Página 64 del número 97, de junio de 2004
19/5/04 17:33 Página 1 BODEGAS pg.64 Alberto López Calvo con su mujer Irene López muestra el vino servido en el banquete real. Alberto López Calvo, un vino real En el banquete de bodas de los Príncipes de Asturias se sirvió un caldo de esta pequeña bodega burgalesa uando a Alberto López Calvo, propietario de la bodega Coruña del Conde, situada en la localidad burgalesa del mismo nombre, le llamaron por teléfono desde Intendencia de la Casa Real para notificarle que su vino tinto de la añada de 1999 había sido uno de los elegidos para el banquete de bodas entre el Príncipe Felipe y doña Letizia Ortiz, el bodeguero pensó que su hermano le gastaba una broma. No sólo era cierto, sino que poco tiempo después recibió una misiva del Monarca agradeciéndole su diligencia en el envío de las 360 botellas solicitadas para la celebración. ¿Cómo es posible que el Palacio de la Zarzuela escoja un vino desconocido de nuestra tierra frente a las vacas sagradas de la Ribera del Duero? López Calvo nos lo cuenta: ?el Rey Don Juan Carlos probó uno de mis vinos en una cacería por tierras castellanas, así que ya lo conocía, y a juzgar por esta elección, le gustó?. Hablar con Alberto López Calvo, burgalés de 76 años, es repasar la historia viva de la viticultura española y francesa del último medio siglo. El bodeguero emigró en 1952 a Burdeos (Francia) junto a su esposa Irene López desde Coruña del Conde, su pueblo natal, y allí se familiarizó con el mundo del vino, ya que tuvo que escoger entre trabajar en minas, explotaciones forestales o viñas, y se decantó por estas últimas. Los primeros años fueron muy difíciles y en 1955 le ofrecieron un trabajo C 64 de responsabilidad en la afamada tonelería Demptos. Sin desvincularse de esta actividad, plantó un viñedo alrededor de la tonelería y junto a Jean Ribereau Gayon, de quien según comenta aprendió muchos secretos de la vinificación, elaboró una primera cosecha en 1959. En 1984, cuando ya se había dado a conocer en el país galo, el El poder de la Prensa Alberto López Calvo conoce a algunos de los viticultores más afamados de las nuevas generaciones con quien ha compartido momentos y experiencias, como Peter Sisseck, creador del exclusivo Pingus, y Álvaro Palacios, el riojano que triunfa en la comarca catalana del Priorato con La Ermita, quien, como el bodeguero burgalés, trabajó en una tonelería francesa para ganarse la vida. ?Buena parte del milagro de estos bodegueros se debe al fenómeno Robert Parker. Muchas veces, es la prensa especializada de prestigio la que eleva el precio de los vinos?, comenta López Calvo, quien además califica como ?un error prohibir con leyes las mezclas de variedades nobles, ya que es conveniente dejar probar al enólogo para que no siempre se tenga que elaborar el mismo tipo de vino?, explica. Gobierno de la República Francesa le otorgó la Medalla de Honor del Trabajo. Hasta 1990, año en que volvió a su tierra, López Calvo permaneció en dicha tonelería. De vuelta a Coruña del Conde, el bodeguero regresa con la firme idea de elaborar sus propios vinos. En 1976 había plantado una hectárea ?para pasar el rato, pero como el fruto valía la pena, planté más?, apunta. En la actualidad, posee cuatro hectáreas y, como curiosidad, cuenta con 1.200 cepas de al menos doce variedades de uva como parcela experimental a la que él gusta denominar ?mi jardín?. En 1990 elaboró sus primeros vinos burgaleses y dos años más tarde fundó la bodega. Todo su vino es de guarda y pasa dos años en sus 150 barricas de roble francés. Los tintos, que comercializa con la marca de su nombre y dos apellidos, están acogidos a la denominación Vino de la Tierra de Castilla y León. Además, ha registrado el nombre Val de Cid, con el que comercializará futuras producciones si alcanzan los niveles de calidad exigidos. El bodeguero no vinifica con uvas de primer ni segundo año, sino de tercero. Producción limitada La producción de la bodega es muy limitada, ya que apenas alcanza las 15.000 botellas anuales, cuyo principal destino es Madrid y Burdeos, si bien una pequeña cantidad se queda en la zona, en municipios burgaleses como Peñaranda de Duero y Aranda de Duero. ?Siempre quise elaborar pequeñas producciones, porque considero que son las que alcanzan cotas más altas de calidad?, apunta Alberto López Calvo. Sus tintos están elaborados con un 75% de variedad Tempranillo y el resto con Cabernet Sauvignon y Merlot. La añada de 1999 ha sido premiada este año con la Medalla de Plata en la Vinalies D´Argent de Francia. Alberto López Calvo, que ha realizado trabajos de dirección de plantación en más de 200 fincas de Ribera del Duero, Madrid y La Mancha, aspira a que la localidad de Coruña del Conde entre a formar parte de la Denominación de Origen Ribera del Duero, para que el más de medio centenar de viticultores del municipio ?consigan vender sus uvas a un precio digno, ya que en la actualidad, por racimos procedentes de cepas centenarias con los que se pueden elaborar vinos excelentes, apenas les pagan 20 céntimos de euro el kilo por no estar acogidos a denominación de origen y no es justo?, señala. Nº97 JUNIO 2004
