Página 13 del número 106, de marzo de 2005
SISTEMA FINANCIERO Además, la entidad financiera ha gestionado un 17% más de seguros que en el año 2003. El director general de la entidad de ahorro, José Ignacio Lagartos, destacó que la tranquilidad que ha vivido la caja con sede en León en los últimos meses ha favorecido los resultados. ?Nuestros empleados sabían lo importante que era que la cifra de negocio creciera", manifestó Ignacio Lagartos. Lagartos consideró que se han cumplido los objetivos fijados para 2004 y destacó la buena sintonía que existe entre la entidad financiera y las empresas y también con los particulares, lo que se traduce en un incremento de los créditos tanto hipotecarios como personales, ?y así vamos a continuar porque la Caja debe de estar al lado de las empresas?. El control de riesgos y la gestión del balance han hecho posible que los aumentos de la inversión sean compatibles con un mantenimiento de los ratios de calidad de riesgo. La tasa de morosidad se sitúa en el 0,76%, mientras que la tasa de cobertura roza ya el 300%. La productividad ha mejorado en Caja España en 2004. El número de empleados se incrementó un 2,6% frente a un importante alza de la actividad (20,9% los créditos y 11,9% los recursos de clientes). Los recursos por oficina aumentaron un 11,4% y los de recursos por empleado, un 9,6%. El director general adjunto de Caja España, Javier Ajenjo, recalcó que los resultados se han debido a la nueva estrategia diseñada en el pasado ejercicio, basada en un organigrama ?que, aunque resultó controvertido al principio, pretendía descentralizar la toma de decisiones tanto en riesgos por límites como en condiciones?. Un plan que funciona Hace poco más de un año que José Ignacio Lagartos dio a conocer, como nuevo director general de Caja España, su estrategia a los medios de comunicación, plasmada en el Plan 100 Días. La entidad de ahorro, que es la de mayor tamaño de la región y la décima de España, no atravesaba por sus mejores momentos. Las luchas políticas, los nombramientos frustrados para la dirección general y la salida forzada del anterior presidente terminaron por dañar su evolución al cerrar 2003 con una caída del 16% en su beneficio neto, además de registrar unos pésimos márgenes. Un año después, Caja España vuelve a tener la maquinaria engrasada y demuestra que puede ejecutar una gestión eficaz cuando a sus profesionales se les deja trabajar en paz y con unas directrices claras. Lagartos, con el apoyo del Consejo de Administración, aplica con éxito una fórmula basada, entre otros aspectos, en la dinamización de las acciones comerciales; la revitalización del plan de expansión de la red de oficinas; la potenciación del negocio en pymes, profesionales liberales y grandes clientes; la descentralización de decisiones; la optimización de costes; una nueva organización de los recursos humanos; y la creación de unidades de negocio en León, Valladolid y Madrid para incrementar su presencia sobre todo en estos dos últimos mercados. Los números, de momento, avalan su plan. Nº 106 Marzo 2005 13
