Página 92 del número 126, de noviembre de 2006
pg92-94 20/10/06 92 93 12:02 Página 1 opinión Perfil del titulado cuando se enfrenta al mercado laboral Lorena Pérez Alonso y Aránzazu Ferrero Pérez Economistas mundo laboral?, que si bien es cierto, no tiene razón. Este titulado ya no es un problema, ya no engrosa las listas de desempleados. Otro debate interno que se le plantea al titulado universitario es que no entiende cómo es posible que las diferentes empresas exijan jóvenes con una larga trayectoria de años de experiencia profesional, porque esto no facilita ningún tipo de inserción laboral a un puesto de trabajo en la misma. En muchos casos, tampoco ofertan la posibilidad de realizar prácticas formativas en empresas, ya que son muchos los que las consideran como contratos precarios y en ocasiones ni computan como experiencia laboral. Acceder a la administración pública P ara entrar en situación, la primera consideración a realizar es plantear qué encuentra un titulado universitario el primer día que decide enfrentarse a la búsqueda activa de empleo. En la mayoría de los casos, únicamente con su maravilloso y costoso título bajo el brazo. Para acceder a su primer trabajo, el joven se decanta por abrir las páginas del periódico por la sección de ofertas de empleo: ?necesitamos joven licenciado con gran capacidad de iniciativa, conocimientos de inglés y francés, amplios conocimientos de informática, tres años de experiencia en puesto similar y ...?. Ante esta oferta, el licenciado, aunque no cumpla todos los requisitos, no se rinde y envía su currículum esperando respuesta. A la semana siguiente lo mismo, y a la siguiente y en las sucesivas semanas. Sin transcurrir mucho tiempo, empieza a darse cuenta de que este método no funciona, algo falla, no obtiene ninguna respuesta y, si la consigue, no buscan para nada su perfil o lo que le ofrecen es casi trabajar sin cobrar. En principio, él tiene lo que se supone que hay que tener, un título, luego en él no debe de estar el problema, porque además ha salido de la carrera con un expediente estupendo, aparentemente ha conseguido todo lo que el entorno y él mismo le pedían: estudia que es la forma de conseguir un buen trabajo. Entonces, ¿qué sucede? Sus amigos que no fueron a la universidad y se decidieron por la Formación Profesional están la mayoría de ellos trabajando en su actividad y él como titulado universitario no consigue ninguna respuesta para un puesto acorde a su titulación académica, no está preparado para enfrentarse al mercado de trabajo. En este momento, se lanza a hacer cursos y más cursos, con o sin relación entre ellos, para ampliar el currículum. Al cabo de un tiempo más, tras algunos cursos y entrevistas, decide que su objetivo es trabajar, pero trabajar en lo que sea, y el siguiente puesto que le ofrecen, aunque sólo se requiera graduado escolar, lo acepta. Se dice a sí mismo: ?es algo temporal para adquirir experiencia en el El joven recién titulado, ante esta situación, se plantea qué es lo que sabe hacer para enfrentarse con la realidad laboral, y su respuesta en demasiadas ocasiones es: ?he estado cinco años estudiando, entonces lo único que he demostrado que sé hacer bien es estudiar?. Ha pasado por la universidad, ha cursado numerosas asignaturas, pero no encuentra una aplicación práctica de las materias estudiadas. Finalmente, tras esta reflexión, muchos de ellos deciden seguir estudiando para acceder a una plaza dentro de la administración pública, pero la realidad es bien diferente, ya que estudiar una oposición, por muy básica que sea, no te garantiza el acceso al puesto de funcionario y pasadas dos, tres o equis convocatorias, no ha aprobado y desiste. Y como en el caso anterior, comienza a ganarse la vida como puede en un trabajo en el que no necesariamente se requiere cualificación, porque para el que realmente está capacitado académicamente no reúne los requisitos solicitados, como tiempo de experiencia; lo que continúa sabiendo hacer a las mil maravillas es estudiar, y la sensación interna es que el título sólo le ha servido para enmarcarlo y colgarlo en la pared. Oferta mayor que la demanda Analizando estas situaciones tan repetidas, nos encontramos con varios factores diferentes. Por una parte, la demanda del mercado de trabajo de titulados universitarios es mucho menor a la oferta de trabajo que realiza este colectivo, con lo que las exigencias de las empresas a la hora de contratar se maximizan. Prefieren contratar a una persona que haya obtenido una formación complementaria fuera de la universidad por su cuenta, en vez de formarle ella pues eso supone un coste. Igualmente, el nivel de conocimientos exigidos para acceder al empleo público es muy alto pues son cada vez más numerosos los candidatos a opositar. La consecuencia directa es que los titulados universitarios no están completamente preparados para acceder al mercado laboral. Han estado tres, cinco o seis años estudiando, pero les falta Nº 126 Noviembre 2006
