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Página 65 del número 159, de agosto de 2009

3/7/09 11:29 Página 1 MO pag65 AUDI A3 CABRIO 2.0 TDI OR T El encanto de la lona iajar en un descapotable es un placer de estetas y por ello, a la hora de optar por un modelo determinado, el diseño tiene un protagonismo muy especial. La tendencia actual son los coupés/cabrios, es decir, con techos duros retráctiles que se esconden en el maletero. Desde un punto de vista práctico, es una solución excelente pues evitamos el mantenimiento de una capota de lona o el temor a que algún desaprensivo la estropee. Pero desde el punto de vista puramente estético, alojar un techo duro retráctil en el maletero condiciona la línea y obliga a diseñar partes traseras excesivamente grandes, en algunos casos desproporcionadas, en los modelos cabrio de cuatro plazas. Por el contrario, la capota de lona es más fácil de guardar, ocupa menos espacio cuando se descapota y esto permite diseñar un perfil más puro de la carrocería. Así, Audi ha optado en sus modelos descapotables por la elegante capota de lona y el A3 Cabrio no es la excepción. Hay dos posibilidades en cuanto a este techo de lona. Por un lado, está el básico con dos capas y que hay que engancharlo y desengancharlo de forma manual. Como opción y por 915 euros, hay disponible un segundo tipo que se capota y descapota con sólo tocar un botón y que además mejora el aislamiento acústico y térmico. Para accionar este techo, se puede hacer circulando hasta 30 km/h de velocidad. Otra ventaja es que el A3 Cabrio, cuando se descapota, no reduce el tamaño del maletero (260 litros) y así permite viajes con un equipaje considerable. En las plazas delanteras del A3 Cabrio se puede ir descapotado hasta los 120 km/h sin que las corrientes de aire resulten molestas y manteniendo una conversación en un tono de voz normal. A V más velocidad, resulta aconsejable utilizar el deflector aerodinámico, que viene de serie en las versiones Ambition y es opcional en el resto. Como elemento de protección en caso de vuelco, lleva unas barras fijas colocadas en la parte trasera de la carrocería y además la estructura del marco del parabrisas está reforzada. En el capítulo de motores, tenemos tres de gasolina (un 1,6 de 102 cv, un 1,8 TFSi de 160 cv y un 2.0 TFSi de 200 cv) y dos diésel: el nuevo 1,6 l TDi de 105 cv y un 2.0 TDi de 140 cv, que corresponde al modelo probado. Les soy sincero; en el caso de descapotables, me inclino siempre por las mecánicas de gasolina pues es parte del placer viajar descapotados escuchando una bella mecánica. Pero hay que reconocer que el 2.0 TDi es un diésel discreto y que con un consumo medio a lo largo de la prueba de tan sólo siete litros ha hecho peligrar mis principios. Otra cosa es el cambio, ya que el modelo probado llevaba uno manual de seis velocidades. Donde esté el automático STronic de doble embrague, rápido y suave, en mi opinión el manual tiene poco que hacer. En cuanto al comportamiento, el A3 Cabrio merece una buena nota gracias a su cuidada rigidez y a la comodidad que ofrecen las suspensiones. Por cierto, que la versión con equipamiento Ambition tiene de serie una suspensión deportiva que rebaja la carrocería 15 mm. Su tamaño, 4,28 centímetros de largo, facilita la vida en ciudad y no le limita para nada a la hora de hacer largos viajes, si bien en este caso las plazas posteriores pueden resultar algo justas y con el respaldo demasiado vertical si viajan adultos. Nº 159 Agosto 2009 Santiago de Garnica

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