembre de 2005

EN PORTADA una finca en Vadillo de la Guareña (Zamora), antigua bodega y ganadería de reses bravas de más de 800 hectáreas, de las que 110 se han plantado de viñedos para elaborar un único tipo de vino, denominado Dehesa La Granja, que pasa 24 meses en barricas de roble y uno más en botella. Este proyecto, cuyo nombre es Bodegas y Viñedos Fernández Rivera, merece una mención especial por las peculiares características de la bodega, que es una construcción centenaria con 4.500 metros cuadrados de galerías subterráneas de 320 años, visitadas en más de una ocasión por el monarca Alfonso XII, según cuenta el propio Fernández. Las condiciones de esta red de galerías provocan una lenta evolución de los vinos. El empresario de Pesquera no quiso entrar en la Denominación de Origen Toro, ?ya que los vinos que aquí elaboramos tienen unas características diferentes a los toresanos?. Éxito en EEUU EE UU es uno de los países donde los vinos de Alejandro Fernández gozan de una mayor aceptación, ya que pueden encontrarse caldos de sus bodegas en todos los Estados del país. Otros dos mercados consolidados son México y Europa, especialmente Alemania. Asia no queda indiferente y también se ha rendido ante estos caldos. Japón, Corea del Sur y China representan los principales ejemplos. Uno de los destinos con más potencial, en el que el bodeguero tiene depositadas grandes esperanzas, es Rusia. En cualquier caso, buena parte de los vinos de sus bodegas se dedican a la exportación, desde el 40% de Dehesa La Granja pasando por el 30% de Tinto Pesquera y Condado de Haza, hasta el 15% de El las largas estancias en barrica, en su mayoría de roble americano, ?porque le va mejor a mis vinos?, señala su creador. LA RECETA PARA TRIUNFAR La receta del éxito, según apunta el propio Alejandro Fernández, ?es la elaboración de un tinto grueso, pero elegante y fino, como hacían mis padres y mis abuelos, hecho por el que sufrí muchas críticas, pero cuyas características todos acabaron copiando, incluso en La Rioja. Siempre me he mantenido fiel a mi estilo, si no, nunca habría llegado hasta aquí?, al tiempo que añade que le hubiese gustado desarrollar otros proyectos. No en vano, no descarta la implantación en otras zonas con nuevas bodegas, aunque reconoce que su prioridad es consolidar los proyectos en marcha en los que le restan muchas cosas por hacer. ?Me gustaría crear una bodega en Extremadura?, EN CASTILLA-LA MANCHA Una vez consolidados los proyectos anteriores, el bodeguero colmó otra de sus grandes aspiraciones, la de crear un vino en Castilla-La Mancha. ?Cuando viajaba a esa zona para vender maquinaria agrícola, antes de entrar en el mundo del vino, ya pensaba que algún día haría un gran vino en aquellas tierras?, explica. Su admiración por esta comarca vitivinícola y sus viñedos queda reflejada en la contraetiqueta de las botellas de El Vínculo, nombre de los vinos y de la propia bodega, en honor a la que sus antepasados poseían en Pesquera de Duero, del mismo nombre. El proyecto de Alejandro Fernández en Campo de Criptana (Ciudad Real) tiene un alto componente sentimental, como él mismo reconoce. En cualquier caso, la llegada del bodeguero vallisoletano a tierras manchegas hace más de un lustro representó una revolución, que ha contribuido a modificar los procesos de elaboración y a relanzar esta Denominación de Origen, otrora denostada. Bajo la marca de El Vínculo se comercializan crianzas y reservas, de 16 y 24 meses de barrica de roble, respectivamente. Además, la última cosecha ha alcanzado unas cotas de calidad tan altas que los vinos llevarán el calificativo de Cosecha Especial 2004. A pesar de poseer diferentes características, sus vinos tienen denominadores comunes, como son la fidelidad de Alejandro Fernández a la uva tempranillo y 8 El Grupo Pesquera cuenta con una produc ción anual de dos millones de botellas y controla 500 hectá reas de viñedo. Vínculo. Alejandro Fernández admite que vender es la tarea más complicada en este sector y que sus nuevos caldos zamoranos y castellano-manchegos se han beneficiado de la imagen que ya poseían sus vinos de la Ribera del Duero y del sello característico que los imprime su creador. ?Los vinos de Dehesa La Granja se venden por la imagen que ya tiene Pesquera y sin ese respaldo hubiese costado mucho más su introducción en los mercados?, señala. Respecto a la gran competencia a nivel mundial, el bodeguero lo tiene claro: ?el mundo es muy grande y, si se trabaja mucho y con un buen vino, se vende?. Nº 112 Septiembre 2005 precisa. Otro aspecto determinante en el reconocimiento obtenido por sus vinos es, a juicio de Fernández, el haber mantenido una buena relación calidad-precio a lo largo de los años. En este sentido, relata que en una ocasión Robert Parker, -reconocido como el crítico más influyente en el mundo del vino?me felicitó porque mantenía el precio a pesar de las excelentes críticas que me habrían permitido incrementarlo notablemente y, sin embargo, mis vinos de 20 euros compiten en calidad con otros de 300 euros?. Otros de sus vinos, como el Milenium 96 y el Janus 96, han dado la vuelta al mundo y tutean a caldos como alguno de los legendarios franceses.

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