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Página 86 del número 215, de abril de 2014

84 y 86 opi eco 26/3/14 12:54 Página 2 86 opinión situándose en 2012 en el 0,379%, lo que implica que el crecimiento se ha distribuido entre todos. Es verdad que hay algunos nubarrones en el horizonte, a fecha de noviembre de 2013 la inflación se situaba en el 9,5% y el déficit del Estado en el 2%. En el contexto internacional, la inestabilidad Argentina con sus medidas proteccionistas y monetarias y EE UU que recuperado de la crisis ha comenzado una progresiva retirada de estímulos monetarios restando liquidez al sistema y haciendo peligrar con ello el crecimiento de los países emergentes e indirectamente el uruguayo. Pero de momento estos nubarrones no han frenado el optimismo y la fiesta que acontecen en todo período de bonanza económica. Es ahí en esa bonanza donde Uruguay se juega su futuro bienestar económico como país. Teoría económica personal Cansado de escuchar por los medios que los economistas somos muy buenos historiadores pero muy malos prediciendo el futuro, voy a tratar de urdir una fórmula didáctica que lejos de ser una gran teoría científica o económica sean ampliamente pedagógica y entendible para todos los lectores. Las tormentas de lluvia torrencial se forman por un cúmulo de fenómenos atmosféricos, pero se componen de agua fundamentalmente. La fórmula de ésta es H2O, es decir, dos átomos de hidrógeno por cada uno de oxígeno. ¿Cuál es entonces el H2O de una crisis económica, o lo que es lo mismo, los átomos de la molécula que generan crisis? Euforia colectiva y gastos poco inteligentes Cuando todo va bien en una economía, lo primero que se empieza a percibir es una euforia en el ambiente, la gente tiene trabajo y por ende más dinero. Todo aquello que nos costaba hace años un esfuerzo considerable podemos tenerlo ahora con cierta facilidad. Pero con euforia es difícil actuar con sensatez. Éste es el primer factor de la fórmula que más tarde fomentará el inicio de la tormenta: la euforia y las malas inversiones. Lo primero que es una lacra para los tiempos malos son las deudas innecesarias que contraemos todos (personas, gobiernos y empresarios) en los momentos de euforia y expansión. Las primeras, por poner un ejemplo, presas de la visión cortoplacista de los bancos, se endeudan, a más no poder, aceptando préstamos y créditos para irse de vacaciones, comprar autos de alta gama, casas de ensueño y vacaciones de lujo. Cualquier deuda con un banco supone traer dinero del futuro al presente, y si nuestra única fuente de ingresos es el salario, son horas de trabajo que estamos comprometiendo durante varios años. Si por circunstancias de la vida perdemos nuestro empleo y no conseguimos encontrar otro durante un tiempo prolongado, nuestros ahorros merman hasta desaparecer, nos volvemos insolventes y caemos en una situación de la que es muy difícil salir con todas las penurias que esta situación conlleva. Debemos entonces medir nuestro gasto particularmente cuando es con deuda, pues ésta puede comprometer nuestro futuro. Pero de esta euforia son participes también los gobernantes de las naciones. Presos de la enfermedad del optimismo que da la bonanza económica, gastan los recursos ingresados y se endeudan o graban a los ciudadanos con más impuestos, considerando estos tiempos como ideales para sus sobredimensionados programas de gastos y colosales monumentos. Es difícil no sucumbir a los distintos grupos de presión que no pueden entender que cuando todo va bien es el momento de poner los cimientos de un futuro mejor y que claman por activa y por pasiva su trozo del pastel. Son importantes las políticas sociales, y a juzgar por los datos antes mencionados, el gobierno ha hecho una buena política de redistribución de la riqueza. Aun así, persistir en el déficit antes mencionado es un error, pues la bonanza no durará siempre y se deben de implementar las bases en el momento actual del futuro crecimiento. Un déficit es entendible, a mi parecer, en inversiones con alto carácter reproductivo que nos lleven a un mayor crecimiento futuro. Falta de previsión de futuro y el final del agua del pozo Uno de los factores que tiraron con fuerza de cara al crecimiento de Uruguay en el último año fue la demanda interna, hecho que podría ser altamente positivo si se diera simultáneamente un aumento de la producción, porque sino, corremos el riesgo de estar aumentando la demanda por medio del crédito al consumo que puede ter- Artículo elaborado con la colaboración del Colegio de Economistas de Valladolid. Nº 215 ABR?14 minar ahogando nuestra crecimiento futuro y el ahorro de muchos de nuestros hogares. Por poner un ejemplo, el crédito de los bancos privados subió en 2013 un 17,4% respecto al 2012 y este un 18% respecto al período anterior. La falta de previsión de futuro por ausencia de estrategias de diversificación sectorial y agotamiento de los recursos públicos junto con déficit prolongados en períodos de expansión son el otro ingrediente de la fórmula que, unido a la euforia que comentamos anteriormente, traen como resultado la tormenta perfecta. La economía de Uruguay no puede siempre surtirse de las fuentes tradicionales, para saciar la sed ha de buscar nuevos manantiales si quiere seguir creciendo y progresando. Tanto los gobiernos como la población tendemos a acomodarnos cuando todo va bien, sin pensar que aquello que tenemos en la actualidad puede agotarse o desvanecerse. En muchas ocasiones, sobre todo en los momentos de sequía, los pozos se secan. ¿Y si no hemos encontrado nuevos lugares donde beber, alguien me dice dónde vamos a saciar nuestra sed? Al contrario de la idea tradicional donde un país con una estructura productiva basada en materias primas tenía poco potencial para su crecimiento, Uruguay ha demostrado poder crecer en los últimos años, en medio de una tormenta mundial, gracias a los precios muy favorables de los commodities y una política que ofrece seguridad jurídica a las inversiones extranjeras. Adelantémonos entonces a posibles cambios en la coyuntura de los ingresos diversificando las fuentes de obtención del crecimiento y creando nuevos sectores productivos como país. Lanzar la moneda al aire Estamos lanzando la moneda al aire y apostando que salga cara, pero las reglas del azar y la de los ciclos económicos nos dicen que alguna vez saldrá cruz. Quizás los próximos años salga cara en la moneda, pero la cruz no tardará en aparecer si no implementamos mecanismos para que esto no suceda. La moneda está en el aire. ¿Cara o cruz? Luchemos todos porque sea cara. La cara que pueda hacer de Uruguay, y en un futuro también de España, países mejores donde vivir.

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