Página 44 del número 147, de agosto de 2008
pg42-44 14/7/08 44 45 11:33 Página 2 opinión presentes los escenarios favorables (vendo mucho o vendo caro) y desfavorables (todo lo contrario). Es uno de los aspectos que más conviene ir revisando a medida que se materializa la empresa. También debe tener en cuenta cómo será la futura liquidez de la empresa y si será necesario endeudarse o no y con qué productos financieros. - Conclusiones y valoración final. Debemos analizar qué aporta la empresa, tanto a nosotros mismos, como emprendedores, como a los trabajadores, a los bancos que trabajan con nosotros, y por supuesto a los clientes, pero también a proveedores sin olvidarnos de la sociedad y el medio ambiente Las empresas industriales deberán incluir también un plan de producción y aprovisionamiento. Condiciones de rentabilidad taja en el futuro. Incluye también las decisiones referentes a los distintos productos y servicios que podemos prestar, los distintos precios a los que podemos vender, qué acciones publicitarias o promocionales llevaremos a cabo para que el mercado nos conozca y las decisiones referidas a la localización y la logística. - Forma jurídica. El emprendedor debe elegir entre las distintas formas que la legislación nos ofrece para dar forma a una empresa, en función del número de socios, si son trabajadores o no y si la empresa va a asumir riesgos patrimoniales importantes o no. - Estructura organizativa y recursos humanos. Una de las claves del éxito de las organizaciones es un buen reparto de funciones y responsabilidades. Debemos tener en cuenta desde el inicio el perfil profesional de quienes han de trabajar con nosotros y cómo van a ser las relaciones jerárquicas entre los trabajadores. - Estudio económico-financiero. Es el aspecto más arduo y difícil, ya que si bien los gastos suelen estar claros desde el principio, los ingresos no, y aquí es donde más deben hacerse Eso sí, muchas veces cuando hacemos estos análisis vemos que las condiciones de rentabilidad de la empresa son tan irreales que es muy difícil que se cumplan y que, por tanto, lo más razonable es abandonar. En estos casos, nuestros futuros empresarios se llevan un disgusto, pero nada más, sólo se han arruinado sobre el papel, una ventaja más del plan de empresa. También se ha dado el caso de planes maravillosos, que con el tiempo han devenido en empresas deficitarias, y planes normalitos que se han convertido en empresas creadoras de empleo y riqueza. De todo hay. El secreto, hoy como antes, sigue siendo conocer el mercado y las tendencias (igual que nuestra peluquera debía saber cortar el pelo y lo que se iba a llevar el próximo otoño). En resumen, y después de muchos números y análisis, lo que nunca cambia, lo que financia verdaderamente la nueva empresa, lo que crea valor añadido, lo que nos hace únicos para nuestros clientes, es el equipo humano. Así que para ser más innovadores y más competitivos en el próximo curso, les ruego que se tomen muy en serio sus vacaciones y les deseo un feliz verano. Artículo elaborado con la colaboración del Colegio de Economistas de Valladolid. Nº 147 Agosto 2008