Qué
Cuándo

Página 80 del número 240, de mayo de 2016

semblanza alucoil.qxp_maqueta consis 22/04/16 15:08 Página 2 Semblanza Tres años después, la compañía canadiense Alcan le compra el fondo de comercio de su empresa para constituir una sociedad en España. En ese momento, Clemente hace una oferta al gigante del aluminio para tener el 20% de la nueva firma. Sorprendentemente, Alcan acepta y Clemente pasa a ser presidente ejecutivo de la filial española. A finales de 1996 decide montar Alucoil, pero las relaciones con el holding canadiense son tan buenas que compagina ambos cargos durante dos años. ?De los sitios hay que irse como un señor?, subraya Clemente. De hecho, llegó a comprar a Alcan tres fábricas, una en España y otras dos en Italia. Pese al rápido crecimiento de la empresa, no se conforma y se ha marcado el ambicioso objetivo de duplicar el tamaño del Grupo Alibérico en sólo cuatro años, aunque ese plazo puede acortarse. Otro de sus objetivos es ser líder en los segmentos en los que está presente y captar talento para su proyecto. ?Para hacer crecer a una empresa, sólo hacen falta tres cosas: ideas, dinero y personas?, apunta. Clemente González Soler, presidente del Grupo Alibérico, se ha convertido en un referente entre la clase empresarial española porque en sus intervenciones en público dice verdades como puños que muy pocos se atreven a pronunciar delante de otros colegas y, sobre todo, ante los responsables políticos. Es la ventaja que tiene este empresario que compite en mercados no regulados, no tiene clientes entre las administraciones públicas y un alto porcentaje de su facturación procede de los mercados exteriores. Clemente utiliza esa independencia para dar voz a los empresarios más críticos con la situación del país y también con la deriva que han tomado algunas patronales. Todavía se recuerda su intervención del pasado mes de octubre ante un nutrido grupo de empresarios y directivos, además de los presidentes de Galicia y de la Comunidad madrileña con motivo del 25 aniversario de la Asociación de Empresarios Gallegos en Madrid (Aegama), cuando exigió refundar las asociaciones empresariales: ?necesitan renovarse en todo: en los estatutos, los objetivos y las personas. No hablo de una renovación parcial; hablo de una renovación completa. Las asociaciones patronales requieren una refundación?. En otra ocasión, ofreció una conferencia en Sevilla ante 160 políticos, entre los que se encontraban senadores y diputados, donde enumeró los problemas de la economía que restan competitividad a las empresas: ?hay aspectos que un empresario no puede controlar, como son los costes energéticos, la burocracia administrativa, la falta de unidad del mercado nacional, la rigidez de la legislación laboral o la alta fiscalidad. Eso depende de nuestros gobernantes. Les dije a los políticos que ésos eran sus deberes si querían impulsar el desarrollo de España?. El valor de la palabra Defensor de la sociedad civil En su compañía aplica unos principios que por desgracia cada vez se ven menos en el competitivo mundo de la empresa, como es la honestidad. ?Siempre decimos la verdad, nuestra palabra tiene el valor de un contrato?, apunta rotundo. Su éxito se basa en introducirse en sectores con muchas barreras tecnológicas de entrada, producir una gama premiun de alto valor añadido y, sobre todo, ?haber inculcado a nuestra plantilla el orgullo de estar en una compañía como el Grupo Alibérico?. Lógicamente, este empresario que desprende vitalidad por los cuatro costados también se acuerda de los fracasos. ?En La India tenía una operación casi cerrada para abrir una fábrica, y al final los socios locales me dejaron tirado. También me he encontrado con directivos que no entendieron mis principios de honradez y traicionaron mi confianza?, indica. Sus jornadas se alargan desde las 7,30 horas hasta las 21,30 horas si no tiene cena de trabajo. Al gestionar un imperio con ramificaciones industriales por media España y otros seis países, el 80% de su tiempo 80__Nº240 Mayo 2016 UN REFERENTE PARA LA CLASE EMPRESARIAL Clemente es un fiel defensor de la sociedad civil, por lo que a lo largo de su vida se ha implicado en numerosas asociaciones, desde las agrupaciones internacionales del sector del aluminio hasta otras de nuestro país. En la actualidad, es miembro de la junta directiva del Instituto de Empresa Familiar, vicepresidente de CEIM y vocal de las juntas directivas de CEOE y del Club Financiero Génova. Con anterioridad, fue presidente durante cinco años de la Asociación para el Desarrollo de la Empresa Familiar de Madrid (Adefam). También es un apasionado de la formación, por lo que da clases desde hace cinco años en la Escuela de Empresarios (Edem), ubicada en Valencia e impulsada por su amigo Juan Roig, presidente de Mercadona. En este centro Clemente transmite su sabiduría en el curso 15×15, en el que los alumnos comparten quince días con otros tantos empresarios líderes. Durante los dos últimos años ha pronunciado la conferencia inaugural, con una ponencia de cinco horas. La última vez tuvo que coger un vuelo desde Australia para poder intervenir en el centro valenciano, y luego volvió a volar a Nueva York y Dallas, y después regresar a España. ?Y sólo en una semana?, aclara. Así es Clemente, un hombre que se toma muy a pecho sus múltiples compromisos y no deja nada a la improvisación. está de viaje tanto visitando las factorías españolas como las del extranjero. ?Suelo hacer un vuelo internacional al mes. En 2015, estuve cuatro veces en Australia, tres en EE UU, una en Brasil y otra en Marruecos, aparte de los viajes a las plantas que tenemos en Europa?, enumera este incansable empresario. Los fines de semana intenta descansar, estar con la familia, pasear por el monte o navegar; aunque eso sí, todas las tardes del viernes recibe 72 informes de sus directivos sobre la evolución de las filiales, que estudia el sábado por la mañana. Y es que hay personas que tienen la virtud de estirar el tiempo como plastilina.

Página 80 del número 240, de mayo de 2016
Número 239Número 240, de mayo de 2016Número 241

Número 240, de mayo de 2016