Página 70 del número 149, de octubre de 2008
pg70-72 19/9/08 70 71 11:39 Página 1 opinión Memoria histórica económica Ricardo Nieto Sampayo Economista oca hablar de crisis económica, y no puede ser de otra forma en una publicación con nombre Castilla y León Económica. Pertenezco a una generación a la que desde pequeños nuestros profesores nos obligaban a ejercitar la memoria como parte importante del desarrollo intelectual, ya fuera memorizando capitales de provincia, ríos o verbos. Creo que la mía fue una de las penúltimas o antepenúltimas que estudiaron bajo este arcaico y rudimentario sistema según algunos, aunque lo que ha venido después pone los pelos de punta. Una pequeña parte de mi actividad profesional es la de formador en escuelas de negocios, y comprobar cada año el descenso del nivel con el que los alumnos llegan a los estudios de postgrado es descorazonador. Pero ésa es otra cuestión. Aunque de pequeños nos parecía absurdo e inútil, este ejercicio de la memoria nos ha venido bastante bien, por lo menos a mí. La consecuencia es que puedo llegar a acordarme con cierta nitidez de lo que ocurría hace un año, y con algún esfuerzo de bastante más tiempo atrás. En este sentido, hagamos memoria y recordemos lo que hace ahora un año más o menos nuestras autoridades políticas y económicas nos estaban transmitiendo: la crisis de liquidez que azota al mundo desarrollado no afectará a España dado que el mercado financiero español es muy solvente y que estas prácticas no se dan en nuestro país, es decir, que no se han concedido hipotecas basura por parte de los bancos. Otra muy buena: el sector inmobiliario sufrirá un suave aterrizaje y la consecuente caída del empleo en este sector se dirigirá a otras actividades de mayor valor añadido mediante formación y recolocación. En resumen, dando cursos para que los encofradores pasen a ser ingenieros de telecomunicaciones. Al parecer, esto es más difícil de lo que T parecía en un principio y nuestra tasa de paro actual está en torno al 10%. Por otro lado, desde el sector inmobiliario se apuntalaba constantemente un dogma de fe: ?El precio de las viviendas no va a disminuir, en el peor de los casos se estancará?. Lo más preocupante no es la manifestación hecha por quien tiene interés en que se cumpla, sino que la mayor parte de los directivos del sector creían de verdad en su dogma. Me consta y tengo muy buena memoria, ya lo he dicho. Probablemente no fueron conscientes de que la ley de la oferta y la demanda es tan antigua como el trueque y no entiende de productos. Como mucho se pueden minimizar sus efectos o alargarlos en el tiempo haciendo que no haya grandes desajustes entre oferta y demanda, pero si aún así éstos se producen, el precio se verá alterado. En estas mismas páginas y hace aproximadamente un año ya se manifestó la poca credibilidad que ofrecían estas afirmaciones, y se apuntaban tres hechos como los causantes de la crisis económica en EEUU, con el objeto de poder anticipar si ocurriría o no algo parecido en España: caída del precio de la vivienda, menor tasa de crecimiento de lo esperado y subida de los tipos de interés. Los tres se han reproducido en nuestro país, incluso alguno de manera acentuada. La cuestión es ¿por qué no iban a producirse en España?, ¿qué nos hacía tan especiales? También se apuntaba que la consecuencia directa y más grave era la falta de liquidez en el sistema financiero, y en nuestro caso ha sido demoledor, dado que ha dejado bloqueado el sector inmobiliario que tiraba de la economía. El mercado de la vivienda Sigo dudando de que la caída del precio de la vivienda sea una causa originaria de la situación, aunque sí es lo que ha agravado y puede agravar aún más el problema. No hay que olvidar que la economía es una disciplina que tiene tanto de social como de matemática, o quizás más de la primera. Los hechos económicos tienen origen en hechos sociales, de ahí que los grandes gurús de la economía estén siempre atentos a los comportamientos y no tanto a los números. Hemos vivido unos años dorados de riqueza generalizada, es decir, en la que todos éramos o creíamos que éramos más ricos de lo que aspirábamos. El espectacular aumento del precio de las viviendas en pocos años creó a toda una generación de casi ricos artificiales, lo que podríamos llamar una ?burbuja de adinerados?. La economía está llena de burbujas, ¿por qué no una más? Pasamos de tener un patrimonio limitado a nuestros ahorros y poco más, a un gran Nº 149 Octubre 2008
