Página 8 del número 114, de noviembre de 2005
INDUSTRIA ESPACIAL Ávila se incorpora al negocio de los planetas Cebreros alberga la segunda antena de la Agencia Europea del Espacio para el seguimiento de los satélites durante sus misiones en órbitas lejanas L a Agencia Europea del Espacio (ESA) ha escogido la localidad abulense de Cebreros para ubicar una antena de espacio profundo, cuya misión consiste en comunicarse con satélites destinados a otros planetas y órbitas lejanas. Con una inversión de 30 millones de euros, de los que el 75% corresponde a la antena, esta instalación inaugurada el pasado mes de septiembre será la encargada del seguimiento de la sonda interplanetaria Venus Express, que analizará la atmósfera de este planeta y buscará volcanes activos en su superficie. En la actualidad, la ESA, una organización intergubernamental fundada en 1975 para realizar investigaciones de carácter estrictamente pacífico, cuenta con otra antena de estas características en Australia, por lo que España era la mejor alternativa para lograr la mayor cobertura posible con ambas estaciones y evitar superposiciones en el contacto con los satélites, sobre todo teniendo en cuenta que la tercera instalación de este tipo de la agencia está prevista en el continente americano. Además, Cebreros proporciona una protección adecuada a las radiofrecuencias, tiene un riesgo mínimo de interferencias y está próximo al Centro Europeo de Astronomía Espacial de Villafranca, una población madrileña con un importante núcleo urbanístico que desaconseja la ubicación de este tipo de infraestructuras. Otro factor es que la localidad abulense disponía de una estación utilizada en las décadas de 60 y 70 por la Nasa que podía aprovecharse. ?Cuando España propuso a la ESA un emplazamiento para su segunda estación de espacio lejano decidimos cambiar los alrededores de Madrid por el campo. Aquí no hay interferencias eléctricas procedentes de transmisores o de industrias, una condición fundamental cuando se trata de seguir y controlar una nave que viaja a cientos de millones de kilómetros de distancia?, 8 La antena de la Agencia Europea del Espacio (ESA) levantada en Cebreros (Ávila) ha contado con una inversión de 30 millones de euros. explica Valeriano Claros, jefe de Infraestructuras de la estación. La ESA, cuyo ámbito de actuación se centra en investigaciones científicas para aplicaciones en meteorología, observación de la Tierra y telecomunicaciones, además de participar en expediciones tripuladas en colaboración con terceros países como Rusia y EE UU, dispone de antenas de entre tres y 15 metros de diámetro para apoyar las misiones habituales. Sin embargo, los proyectos espaciales que tienen como destino las zonas externas del Sistema Solar requieren antenas de espacio profundo que permiten la comunicación con satélites ubicados a millones de kilómetros. Además, estas instalaciones se utilizan para enviar grandes cantidades de información. AVANCES TECNOLÓGICOS La antena de Cebreros tiene 35 metros de diámetro, mientras la estructura completa mide 40 metros de altura, pesa 630 toneladas y sus cimientos comienzan a 20 Nº 114 Noviembre 2005 metros de profundidad. Su construcción, iniciada en enero de 2003, incorpora los últimos avances tecnológicos, por lo que supone importantes mejoras respecto a la ubicada en Australia, como el incremento de la capacidad de adquisición de datos, mayor precisión y resistencia al viento, puede operar en un rango de temperaturas más amplio y dispone de una velocidad de rotación superior. ?Una antena de estas características puede enviar una finísima señal en dirección a la nave, como un haz del grosor de un lápiz, así que los motores deben ser tan precisos como un reloj. Toda la estructura tiene que ser extremadamente estable para soportar las variaciones térmicas o la influencia del viento?, apunta Michel Dugast, ingeniero de la estación. En la base de la estructura existe un sistema de refrigeración para mantener parte de los receptores -los denominados amplificadores de bajo ruido- a una temperatura de 258 grados bajo cero y el equipo eléctrico compuesto de 750 baterías y dos generadores, que permitirán su funcionamiento en caso de un corte en el suministro. En condiciones normales, estas instalaciones no dispondrán de personal permanente, ya que, salvo en determinadas fases de las misiones como los lanzamientos, estará operada de forma remota desde el centro Europeo de Operaciones Espaciales de Darmstadt (Alemania). Aunque la primera misión en la que participarán es Venus Express, en los próximos años colaborará en los proyectos Rosetta, que aterrizará sobre un cometa, y BepiColombo, que visitará Mercurio, además de los telescopios espaciales Herschel, Planck y Gaia. Aunque en estos momentos no está prevista la ampliación de las instalaciones de Cebreros, podrían instalarse hasta dos antenas más, la primera de las cuales estaría disponible en 2009 para proporcionar soporte a los satélites en sus fases más próximas a la Tierra.
