Página 52 del número 238, de marzo de 2016
50-52 opi opi dg fp.qxp_maqueta consis 22/02/16 11:54 Página 2 52 opinión los centros de formación desempeña un papel importante en la creación de nuevos lugares de trabajo y el fomento de la competitividad tanto a nivel local, como regional o nacional. Pero esto requiere que los centros de formación posean un alto grado de conocimiento de las empresas y de los sistemas de producción. El desajuste entre la formación y las necesidades de cualificación de los sectores productivos sigue constituyendo un importante problema en toda Europa. Si esta situación no mejora, la obsolescencia de cualificaciones, unida la baja reposición en el mercado de trabajo, acabarán por desembocar en la consolidación de la escasez de mano de obra cualificada. Por ello, como señala reiteradamente el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (CEDEFOP), los esfuerzos orientados a una mayor aproximación entre el mercado laboral y los sistemas de educación y formación deben ser potenciados con un mayor compromiso por parte de las instituciones y de los empresarios. Aquí debemos incluir las políticas dirigidas a aumentar los puestos de aprendizaje o de trabajo en prácticas. Los datos demuestran que los jóvenes integrados en programas de este tipo tienen más probabilidades de adquirir aptitudes y actitudes útiles para las empresas que les ayudarán a encontrar el trabajo adecuado. Nuevas competencias El mundo cambia. La globalización, los avances en las tecnologías y los canales de comunicación y de transporte interactúan configurando una nueva estructura del empleo y de las cualificaciones y competencias necesarias para ocupar los puestos de trabajo. Si bien por definición el futuro es incierto, todo parece apuntar a que cada vez será más importante que la fuerza del trabajo alcance unos niveles de cualificación profesional más altos como clave del éxito de todo individuo en el ámbito socioeconómico, del empleo, de la productividad y competitividad de las empresas. No obstante, es difícil establecer las nuevas competencias que serán necesarias para los nuevos empleos. La Unión Europea trabaja en una nueva Agenda de ?La transformación de la propuesta de valor, de la presencia internacional o del modelo de empresa será difícil si no se logra un buen ajuste entre los sistemas de formación y los sistemas de producción. Para ello, es necesario estrechar la colaboración entre los centros de formación y las empresas en espacios de interacción compartidos? Competencias que será debatida en las reuniones del Consejo de la UE en los próximos meses. La OCDE ofrece a los distintos países marcos de referencia para analizar las fortalezas y debilidades en el ámbito de las cualificaciones y competencias y el CEDEFOP ha llevado a cabo comparaciones entre 31 países europeos en relación con la oferta y la demanda de capacidades, facilitando una imagen de la situación paneuropea a medio plazo (hasta 2025). El pronóstico es un aumento gradual del empleo, pero el mensaje clave es que, aunque la recuperación económica se consolide, es necesario cambiar el modo en que se desarrollan y se usan las competencias profesionales y establecer las que serán claves en la primera mitad del siglo XXI FP global para un mercado global En un entorno sin precedentes de competencia mundial, rápidos cambios tecnológicos, normas de regulación mundiales, poblaciones móviles en crecimiento y aparición constante de nuevos empleos y capacidades, tanto los sistemas de formación como las empresas se enfrentan a cambios que se traducen en nuevas formas de desarrollar la formación y de cualificar a las personas. Las fronteras entre los espacios de formación y de trabajo se diluyen y entremezclan y en ellos aparecen nuevos agentes y nuevas formas de desarrollo, activación y utilización del conocimiento. La colaboración entre los proveedores de formación y las empresas Nº238 MAR?16 adopta una nueva forma en un espacio de mayor dimensión y el exponente del binomio Aula+Empresa aumenta a medida que la economía avanza hacia la globalización. En esta nueva dimensión global, la formación profesional deja de ser territorio exclusivo de los sistemas nacionales de formación y empleo. Organismos sectoriales, agencias multilaterales y empresas nacionales e internacionales son los nuevos jugadores que han entrado en el terreno de juego y están cambiado el modo en que se imparten, se adquieren, se evalúan y se certifican las competencias y capacidades. La cualificación profesional está yendo más allá de la educación formal en toda Europa y la presencia de las empresas y organizaciones sectoriales en el desarrollo y activación de las competencias es cada vez mayor. El binomio se transforma en polinomio y su potenciación genera nuevos términos y espacios de participación hasta ahora desconocidos. Nuevos tiempos, nuevos desafíos La irrupción de nuevos elementos en la formación profesional no sólo añade más términos en el polinomio. También nos lleva a cuestionar la medida en que las cualificaciones, los programas de formación y los currículos nacionales e internacionales se van a considerar creíbles en el mercado de trabajo a escala nacional y a escala global. Esto va a depender de si se aplican sistemas de garantía de la calidad transparentes y fiables, más que de la naturaleza de los proveedores de la formación. Como señaló Marianne Thyssen, Comisaria responsable de Empleo y Asuntos Sociales, Capacidades y Movilidad Laboral, en su intervención en la reunión de Ministros responsables de la Formación Profesional con interlocutores sociales europeos, Innovando por el futuro de la FP (Riga, junio de 2015), ?la calidad de la Formación Profesional depende en última instancia de que los gobiernos creen las condiciones correctas para la garantía de la calidad y la calidad de la enseñanza... Pero si queremos cambiar realmente la situación (aumentar la calidad y mejorar la empleabilidad) es imprescindible que todas las partes interesadas participen?.
