Página 28 del número 192, de mayo de 2012

26-28 paco somoza 19/4/12 13:53 Página 3 28 empresas Compartir los riesgos con la familia Proceder de una familia de emprendedores en el mundo de la hostelería explica en parte su trayectoria, que para Francisco Somoza supuso un incentivo. Cuando sólo contaba con nueve años, sus padres le enviaron a un internado de Salamanca, donde aprendió a desenvolverse y ser independiente. Tras finalizar su etapa escolar, se trasladó a Madrid para cursar sus estudios en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, época que aprovechó también para trabajar en distintos estudios profesionales, ?lo que me permitió ampliar mi formación y ganarme un dinerillo?, recuerda. Poco después de licenciarse, regresó a su provincia por motivos de trabajo y para quedarse de manera definitiva y montar su propio estudio. ?Nunca me gustó depender de otra persona y sí poder tomar mis propias decisiones, volar solo. Aunque no todo son ventajas?, indica Somoza, que confía en que los futuros emprendedores dirijan su mirada hacia un mundo menos proteccionista, en el que se premie el esfuerzo, se generen nuevos estímulos y se reconozca el papel del empresario para la sociedad. Exposiciones y conferencias Ha compartido mesa con Amancio Ortega, fundador de Inditex, para cuyas empresas lleva a cabo distintos trabajos; y es amigo de sus amigos, entre los que figuran empresarios, periodistas, artistas muy conocidos y personas normales ?igualmente importantes para mí?. Pese a ello, asegura que su rutina diaria es como la de cualquier otra persona: ?me levanto sobre las 8,30 horas, desayuno casi siempre fuera de casa, me acerco al estudio para organizar el día y voy a ver algunas obras en las que estamos. Generalmente como algo ligero, si puede ser en alguno de los magníficos bares de tapas con los que cuenta la ciudad, y de nuevo a la tarea, que a veces incluye distintas reuniones con los directores de los centros hoteleros?. Las cenas suelen ser en familia, habitualmente después de ver alguna exposición o asistir a yuntura económica, es importante que generemos tejido empresarial, lo que siempre se transforma en empleos?, apunta el empresario zamorano. Quizá por ello su interés por emprender no cesa. Animado por Ana, su mujer, puso en marcha hace cuatro años junto a Esteban Sánchez una bodega para elaborar con tinta de Toro su vino Díscolo, con 15 meses de crianza en barrica y del que apenas produce 4.500 botellas. De ellas, casi el 50% se exporta a Suiza, Bélgica y Alemania. ?Como su propio nombre indica, con este caldo queríamos Hotel NH Palacio del Duero, en Zamora, propiedad y restaurado por Francisco Somoza. alguna conferencia. También encuentra tiempo para escribir, impartir clases, volcar comentarios en su perfil de Twitter, ver la televisión, ?que es el nuevo fuego, el nuevo hogar en torno al cual nos situamos? y rematar algún proyecto. ?Inevitablemente, la vida del empresario implica perjuicios para la familia, pues el trabajo te atrapa cada vez más. Para minimizar esta circunstancia en la medida de lo posible, todo lo que hago lo comparto con mi mujer y mis hijos, procuro tenerlos al corriente de todo lo que ocurre, ya que deben ser partícipes de los riesgos que implica cada decisión. Además, sus opiniones son esenciales, al igual que las del equipo con el que trabajo, que es un grupo humano al que debo todo?, asegura Somoza. hacer algo diferente a lo demás, muy natural, que provocara una sensación de sabores?, afirma. En breve, sacará al mercado un gran reserva y una línea de aceites, con la marca Letanía, de la que realizarán una producción limitada de 2.500 envases de 500 mililitros a partir de aceitunas portuguesas recogidas de la zona de los Arribes del Duero. ?Siempre me gustó transformar lo que la naturaleza te ofrece en productos que te proporcionan felicidad?, confiesa. En una cabeza en constante ebullición, las ideas no dejan nunca de agol- Nº 192 MAY?12 parse, por lo que no descarta en el corto plazo adentrarse más en profundidad en la industria agroalimentaria y en sus procesos de producción. ?Tengo aún por iniciar todos los proyectos del mundo. No hay ningún día que no me levante sin la necesidad de armar una nueva. Me divierte aportar cosas diferentes y ser capaz de dar lo mejor de mí?, indica Somoza, que guarda en su biblioteca particular una amplia colección de más de 300 cuadernos con notas y dibujos de instantes vividos a lo largo de las dos últimas décadas.