Página 54 del número 143, de abril de 2008
pag54-55 17/3/08 14:19 54 55 Página 1 gestión En España, el período medio de cobro es de cerca de 84 días, mientras que en la UE es de 54 días. Cómo prevenir la morosidad Los expertos aconsejan detectar los clientes dudosos y actuar con rapidez ante la primera señal de retraso en los pagos n una época de desaceleración económica como la actual se extiende el temor a los impagos en las empresas, y máxime cuando se desatan los rumores, intencionados o no, sobre los posibles problemas de tesorería de algunos negocios. En estos últimos meses hemos asistido en Castilla y León a varios procesos de quiebras de pymes y medianas compañías que han hecho saltar la alarma, a lo que hay que unir la crisis del mercado inmobiliario, que afecta a numerosas actividades. En opinión de los expertos de Informa D&B, filial del Grupo Cesce que cuenta con una delegación en Valladolid para toda Castilla y León, en España tan solo el 0,5% de las operaciones se realiza al contado debido a factores culturales que hacen que el retraso en el pago no esté mal visto en nuestro país, algo que a más de uno le puede resultar familiar. Esta característica, más el actual cambio de ciclo E económico, la subida de los tipos de interés y la falta de liquidez en el sistema financiero constituyen un caldo de cultivo para el aumento de la morosidad, que por ejemplo ya están notando los bancos y cajas de ahorro. En opinión de esta empresa especializada, en España cerca del 35% de los impagos son intencionados y más del 50 % de las facturas se pagan con retraso. Los hábitos de pago en España se encuentran a la cola de la Unión Europea, así lo muestra el hecho de que el período medio de cobro aproximadamente es de 84 días, mientras que en la UE es de 54 días. En el caso de las pymes este plazo se puede extender a tres meses, aseguran los expertos de Informa D&B, quienes añaden que el problema no es el riesgo comercial, sino la forma de enfrentarse a él y el desconocimiento con que muchos directivos toman decisiones estratégicas. Estos factores se pueden prevenir con una adecuada planificación financiera, Nº 143 Abril 2008
