Página 116 del número 193, de junio de 2012
116 y 118 opi col eco 24/5/12 10:45 Página 1 116 opinión P or formación no entendemos la adquisición de conocimientos externos como única finalidad. La toma de contacto con cualquier materia debe servirnos para el conocimiento y la comprensión de nosotros mismos. La persona tiene que adquirir conocimientos para sentirse fuerte, para poder entenderse a sí mismo y dar una buena respuesta en el entorno en el que vive y trabaja. La formación ayuda a solucionar nuestros propios problemas pues potencia nuestra capacidad de serenidad e imaginación y eso siempre repercute en nuestro alrededor. El formarse hace que aumente nuestra capacidad de analizar las cosas y para realizar un buen análisis es necesario superar nuestro egoísmo e incluso superar lo que creemos aprendido o lo que sabemos, e intentar un estudio objetivo y abierto a opiniones distintas. A veces cuesta mucho liberarse de lo que creemos conocer y que aceptamos sin discusión por miedo al enfrentamiento con otros conocimientos. Vamos a reflexionar sobre la motivación de la cooperación para intentar tener un objetivo común. En realidad la motivación debe existir en cualquier empresa. La motivación es una matización objetiva de los conflictos de intereses que pueden surgir en cualquier grupo humano. Por motivación entendemos la respuesta a una serie de estímulos que nos empujan a Motivación y eficiencia del factor humano en la empresa cooperativa JOSÉ MANUEL DE LA FUENTE GARCÍA Economista tener una determinada actuación. Para que la motivación logre su objetivo, es preciso que exista una disposición previa de la persona a recibir de buen grado una razón que le lleve a realizar una tarea mejor de como la venía realizando e incluso a emprender una tarea o empresa nueva. Las personas somos seres necesitados y por lo mismo necesitamos que se nos motive para así ocuparnos de satisfacer las necesidades materiales y espirituales de otros. La premisa primera de cualquier motivación es la observación de nosotros mismos y de reconocer lo que necesitamos esencialmente. A ese conocimiento se llega muchas veces por la senda de practicar con los demás antes que por el camino en echarlo en falta con nosotros. Cooperación Para poder centrarnos en esta materia, es preciso hablar de la plusvalía del trabajo. La persona entrega su fuerza de trabajo a cambio de una retribución, pero dicho trabajo vale un determinado precio. De ordina- rio la retribución del trabajo es menor que el precio de dicho trabajo y es entonces cuando se produce la plusvalía. En la sociedad mercantil dicha plusvalía pertenece al dueño del capital. Aseveración, esta última, que en el momento actual debe ser objeto de reflexión. Tampoco se acaba de comprender fácilmente que las subvenciones a la postre formen parte del capital de una sociedad mercantil. En la sociedad cooperativa, por ejemplo en una cooperativa de trabajo asociado, dicha plusvalía pertenece al trabajador. En la sociedad cooperativa gran parte de la plusvalía retorna al trabajador o refuerza la estructura empresarial cooperativa generadora de empleo. La plusvalía del trabajo ha dado lugar a toda una serie de planteamientos filosóficos, sociológicos y es la base primera de las reivindicaciones para tener unas mayores prestaciones salariales o derivadas del trabajo. El sistema cooperativo es todo un proceso imaginativo en el cual se busca que la plusvalía del trabajo revierta hacia el tra- Nº 193 JUN?12 bajador presente o futuro. Que el trabajador no sea explotado en su plusvalía. Razonando en este sentido, podemos fácilmente comprender el por qué el resultado extracooperativo, la plusvalía del trabajo de personas que no son socios, no puede ir a parar a los socios trabajadores, pues entonces se produciría una situación de explotación de unos trabajadores por unos socios trabajadores. Plusvalía Ya hemos visto cómo la plusvalía del trabajo se produce porque el precio del trabajo es mayor que la retribución que se le paga al trabajador. En la Cooperativas de Trabajo Asociado tenemos que distinguir entre la plusvalía del socio trabajador y la plusvalía del trabajador no socio. El socio trabajador recibe un salario, un anticipo laboral y si el precio de dicho trabajo es mayor que su salario, se produce la plusvalía. Plusvalía que, aproximadamente, en un 70% va a ir a parar, más pronto o más tarde, al socio trabajador. El otro 30% el sistema cooperativo lo destina a la formación de los socios y a un fondo de reserva de carácter no repartible que será un patrimonio cooperativo que la cooperativa destinará a hacer inversiones que consoliden la empresa cooperativa y generen nuevos puestos de trabajo tanto para socios trabajadores como para trabajadores no socios. Por su parte, el trabajador no socio recibe un salario, si el precio de dicho trabajo es mayor que el salario que recibe se produce una plusvalía. Plusvalía que en un 100% la cooperativa destinará a un Fondo de Reserva de carácter no repartible, que será un patrimonio de la cooperativa que servirá para hacer