Página 60 del número 224, de enero de 2015
opi eco.qxp_maqueta consis 18/12/14 14:18 Página 1 60 opinión ¿Queremos? ¿Sabemos? ¿Podemos? JAVIER MÉNDEZ LIRÓN Economista S de la política y está lejos de poder manifestarse en su máximo esplendor, quizá porque ni siquiera se toma como opción obligatoria en la enseñanza secundaria ni en el bachillerato. Ojos que no ven, se decía no hace mucho. Pero, y hemos de reconocerlo, no sin cierto rubor, la gestión política y temporal no debe ser su fuerte a la vista de las circunstancias. Portadores de papeletas oplan vientos de papeleta en nuestro país y, el que más o el que menos, quiere hacer llegar mensajes que vayan más allá de las encuestas, pero ya no sirve introducir un papel en una botella y arrojarla al mar a ver qué pasa. Es necesario lanzar mensajes más contundentes. La veda del voto está abierta y nos encontramos con numerosas declaraciones salvadoras. Parece que estos cuatro años anteriores han servido de práctica, puesto que sin haber dado soluciones a los problemas de los ciudadanos, las musas han iluminado el camino y ya sabemos cómo hacerlo. Es de agradecer. Decía algún autor -pido disculpas por no recordar su nombre- que el trabajo del político no es resolver problemas, sino decidir con que problemas quiere vivir. La gran dificultad estriba en que cuando el número de ellos se multiplica y hay que elegir, se deben seguir en función de las prioridades. Es en ese momento cuando la gestión política y temporal de los acontecimientos se vuelve crítica. Hemos dejado de lado la gestión económica puesto que, desde hace tiempo se la ha confinado a ser una servidora Tras olvidar los deseos de la ciudadanía, los votantes se configuran como meros portadores de papeletas, y así mientras los decisores establecen las directrices de sus planes maestros, de su estrategia, tienden a pensar que con una sociedad fracturada tienen muy bien guardada sus espaldas y, de esta manera, se pone en marcha la solución de los recortes, que aunque son buenos para unos, lo que consiguen es simplemente debilitar a la mayoría de los votantes en nombre de los cuales se gobierna. Esfuerzos compartidos, nos decían, cuando en realidad lo que querían decir era ?esfuerzos con partidos", que hiciéramos los esfuerzos los ciudadanos y que nos llenarían de partidos los canales de la televisión. Es posible que no lo entendiéramos bien. Lapsus linguae o falta de cultura económico-financiera, no sabemos. Pero obviamente no era lo esperado por la mayoría. Al menos por la mayoría que nutre las negras estadísticas del SEPE. Pero, como no hay mal que cien años dure, las urnas vuelven a casa como la Navidad y es hora de presentar los grandes logros con lazos majestuosos bajo el árbol iluminado de la prosperidad. Reducción del déficit que junto con la caída Nº 224 ENE?15 de la prima de riesgo nos da fiabilidad en los mercados, una bondadosa reforma laboral que mejora el empleo y quizá algún día los salarios, una beneficiosa reforma fiscal por la que algunos dispondrán de un par de euros más al mes con los que incentivar el gasto, la talentosa lucha contra la corrupción cuando ya es imposible negar su existencia, recortes en Sanidad y pensiones aunque te hayas hecho acreedor a lo largo de toda tu vida laboral, también recortes en Educación, etc. No entraremos en detalles, pero baste decir que las dos primeras, que se catalogan como los logros estrella, son consecuencia directa de la intervención del Banco Central Europeo. No suele ser bien recibido apropiarse de logros ajenos aunque sea costumbre, respecto a las demás, dejamos al lector su interpretación, seguro que será acertada. Virtud y ruina En otras épocas, determinadas medidas hubieran supuesto un simple disgusto sin mayor importancia, se hubieran disuelto en una sociedad opulenta. Pero ahora, tienen la fuerza necesaria para impedir que se salga airoso del test que causa stress, el de las urnas porque como afirmaba Maquiavelo "si analizamos detenidamente, lo que parece virtud es causa de ruina, y lo que parece vicio sólo acaba por traer el bienestar y la seguridad". Como consecuencia de lo anterior, aparece en escena el populismo, en realidad, siempre ha ocupado un espacio en los programas del clan bipartidista, pero ahora éste se ha convertido en partido y el efecto Podemos o no parece hacer temblar el panorama político. Las salidas de Rubalcaba, Méndez, Botella, Cayo Lara etc. de la escena política, ¿miedo a ganar?, junto con la descomposición de la clase política por los diferentes affairs con lo no ético en Andalucía, Valencia, Madrid... abonan un camino muy fértil para el desarrollo de todo populismo ya sea de Podemos o simplemente popular