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Página 76 del número 184, de septiembre de 2011

76 opinión El papel del vino en época de crisis JUAN CARLOS DE MARGARIDA Economista L os vinos españoles tienen una gran oportunidad en los mercados más importantes de exportación. En este sentido, se puede afirmar que más de cien millones de consumidores de vino no nos beben comparado con los casi 43 millones que sí lo hacen. La escasa promoción del vino ha provocado poco interés de los jóvenes entre 20 y 30 años por la cultura del vino. Además se ha producido una pérdida de penetración en el mercado nacional, no tanto por la crisis sino por acciones como la legislación en materia de seguridad vial y la prohibición en establecimientos públicos del consumo de tabaco. En el mercado mundial del vino, los distintos productos poseen un alto grado de diferenciación, pero compiten por una misma demanda. El comercio mundial del vino (cerca de 87 millones de hectoli- tros) se caracteriza por su doble concentración: diez grandes países exportadores (cinco del Viejo Mundo y cinco del Nuevo) vendemos el 88,1% de todo el vino mundial; y cinco importadores adquieren el 70,8% del vino mundial (incluyendo Francia, Portugal e Italia, que son también productores). Existe una sobreproducción en el sector desde los años 80, si bien la misma se ha venido reduciendo en los últimos 15 años. En 2010 se han producido 10,7 millones de hectolitros menos, lo que supone una caída del 4%. Además se han incorporado nuevos productores al mercado, proceso iniciado por EE UU, liderado por Australia y consolidado por Chile, Argentina, Sudáfrica, Nueva Zelanda y China. Países tradicionales e a co ae Los países tradicionales son España, Francia e Italia. Los dos últimos partían de una mejor posición competitiva que España, pero en los últimos años ésta se ha consolidado como una de las potencias del sector. En relación con la evolución de la demanda, ha habido una disminución durante los últimos 25 años en los países productores tradicionales. La crisis del consumo del vino se gestó en los años 80, llegando a caer la demanda un 25%; sin embargo, a partir de 1995 se experimenta un cambio en la tendencia debido al incremento en el consumo de nuevos países. Potencia mundial n n Respecto a España, se puede afirmar que es una potencia mundial, primera en cuanto a superficie cultivada y tercera en producción. Sin embargo, el consumo de vino en España es muy bajo -18 litros por persona y año- cuando hace 30 años se consumían 50 litros. En Suiza, por poner un ejemplo, se consumen 42 litros por persona y año. Es decir, tenemos un gran producto que no nos bebemos, pero sí puede venderse fuera. Un dato importante a tener en cuenta es que la extensión de cultivo en España es de 1,05 millones de hectáreas, siendo el país con mayor extensión de viñedo del mundo, el 28,8% de la superficie total de la UE y el 14% de la superficie mundial. Sin embargo, como consecuencia de la Reforma de la Organización Común del Mercado (OCM) del Sector del vino aprobada por Reglamento (CE) Nº479/2008 del Consejo, en España durante la campaña 2009-2010 se redujo la superficie en 25.348,16 hectáreas, siendo esta reducción de 26.316,41 hectáreas para la campaña 2010-2011. La suma de las tres campañas previstas con ayudas para el arranque Nº 184 SEP?11 de viñedo dejaría a España con 96.200 hectáreas menos; habiendo consumido, con ello, un 50% del presupuesto comunitario para dichas ayudas. La relación calidad precio de los vinos españoles les ha abierto hueco en los mercados exteriores. España produce casi la cuarta parte de toda la UE, lo que supone el 15,1% mundial. El sector exterior supone el 33% de la facturación. Respecto a la evolución de la demanda, ésta es positiva en relación con el mercado exterior frente a una evolución negativa del mercado interno motivada por la crisis económica, las medidas impuestas en seguridad vial y el escaso interés que despierta el vino entre los jóvenes de edades comprendidas entre 20 y 30 años. No obstante, aunque el consumo de vino en el canal Horeca continúa descendiendo, el consumo doméstico ha aumentado. Las cifras del vino español en el año 2010 fueron contundentes: 342.000 viticultores, existen 78 zonas de producción de vinos de calidad y 3.991 bodegas. Además, con una producción de 40,1 millones de hectolitros en 2010, las ventas globales se incrementan un 2,8% en volumen y un 2,5% en valor gracias a la exportación y la alimentación. Sin embargo, si nos fijamos en el canal Horeca, caen un 9,5% en volumen y un 8,3% en valor. Respecto a la estructura de la oferta en España, nos encontramos con un sector muy atomizado, más pegado a la producción que al consumi-

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