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Página 5 del número 190, de marzo de 2012

opi lucas 20/2/12 08:49 Página 1 opinión 5 El BCE sí se mueve E l inicio de 2012 ha venido cargado de malas noticias y peores augurios. La primera cumbre europea del año no se ha apartado del guión al que nos tienen acostumbrados los líderes europeos: declaración retórica de buenos propósitos e insistencia en el rigor presupuestario. Las agencias de calificación han reclamado su cuota de protagonismo y comparecen en el escenario degradando la calidad crediticia de un conjunto de emisores públicos y privados, especialmente a varios Tesoros europeos y a casi todo el sistema bancario. Para completar el oscuro panorama económico, el FMI se despacha con unas previsiones de crecimiento en las que certifica la recesión para el presente ejercicio, con altas probabilidades de que continúe durante 2013. Ante este panorama sombrío, difícilmente compatible con la recuperación de la confianza, quiero aportar una visión positiva y resaltar una figura institucional que, en mi opinión, está actuando con absoluta coherencia y energía, dentro del escaso margen de maniobra de que dispone; me refiero a Draghi, presidente del BCE. En el escaso tiempo que lleva al frente del BCE nos ha hecho olvidar, afortunadamente, a su antecesor Trichet, que con sus últimas decisiones contribuyó sobremanera a agravar algunos de los problemas derivados de la crisis. Draghi, por el contrario, es el único responsable que está actuando con visión global y adoptando LUCAS HERNÁNDEZ Economista medidas dirigidas a aliviar con efectos inmediatos los aspectos y manifestaciones más duros de la crisis. En un ejercicio combinado de realismo y rigor técnico ha señalado con su actuación cuáles son los problemas realmente críticos en estos momentos y se aplica con intensidad a combatir esos problemas con medidas contundentes y eficaces. Resaltemos los aspectos nucleares del paquete implantado por Draghi. En primer lugar, bajada de 0,5% en los tipos de interés, devolviéndolos al nivel del 1% y anulando las dos subidas inexplicables decididas por su antecesor. En segundo lugar, ha mantenido la prudente política de compra de deuda soberana, especialmente la emitida por los países periféricos, a pesar de la conocida resistencia alemana. Pero la medida más importante, por el alcance global de la misma, ha sido la inyección masiva de liquidez sin límites para todo el sistema bancario de la zona euro, a un plazo de tres años y al 1% de tipo de interés. Medida valiente Ha sido una de las medidas más valientes y al mismo tiempo imaginativas de las que se han adoptado en mucho tiempo. Valiente porque la adopta a pesar de la oposición del núcleo ortodoxo de países con visión exclusivamente antiinflacionista de la política monetaria. Imaginativa porque combate de forma simultánea dos problemas que están en íntima co- nexión y activándose mutuamente: el de la deuda soberana y el de las dificultades del sistema bancario. Y todo ello con efectos balsámicos inmediatos para el mercado de deuda pública y para la percepción de los analistas de la situación de los bancos europeos. El mecanismo es muy sencillo. El BCE inunda de liquidez al sector bancario en un momento en que existe una gran desconfianza en su capacidad para hacer frente a la refinanciación de los cuantiosos vencimientos de deuda que van a afrontar durante 2012: los mercados están cerrados a cal y canto, nadie parece dispuesto a cubrir los vencimientos de los bancos. La inyección de liquidez del BCE acaba con el problema. La refinanciación está asegurada, incluso algunas entidades consiguen más liquidez de la que realmente necesitan a corto plazo, y además ganan tiempo al disponer de los nuevos recursos durante los tres próximos años. El alcance de la medida no se detiene en el sector bancario, sino que tiene el efecto virtuoso de extenderse al mercado de deuda pública. Efectivamente, la Banca dispone en estos momentos de unos ex- ?La medida más importante del BCE ha sido la inyección masiva de liquidez sin límites para todo el sistema bancario de la zona euro? Nº 190 MAR?12 cedentes líquidos a un coste muy bajo (1%), y una adecuada gestión le conduce al mercado de deuda pública en busca de una rentabilidad sin grandes riesgos. Así, todos ganan: los Tesoros colocan sus emisiones con una notable reducción de sus costes financieros y los bancos obtienen una rentabilidad importante con recursos del BCE. Así queda patente el carácter virtuoso de la medida del BCE. El Banco emisor no puede lanzar un programa masivo de compra de deuda pública, los ortodoxos se lo impiden ¿Cómo ayudar a los Tesoros? Dando liquidez abundante al sistema bancario, que destinará parte de los excedentes a la adquisición de deuda pública. El efecto no ha podido ser más positivo. Efectos beneficiosos Ya no hay problema para los vencimientos de la deuda bancaria; es más, en las últimas semanas hemos asistido a una (ligera) reapertura de los mercados interbancarios. Los Tesoros se han financiado en esta primera parte del año en cantidades impensables hace unos meses y a tipos mucho más asequibles. Los bancos han encontrado una vía adicional de rentabilidad que les va a permitir una mejora en sus menguantes resultados. Y por último, y quizás más importante, un efecto beneficiosos para todo el sistema económico: la bajada de tipos del BCE, más el efecto inducido por la relajación de las primas de riesgo, ha reducido los costes financieros a una economía fuertemente endeudada. Por supuesto que estas medidas no van a poner fin a los problemas. Pero hay que reconocer la inestimable contribución del BCE: ha actuado con prontitud y eficacia, y ha hecho más de lo que está a su alcance, no se le puede pedir más. ¿Por qué no toman el relevo otras instituciones comunitarias para continuar y profundizar en la vía abierta por el BCE? Porque el problema fundamental subsiste: la falta de crecimiento económico. Estamos en una profunda recesión. El FMI dixit.

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