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Página 3 del número 215, de abril de 2014

OPINIÓN ALBERTO 25/3/14 12:26 Página 1 Alberto Cagigas acagigas@castillayleoneconomica.es  www.castillayleoneconomica.es/blogs/gacetillero-2-0  @acagigasperez Tolerantes con la corrupción FOTO: DANIMANTIS Cada vez que imputan a un político o a algún trepa de la estirpe real por casos de corrupción, nos ponemos muy estupendos y decimos en voz alta: ?que todo el peso de la Ley caiga sobre él?. Al margen de que la frasecita sirva de desahogo del pueblo llano, porque lo más seguro es que ocurra justo lo contrario ya que las castas protegen a los suyos, no decimos lo mismo cuando vemos comportamientos reprobables en nuestra vida cotidiana. Si tenemos corruptelas en partidos políticos, sindicatos, patronales y otras instituciones públicas es porque se desenvuelven en una sociedad, la española, permisiva con la corrupción. Lejos de ir a menos, con la crisis esta lacra ha aumentado porque hay más necesidad de meter la mano en la caja pública para ganarse la vida, por lo que a la par se dispara la economía sumergida. Cuando la pobreza entra por la puerta, el honor salta por la ventana Recientemente conocimos varios datos que reflejan la gravedad del problema: la economía sumergida ya representa cerca de la ¡cuarta parte! del PIB en España y en Castilla y León se han detectado casi 9.500 empleos sumergidos en los últimos dos años, con un alza del 9,5%, mientras que en nuestro país esta cifra supera los 161.000 puestos de trabajo. A nadie se le escapa que el fraude es inversamente proporcional a la renta de una sociedad. Cuanto más empobrecidos, más tramposos. ¿Por qué nos hemos vuelto más corruptos?, ¿por qué intentamos no cumplir con nuestras obligaciones tributarias? Pues porque nuestra endémica tolerancia con la corrupción doméstica ha servido de caldo de cultivo para que se dispare este comportamiento en plena crisis. La elevada tasa de paro ha provocado que muchas personas complementen los ingresos del subsidio con el dinero obtenido con chapuzas; que la mayor presión fiscal anime a los hombres de negocio a tener una caja B; y que el deterioro de algunos servicios sociales y el recorte en las coberturas provoquen que más de uno se cuestione para qué sirven sus impuestos. Esta espiral es muy perniciosa, porque al final aumentan las cargas tributarias a los únicos que cotizan, sobre todo a las empresas que cumplen con sus obligaciones fiscales, lo que les resta competitividad al aumentar sus costes frente a los que se escabullen de Hacienda. No sólo somos permisivos con la economía sumergida, sino que la ensalzamos. Cuántas veces hemos visto que un conocido se vanagloria de haber pagado un producto o servicios sin pedir factura, con lo que se ahorra el IVA. Lejos de afearle su conducta, lo más seguro es que los suyos le den una palmadita en la espalda admirando su picaresca, y de paso piden que les invite a unas cañas con el dinero ahorrado. Ya sé que nunca vamos a denunciar a un colega por esta práctica, pero si al menos no alabamos su comportamiento tal vez empecemos a reducir la permisividad al fraude. Un ejemplo de cómo concienciar a la sociedad sobre este tema es la campaña lanzada por The Singular Kitchen, con sede en Valladolid y líder español en cocinas. Esta compañía ha diseñado acciones promocionales donde explica a los consumidores que deben de pedir factura en sus compras porque así protegen sus derechos si tienen que reclamar y, sobre todo, porque con parte de ese impuesto se pagan los servicios sociales que luego todos queremos disfrutar, como educación o sanidad. Creo que es la primera vez que una empresa realiza una labor didáctica contra la economía sumergida. Recuerdo que un ex parlamentario sueco que ahora da clases en España nos confesó que lo que más le llama la atención de nuestro país es la tolerancia a las prácticas corruptas. ?Si incluso a mí me vienen a ver padres para que apruebe a su hijo o le suba las notas ofreciendo regalos o favores a cambio. Por no hablar de la cantidad de sitios donde me recomiendan pagar sin factura?. Para él, de esta cultura doméstica del chanchullo luego salen nuestros campeones de la corrupción, donde, eso sí, somos una potencia. Director Alberto Cagigas Directora Comercial Luisa Alcalde Coordinación Juana Daldea, Víctor García, Vanesa Gómez Diseño Gráfico Marta Higuera Corresponsales Ávila Antonio Mayoral, Burgos César Presto, León Nuria González, Antonio Corcoba, Palencia Alberto Abascal, Salamanca Elena Cordero, Segovia Fernando Aranguren, Soria Saturio Ugarte, Zamora Óscar Alonso, Motor Santiago Garnica, Fotografía Ana Rodríguez de la Vega Consejo Editorial Francisco Ledesma, José Andrés Lorenzo, Juan Carlos de Margarida, Victoriano Martín, Olga Ogando, José del Ojo, José Ramón Perán, Carlos Sánchez-Reyes, Antonio de Santiago, José Miguel Useros www.castillayleoneconomica.es twitter.com/cyleconomica www.linkedin.com/company/castilla-y-leon-economica www.facebook.com/castillayleoneconomica www.youtube.com/user/cyleconomica Edita EDICIONES LA MESETA S.L. 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