Página 25 del número 115, de diciembre de 2005

CÓMO INVERTIR EN CHINA Las claves para entender al gigante asiático Antes de iniciar una relación comercial o implantarse en China, conviene tener en cuenta su coyuntura económica y política. Según el informe facilitado por Cesce, las principales circunstancias que hay que valorar son: M SITUACIÓN INTERNA. El fuerte desarrollo económico chino plantea cinco desafíos a medio plazo: el aumento del desempleo debido a la reestructuración del sector público; las crecientes desigualdades económicas, especialmente regionales; la corrupción; el deterioro medioambiental; y la demanda de mayor apertura política coincidiendo con el aumento del nivel de vida de la población. El Gobierno rechaza el tránsito hacia un sistema democrático y apuesta por la continuidad (régimen de partido único), si bien con un estilo de gobernar más transparente y con más énfasis en el crecimiento equilibrado y las políticas sociales, apoyado en la apertura del Estado a la iniciativa privada. M RELACIONES EXTERNAS. China pretende ganar una mayor relevancia internacional acorde con su peso económico, lo que implica medidas que levantan recelos en otros países, como la modernización del Ejército o la entrada de inversores chinos en Latinoamérica buscando suministradores de materias primas. Las relaciones con EE UU no atraviesan por su mejor momento ya que le cuesta asumir el creciente protagonismo de China como potencia mundial, ya no sólo demográfica, sino también económica y militar. M EVOLUCIÓN ECONÓMICA. China ha crecido a una media del 9% desde 1978, pero el verdadero despegue económico se ha producido tras la incorporación a la OMC en diciembre de 2001. En 2003 y 2004 el PIB creció un 9,5% en términos reales y en 2005 se prevé que lo haga un 9,3%. La inflación, que en 2004 fue del 3,9%, se reducirá al 2,2% este año, debido a que el exceso de capacidad no utilizada y el aumento de la competitividad están compensando el alza de los precios del crudo. M POLITICA ECONÓMICA. Para frenar el exceso de inversión en determinados sectores (automovilístico, inmobiliario, acero, cemento, aluminio) y la posible formación de una burbuja, se han adoptado una serie de medidas. El presidente Hu Jintao apuesta por una política continuista, aunque con mayor prioridad para las políticas sociales, que mitiguen las desigualdades derivadas del acelerado desarrollo del país. Los fundamentos macroeconómicos son sólidos y la solvencia exterior del país está fuera de toda duda. Sin embargo, el actual modelo de desarrollo, basado en la inversión extranjera y las exportaciones, pero con escaso protagonismo del consumo interno, no puede mantenerse durante mucho tiempo. M EXPORTACIONES. El crecimiento de las exportaciones ha sido espectacular en los últimos años y China es ya el cuarto exportador mundial de mercancías tras Alemania, EE UU y Japón. Las compañías extranjeras o con participación extranjera establecidas en China generan el 50% de las exportaciones. M CAPTACIÓN DE INVERSIONES. La inversión directa extranjera alcanzó 60.600 millones de dólares en 2004, un 13,3% más que el año anterior. China volvió a ser por segundo año consecutivo el primer receptor de inversiones extranjeras del mundo. 24 Nº 115 Diciembre 2005 vecinos del norte, sino que tiene que lanzarse a por nuevos mercados emergentes, como es el caso de Asia. No obstante, advirtió que empieza a notar síntomas de cansancio en la clase empresarial española después de los hitos alcanzados en los últimos años, con la integración de España en la economía comunitaria y con el desembarco en Latinoamérica. ?Hay que mantener el esfuerzo?, recomendó, a la vez que vaticinó que China realizará una transición política adecuada. Como aspecto negativo del país del dragón, Antonio Garrigues señaló que no tiene un marco legal, lo que dificulta la seguridad en las operaciones empresariales. LA EXPERIENCIA DEL GRUPO ANTOLÍN Y para hablar de los pros y los contras de implantarse en China, nadie mejor que Pablo Baroja, director de Operaciones África & Asía del Grupo Antolín, que tiene presencia industrial en 20 países y que a principios de 2005 inauguró una fábrica en China. La multinacional burgalesa decidió montar una factoría en el gigante asiático porque es el tercer fabricante de coches del mundo, sólo por detrás de EE UU y de Japón, generará el 38% del crecimiento del sector automovilístico en los próximos años y se convertirá en una potencia exportadora de coches, como pasó hace años con Corea del Sur. ?China no es una opción, sino una obligación?, afirmó Baroja, ya que la industria automovilística exige a sus proveedores que les acompañen en su expansión territorial. En su aventura china, el Grupo Antolín realizó un aterrizaje suave. En primer lugar, firmó un acuerdo de transferencia tecnológica con una empresa local, a continuación abrió una oficina de representación y finalmente desarrolló su implantación industrial. Como premisas para abordar ese mercado, Baroja enumeró: hay que elaborar un análisis, tanto desde la propia empresa como encargado a una asesoría externa. Hay que tener en cuenta que cada provincia tiene sus propias regulaciones. Hay que ir con productos de calidad, ya validados en otros mercados. Y hay que elegir entre ir solos o con una joint venture. En este caso, la empresa decidió emprender en solitario su desembarco en China para tener una mayor agilidad en las decisiones y asegurar la calidad de los productos y porque las empresas locales de su sector están sobredimensionadas. El Grupo Antolín, cuya fábrica se ubica en