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Página 6 del número 211, de diciembre de 2013

6-7 opi lucas 25/11/13 16:12 Página 1 6 opinión Los mensajes del BCE a la economía U na vez más, tengo que reconocer y alabar la valentía de Draghi en el BCE. Frente a la oposición de varios miembros del Consejo, especialmente los alemanes, sacó adelante su propuesta de reducir los tipos de interés hasta la cota histórica del 0,25%, junto con el anuncio de la adopción de nuevas medidas no convencionales, si fueran necesarias, para conseguir un impulso al crecimiento económico. La sorpresa en los mercados y en los analistas fue mayúscula; ha sido una de las escasas ocasiones en las que los agentes económicos no han sido capaces de anticipar una decisión tan relevante. No es extraño, pues, que la primera reacción de los mercados no haya tenido una dirección clara y los analistas ofrecieran interpretaciones para todos los gustos. Nadie había previsto la audaz decisión de Draghi. De nuevo el gran Draghi daba una lección a todos los responsables políticos europeos. ¿Qué hay detrás de la decisión del BCE? Sin ningún género de dudas, el reconocimiento explícito de una debilidad económica en la Zona Euro, como pone de LUCAS HERNÁNDEZ Economista manifiesto con toda claridad la bajísima cifra de inflación del mes de octubre: un 0,7%, muy lejos del objetivo fijado en el 2%. Este dato por sí solo es más que suficiente para que, actuando en el marco de su mandato fundamental que es el control de la inflación, decidiera la bajada de los tipos. Pero la lectura detenida del comunicado del BCE y las explicaciones posteriores de Draghi van más lejos del mero control de la inflación, y ahí es donde nacen las consabidas reticencias de alemanes. El anuncio de la adopción de posibles medidas extraordinarias de compra de deuda pública y el mantenimiento del programa de concesión de abundante liquidez a largo plazo al sistema es lo que es de difícil digestión por la ultraortodoxia alemana, que no se libera de los miedos a una inexistente hiperinflación. Período de bajos tipos de interés Y ésa es precisamente la decisión más importante. Pero vayamos por partes. La bajada hasta el 0,25% tiene un valor más simbólico que efectivo; indica con rotundi- dad que tenemos por delante un largo período de bajos tipos de interés. Ése es el mensaje; pero con un efecto inmediato sobre los niveles actuales del euríbor, referencia fundamental para determinar los costes de financiación de empresas y familias. Es totalmente coherente que el euríbor a doce meses haya sufrido una corrección a la baja desde el mismo día de la decisión del BCE y con toda probabilidad aún va a tener margen para nuevas reducciones, produciendo un alivio en los costes de las hipotecas vivas en estos momentos y con la seguridad de que el proceso de bajada de tipos va a ser sostenible en el tiempo. No sería tan optimista con relación a la financiación futura, pues con toda probabilidad ante la expectativa de un período prolongado de bajos tipos de interés, la banca ampliará los diferenciales con los que opera habitualmente. Por tanto, el efecto directo de la reducción de los tipos oficiales podemos decir que tendrá un efecto limitado sobre el sistema. Analicemos ahora el anuncio de la posible aplicación de medidas no convenNº 211 DIC?13 cionales, que sitúa claramente al BCE en sintonía plena con la política aplicada por la Reserva Federal y por el Banco de Japón, que durante tanto tiempo se le ha exigido al BCE por parte de la mayoría de los analistas y de los Gobiernos del sur de Europa. La primera pregunta que nos tenemos que formular es por qué ha sido tan contundente en esta ocasión el BCE, pasando incluso por encima de las objeciones y el voto contrario de varios países (Alemania, Austria, Holanda, Suecia). La respuesta la encontramos buscando las razones que llevaron a la FED y al Banco de Japón a tomar esas mismas medidas con mucha más antelación: porque ambas entidades en coordinación con sus respectivos Gobiernos estaban poniendo el acento en los problemas de crecimiento en momentos de muy baja inflación; y adicionalmente en el caso de Japón para combatir la peligrosa deflación en la que se había instalado su economía. Riesgos de deflación Si en la economía de la Zona Euro hay riesgos serios de deflación es un tema menor; lo relevante es constatar que los bajos niveles de inflación son un síntoma evidente de la falta de pulso de la actividad económica global, y que los precios, lejos de mostrar riesgo de subidas, están en claro retroceso. Eso sólo se puede expli-

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