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Página 5 del número 188, de enero de 2011

5 opi lucas 19/12/11 13:59 Página 1 opinión 5 Todos contentos, todos insatisfechos L os acuerdos adoptados en la cumbre del 9 de diciembre de 2011 son un paso en la dirección correcta, pero no es una solución completa para resolver la crisis de deuda de la zona euro. Lo que sucedió ese día es parte de la solución, pero no es la solución. Tengo que confesar que ese párrafo íntegro tenía que haber ido entrecomillado, porque no es de mi cosecha, corresponde su autoría nada menos que al FMI. El contenido del acuerdo es suficientemente conocido: mayor integración presupuestaria entre los países de la UE y descuelgue (¿definitivo?) de Gran Bretaña, que, en román paladino, quiere decir que queda sacralizada la austeridad presupuestaria para mayor gloria de Alemania. Por supuesto, nada que objetar a este ambicioso objetivo asumido por todos los países. Pero lo realmente preocupante es que una vez más se ha eludido el debate de aspectos tan relevantes para la solución de la crisis como la necesidad de establecer un mecanismo de solidaridad entre los países de la UE para hacer más digerible a los miembros más débiles las consecuencias sobre el crecimiento económico y el empleo de la aplicación de nuevas y adicionales medidas de austeridad exigidas para alcanzar el déficit cero impuesto por Alemania. Y ese mecanismo de solidaridad es la puerta de entrada de LUCAS HERNÁNDEZ Economista los eurobonos, que permitiría a todos los Estados de la UE obtener financiación a costes razonables. A todos, insisto. Porque la situación actual no puede ser más injusta: no es racional el comportamiento de los mercados con relación a Alemania. Sin cumplir al día de hoy los exigentes requisitos impuestos por ella misma en la cumbre del 9 de diciembre, no está justificado que en algunos momentos la Letra del Tesoro alemán cotice con tipos de interés negativo; y ello equivale a que los inversores tienen pérdidas aseguradas a su vencimiento. Comportamiento irracional, alejado de las teorías que atribuyen a los mercados la misión de asignar de manera eficiente los recursos económicos. Mientras tanto, el Tesoro español tuvo que pagar el 4% en la última subasta de Letras a doce meses. Costes financieros Es de justicia que, en el marco de la filosofía de coordinación de las políticas económicas de los países miembros de la UE, se armonicen también los costes financieros para los Tesoros nacionales, pues en caso contrario tendremos permanentemente unas economías privilegiadas, que obtendrán unos beneficios sobrevenidos por un comportamiento ineficiente de los mercados, y no por actuaciones propias de los países beneficiados. No olvidemos que todos los miembros de la UE se han comprometido a eliminar el déficit público, y los países débiles sí que van a tener que aplicar medidas dolorosas para sus ciudadanos. Por tanto, en compensación (y también como estímulo) por las políticas de sacrificio que van a aplicar, merecen que los eurobonos no se demoren, por razones de solidaridad y de justicia. Pero como los eurobonos necesitan un período largo para su implantación, incluso después de acordada su puesta en marcha, es obligado recurrir de manera inmediata a medidas que faciliten la reducción de los costes de financiación de las economías más débiles, como vía adicional para reconducir los abultados déficits actuales. Los elevados costes que padecen los países del sur hacen más difícil el control del déficit. Y una vez más tenemos que hablar de la imperiosa necesidad de que el BCE cambie de actitud y definitivamente se homologue con la Reserva Federal y el Banco ?Sin crecimiento no saldremos de la crisis y el pretendido y comprometido déficit cero no será más que un espejismo? Nº 188 ENE?12 de Inglaterra. También en este punto decepción total de la cumbre, que por imposición alemana no fue abordado, a pesar de que ya nadie duda de que sólo el BCE tiene la llave y los recursos para acabar con la crisis de deuda. Sería necesario que mostrase en este punto la misma diligencia que ha mostrado para atajar la otra gran crisis que padecemos, la más antigua de todas las crisis que sufrimos, la crisis bancaria, al inyectar a los bancos europeos toda la liquidez que necesitan, en un momento en que el mercado interbancario está absolutamente colapsado. La protección del sector financiero es vital para impedir que la crisis en la zona euro sea definitivamente incontrolable. Pero la crisis de la deuda soberana amenaza a todo el sistema económico. Y a corto plazo sólo puede actuar el BCE. Crisis de crecimiento Para terminar, una referencia a la ausencia más clamorosa de la cumbre: ni una sola mención ni reconocimiento de lo que ya nadie duda, estamos inmersos en una grave crisis de crecimiento. ¿En qué cumbre se abordará el diseño de un paquete de medidas que contribuya a salir de la recesión? Todas las omisiones comentadas son preocupantes, tal como he explicado, pero asumamos todos que sin crecimiento no saldremos de la crisis y el pretendido y comprometido déficit cero no será más que un espejismo. En resumen, todos contentos: hay acuerdo casi unánime sobre el objetivo de déficit cero. Pero todos insatisfechos: falta mucho por hacer. Termino como el mes pasado: a pesar de todo, algo se mueve. Tengamos confianza.

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