Página 8 del número 215, de abril de 2014
opi lucas 25/3/14 12:27 Página 1 8 opinión La internacionalización de la empresa U na de las opiniones más extendidas sobre el desarrollo de la crisis económica es que las entidades más internacionalizadas están capeando la crisis mucho mejor que las sociedades con una visión exclusivamente nacional. Es casi unánime el consenso en torno a los beneficios que la globalización ha proporcionado a las empresas abiertas a los mercados internacionales. Lo que la teoría económica establece sobre la necesidad de diversificación de productos y mercados, la evolución de la crisis lo corrobora sin ningún género de dudas. Conclusión que se puede a aplicar a prácticamente todos los sectores de la economía, con especial atención a los que han sido más vulnerables en el proceso de gestación y desarrollo de la crisis. Basta con analizar el comportamiento del sector bancario desde que en agosto de 2007 saltaron las primeras alarmas: reducción generalizada de los beneficios generados en el mercado español, con un punto crítico en diciembre de 2012, año en el que todas las entidades declararon pérdidas operativas, situación que ha experimentado una ligera mejoría en 2013 por el alivio en la dotación de provisiones, en un marco de debilidad generalizada del sector, que se traduce de manera directa en la restricción de crédito que sufren las empresas. Resultados obtenidos en el mercado nacional, que son prácticamente coincidentes con los resultados totales, excepto en un pequeño número de entidades que disponen de una implantación LUCAS HERNÁNDEZ Economista geográfica ampliamente diversificada, con presencia en países de la Zona Euro, en economías europeas no integradas en la moneda única, en el área dólar y en países emergentes con diferentes divisas. La distinta exposición al ciclo económico de algunas economías con respecto a la UE ha permitido a esas entidades compensar las pérdidas en nuestro mercado doméstico, resaltando de manera especial la contribución a sus resultados de sus filiales en países emergentes, principalmente latinoamericanos. Debilidad Por el contrario, las entidades con presencia exclusiva en el mercado nacional muestran unos resultados dependientes en un porcentaje notable de operaciones de carácter especial, más que de la evolución del negocio natural de la banca. Su debilidad ante el futuro inmediato es indiscutible, mientras que las entidades internacionalizadas van a estar más protegidas por la diversificación alcanzada, su ventaja competitiva es evidente. Y más teniendo en cuenta que un proceso de internacionalización ni se improvisa ni se ejecuta en un período corto. Las entidades con un proyecto internacional ya consolidado se han dejado muchos pelos en la gatera (permítaseme la expresión) en los últimos años, hasta conseguir que fuera una realidad con beneficios. El sector construcción e inmobiliario es otro ejemplo claro de cómo una diversificación geográfica planificada con suficiente antelación ha protegido a muchas empresas de los embates fulminantes de los recortes presupuestarios en obra pública, sin olvidar el desplome del mercado inmobiliario que sorprendió al sector con un elevado volumen de suelo y edificación fuertemente apalancado con crédito bancario. El mercado exterior fue la tabla de salvación de algunas empresas. Las que habían vivido confortablemente en los años de la gestación de la burbuja, sin mayores preocupaciones que rentabilizar al máximo el presente próspero, sin planificar un proyecto a largo plazo que pasaba inevitablemente por ampliar horizontes, la crisis las ha situado en una posición próxima al cierre y la liquidación. Aventuras Entre los errores más llamativos nos encontramos con algunas aventuras, mitad especulativas mitad megalómanas, dirigidas a tomar participaciones relevantes en grandes empresas nacionales líderes en su sector, operaciones que carecían de sentido estratégico y que al estar fuertemente apalancadas han supuesto un auténtico problema financiero y de rentabilidad para las empresas que promovieron las operaciones. Es un típico ejemplo de estrategia equivocada, orientada en la dirección contraria a lo que dicta la lógica empresarial. En primer lugar, dieron prioridad a un planteamiento que pretendía fortalecer su posición en la estructura empresarial del país, minusvalorando los riesgos de una Nº 215 ABR?14 excesiva concentración en un mismo mercado. Pero quizás el aspecto más discutible de su estrategia resida en la decisión de entrar en sectores que eran ajenos a sus negocios fundamentales y de los que difícilmente podría obtener sinergias que incrementaran su rentabilidad. Y esta reflexión es válida para todo proceso de diversificación. Hay que diseñar una estrategia de éxito y para ello nada más adecuado que centrar la expansión en sectores y líneas de negocio que sean claramente complementarios con la actividad desarrollada en los mercados naturales. Si no está asegurado el éxito con estas premisas, por la dificultad de encontrar el socio adecuado que acompañe en el nuevo proyecto, los riesgos se multiplican si los planes de expansión se orientan hacia negocios ajenos y nuevos. Una última reflexión. En fechas recientes hemos asistido a la toma de participaciones en empresas españolas por inversores internacionales, en el marco de una estrategia empresarial dirigida a reforzar la estructura de capital de esas entidades y a impulsar proyectos de expansión en los mercados de origen de los inversores internacionales. Creo que es un planteamiento inteligente que va a permitir a las entidades acometer con rapidez la internacionalización necesaria, reduciendo los plazos de un proceso que requiere un largo período de aprendizaje e implantación. Operaciones que merecen una valoración positiva porque crean valor para la empresa, mientras que otro tipo de inversiones que comenté el mes pasado tienen un perfil especulativo y de escaso valor. Conclusión, el futuro es de las empresas internacionalizadas y con visión global de sus negocios.