Página 7 del número 156, de mayo de 2009
pag7-8 20/4/09 16:49 Página 1 Cambio de mentalidad odría escribir sobre el fracaso del modelo productivo español basado en objetivos cor toplacistas y en el tirón de una afiebrada demanda interna que se ha desplomado ante los primeros síntomas de crisis; o de la actual coyuntura en la que tienen que sobrevivir las empresas, caracterizada por la caída de las ventas, los retrasos en los cobros, el aumento de la morosidad, los problemas de tesorería, el estrechamiento de los márgenes, las dificultades para acceder a los créditos, la imposibilidad de asegurar las operaciones, la financiación gratuita que hacen a las administraciones públicas al apor tar fianzas que luego son devueltas con demora o al pagar por adelantado Alberto Cagigas el IVA de facturas que en la actual situación tal vez no lleguen acagigas@castillayleoneconomica.es a cobrar, la descapitalización generalizada del tejido empresarial, la paralización de proyectos viables, la alta mor talidad societaria, la escasa flexibilidad laboral para hacer frente al nuevo entorno competitivo, la elevada presión fiscal que aún no se ha ajustado a la realidad económica, la lenta y compleja maquinaria burocrática para acceder a las ayudas, ... ¿Seguimos o lo dejamos aquí? Cada uno de estos problemas tiene su propia solución, como han explicado por activa y pasiva diferentes asociaciones empresariales, economistas y exper tos; pero en este país se reacciona tarde y mal y de momento sólo hemos visto parches, así que tenemos el mundo al revés, los pájaros disparando a las escopetas, con la patronal Cecale y los autónomos organizando actos reivindicativos para exigir medidas urgentes ante la gravedad de la crisis económica. En la actualidad, nos lamentamos de la brutal pérdida de empleo, que puede llevar al paro a más de cinco millones de españoles a medio plazo, según las estimaciones más optimistas; pero los verdaderos paganos de esta crisis son los empresarios, pues no se nos debe olvidar que el sector financiero ha sido quien desencadenó esta recesión, que con acier to Leopoldo Abadía califica como Crisis Ninja (no income, no jobs, no assets; o sea, sin ingresos, sin empleo fijo y sin propiedades, que es el colectivo de clientes a quienes los bancos nor teamericanos colocaron las hipotecas subprime). La rápida desaceleración económica ha sido provocada por la economía especulativa y no por la productiva, es decir, por los directivos que cobran bonos millonarios -y por lo visto, independientemente del resultado-, y no por aquéllos que levantan todas las mañanas las rejas de su negocio. Pero no toda la culpa la tiene EE UU, como algunos se consuelan, sino que aquí tuvimos también nuestros propios ninjas (familias con ingresos ajustados que se endeudaron para comprar un chalecito adosado y un coche más ostentoso; o inmobiliarias que en una huida hacia adelante pedían préstamos para adquirir nuevos solares sin haber vendido un alto porcentaje del anterior proyecto). Por supuesto que nosotros tenemos hipotecas subprime, que son las que firmaron las familias endeudadas por encima de sus posibilidades y los créditos concedidos para terrenos urbanizables donde se ha volatilizado su valor. Nuestras entidades financieras, en vez de actuar con prudencia, se sumaron a la fiesta y con tal de cumplir unos objetivos desmesurados aprobaron operaciones con un elevado riesgo, como se obser va ahora al dispararse la morosidad y verse obligadas a destinar ingentes recursos a provisiones para insolvencias. Eran tiempos en los que estaba mal visto crecer por debajo de dos dígitos y donde la gestión ponderada estaba penalizada por los mercados. Nos llegamos a olvidar de la vieja sentencia latina que ha perdurado durante siglos: ubi calculus ponis, naufragium invenies (donde haces un cálculo, encuentras el naufragio). A mí, estos productos de pura ingeniería financiera diseñados por los bancos de EE UU, y que luego han comprado las entidades europeas para colocárselos a sus inocentes clientes, me P Director Alberto Cagigas Directora Comercial Luisa Alcalde Coordinación Juana Daldea Víctor García Vanesa Gómez Diseño Gráfico Marta Higuera Corresponsales Ávila Antonio Mayoral Burgos César Presto León Nuria González Palencia Alberto Abascal Salamanca Elena Cordero Segovia Fernando Aranguren Soria Saturio Ugarte Zamora Óscar Alonso Motor Santiago Garnica Fotografía Ana Rodríguez de la Vega Consejo Editorial Roberto Escudero, Francisco Ledesma, José Andrés Lorenzo, Juan Carlos de Margarida, Victoriano Martín, Olga Ogando, José del Ojo, José Ramón Perán, Carlos Sánchez-Reyes, Antonio de Santiago, José Miguel Useros Edita EDICIONES LA MESETA S.L. C/ Miguel de Unamuno, 96 47008 Valladolid Telf: 983 01 81 81 Fax: 983 01 81 82 redaccion@castillayleoneconomica.es Suscripciones Telf: 983 01 81 81 Web www.castillayleoneconomica.es Imprime Campher Depósito Legal VA-247-1996 ISSN 1136-3096 Nº Mayo 156 2009