Página 94 del número 100, de septiembre de 2004
pg.134-135 10/8/04 11:40 Página 1 NOTICIAS DE UNA ÉPOCA 2002 Bienvenido, Mr. Euro El 1 de enero de 2002 fue una de las fechas clave de la historia económica de Europa. La entrada en vigor del euro, la moneda única comunitaria, constituía para las empresas castellanas y leonesas el acceso a un mercado de más de 300 millones de consumidores, marcado por la transparencia de precios. Apenas han pasado tres años desde su implantación y las referencias a la peseta se van perdiendo, al tiempo que asimilamos los cambios derivados de la llegada del euro, que ya forma parte de nuestras vidas. Para facilitar la introducción de la nueva divisa, hubo un período transitorio en el que convivieron ambas monedas, pero desde mediados de 2002 los españoles tuvimos que dejar aparcadas las pesetas y empezar a calcular en euros, con céntimos incluidos, tal como hacían nuestros abuelos. Las infraestructuras pasan del papel a la realidad Castilla y León recibirá hasta 2010 la mayor inversión de su historia -18.000 millones de euros según los planes establecidos por las administraciones- para solventar una deuda histórica, como son sus deficientes comunicaciones. La dinamización del cuadrante noroeste español ha convertido a nuestra región en eje fundamental por el que atraviesan buena parte de los proyectos de construcción de líneas férreas de alta velocidad y de carreteras de alta capacidad. De cumplirse los plazos previstos, Castilla y León contará con unas modernas comunicaciones que dinamizarán su desarrollo y facilitarán el transporte de viajeros y mercancías. Entre las principales cifras, destacan la creación de 28.000 empleos anuales, de los que 5.000 134 serán fijos; la construcción de 1.275 kilómetros de autovías por parte del Estado y de 219 kilómetros de autopistas; mientras que la Junta prevé duplicar los 7.000 kilómetros de la red autonómica de carreteras. En 2002, ya se habían iniciado la obras en más del 70% del TAV en el tramo MadridValladolid. Salamanca aumentó su oferta hotelera para atender la demanda como Ciudad Europea de la Cultura. Salamanca, Ciudad Europea de la Cultura Salamanca vivió en 2002 un año muy especial al ser nombrada, junto a la belga Brujas, Ciudad Europea de la Cultura. Desde su designación en 1998, todo un complejo engranaje se puso en marcha para afrontar el reto y aprovechar el tirón de esa capitalidad cultural en la modernización de infraestructuras y servicios. Casi una treintena de empresas regionales y nacionales respaldaron el proyecto a través de acuerdos de patrocinio y colaboración, un capítulo sin duda indispensable para potenciar los eventos y actividades. El sector hotelero fue quizá el que experimentó mayor transformación, ya que la iniciativa privada destinó una inversión superior a los 60 millones de euros para duplicar el número de plazas hasta las 8.000. Además, para incentivar el apoyo empresarial a la capitalidad cultural de la ciudad del Tormes, el Gobierno central aprobó una serie de ventajas fiscales. Nº 100 Septiembre 2004 Aprobada la Ley regional de Cooperativas Tras cuatro años de trabajo, las cooperativas de Castilla y León conseguían su propia Ley tras su aprobación en las Cortes Regionales. Este impulso a la economía social estaba respaldado, además, por el anuncio por parte de la Junta de ayudas y subvenciones para este sector y por la creación del Servicio de Economía Social dentro de la Viceconsejería de Trabajo. Tanto para los responsables de la Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado de Castilla y León (FCTACYL), como para los dirigentes de la Unión de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (URCACYL), la Ley flexibilizaba el funcionamiento de las cooperativas y permitía una gestión más ágil de las mismas. Ya en aquella fecha, el sector cooperativo representaba el 4% del PIB regional, con cerca de 1.400 cooperativas, 96.000 socios y una plantilla superior a los 10.000 trabajadores. Los trabajadores de Michelin y Renault, accionistas de sus empresas Nadie más implicado en el desarrollo de una empresa que un empleado que sea accionista de la misma. Renault y Michelin, las dos mayores multinacionales implantadas en Castilla y León, convirtieron a numerosos trabajadores en propietarios de la empresa en dos operaciones ejecutadas en 2002. En el caso de Michelin, el 74% de sus trabajadores en España -de los que 4.000 pertenecen a sus centros ubicados en nuestra comunidad autónoma- se convirtieron en accionistas al suscribir la ampliación de capital. Por su parte y casi al mismo tiempo, la marca del rombo anunciaba la oferta de suscripción de 3,3 millones de acciones procedentes de la reducción de la participación del Estado francés en la compañía y destinadas a sus trabajadores, ex empleados y jubilados. Ambas operaciones perseguían el objetivo de enlazar a sus plantillas con la evolución de la empresa y hacerlas partícipes de su estrategia.
