Página 57 del número 110, de julio de 2005
Un todocamino deportivo Podría ser un prototipo de salón por su espectacular diseño, pero el Nissan Murano es un coche de calle, un Sport Utility Vehicle (todocamino). Cuando nos sentamos a su volante podemos adaptar con sólo tocar unos botones tanto la posición del asiento como la del volante y también la de los pedales de freno y acelerador. Frente a nosotros, el salpicadero con la instrumentación original, pero realizada en un plástico duro de no muy buen efecto. En cambio, resulta muy práctica la pantalla del navegador, en la que al meter la marcha atrás aparece la imagen del espacio posterior. Y si delante es cómodo para el conductor y su acompañante, en las plazas posteriores también se cuida a sus ocupantes, que pueden regular los respaldos de forma independiente. Son las ventajas de contar con una gran anchura de vías y una gran distancia entre ejes, factores que también influyen en el comportamiento. Además, el maletero es de un buen tamaño. El Murano cuenta con el motor de seis cilindros en V del deportivo Nissan 350 Z, pero con la potencia reducida hasta los 245 cv para ganar respuesta en bajas. Esta mecánica va acoplada a un fantástico cambio CVT de variador continuo gracias al cual el motor siempre está trabajando a su régimen óptimo y además no hay los saltos entre marcha y marcha de un cambio automático convencional. Igualmente, se puede utilizar como cambio secuencial, con seis marchas lo que vendrá muy bien a la hora de hacer una conducción más dinámica. En cuanto a la tracción, normalmente es delantera y cuando las ruedas motrices empiezan a perder adherencia, la fuerza del motor va pasando a las posteriores. Si lo deseamos, podemos bloquearlo en 4x4 permanente, con tocar el botón de Lock. En ciudad, a pesar de su tamaño (mide 4,77 metros de largo y 1,88), se maneja con cierta facilidad. Pero su espacio natural es la carretera o más bien las grandes autovías en las que va muy asentado. Afrontar grandes viajes con el Murano es una delicia pues la suavidad, silencio de marcha, visibilidad y facilidad de conducción evitan que nos cansemos. Por los caminos es cómodo, con unas suspensiones que absorben perfectamente las irregularidades. El sistema de tracción actúa bien, pero los neumáticos son para el asfalto, lo que nos limita para desenvolvernos en zonas de todoterreno puro y duro. A la hora de dar cifras sobre este Murano nacido en los Estados Unidos -su mercado natural pero adaptado a las mayores exigencias del usuario europeo-, cabe señalar su consumo de 15 litros de media a los cien kilómetros a lo largo de la prueba, su velocidad máxima de 200 km/h, o lo que es más interesante, su aceleración de 0 a 100 km/h en 9,1 segundos. Y, finalmente su precio de 48.300 euros, bastante competitivo si tenemos en cuenta el de sus rivales naturales. MOTOR Nissan Murano Santiago Garnica Nº 110 Julio 2005 57