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Página 78 del número 182, de julio de 2011

opi julio 20/6/11 12:03 Página 2 78 opinión tos solicitados para poder enviar dinero a Grecia y Portugal y así situarnos en la élite de la magnanimidad europea. Es posible que ésa sea nuestra estrategia. Puesto que nuestro país no tiene, en las condiciones que manejamos, posibilidad de abandonar la crisis, hagamos que sean los demás los que la abandonen a ver si con un poco de suerte aumentan nuestras exportaciones. Pero, ¡cuidado!, porque aunque el clavo con clavo sale, no es de recibo intentar corregir errores con otros. Pero, ¿dónde podemos situar el problema para intentar encontrar posibles salidas? Basta con salir a la calle y escuchar expresiones como ?más vale un mal acuerdo que un buen juicio? o esta otra ?es mejor ser el primero que ser el mejor? para empezar a centrar el tema que nos ocupa. Hemos llegado a la conclusión de que en el caso de la primera, nos debemos conformar ante la ineficiencia de la justicia, además de un tiempo a esta parte y gracias a los continuos cambios que observamos parece que viene siendo mejor cambiar la ley que cumplirla, así evitamos dificultades innecesarias. Es curioso, como en el proceso concursal el quita y espera, aunque tenga un cierto sentido, parece que lo que protege es al incumplidor en detrimento de aquéllos que actuaron de buena fe y que sólo pretenden hacer válido el principio latino pacta sunt servanda o dicho de otra manera la obligación de cumplir los contratos. Teoría del todo vale La segunda expresión, y dado que en España no somos los primeros en casi nada, nos conduce a la teoría del todo vale. Ya que si atendemos a lo que dicen Kjell Nordstrom y Jonas Ridderstrale, al tener la sociedad del exceso un exceso de empresas parecidas, emplear a gente parecida, con educación parecida, con ideas parecidas, producir cosas parecidas, con precios parecidos y con calidad parecida. El resultado no puede ser otro que el empeoramiento continuo. Por tanto, podríamos deducir de lo dicho que los problemas son la falta de seguridad jurídica y la mediocridad ya que cuando todos piensan lo mismo lo que está ocurriendo verdaderamente es que se piensa poco. La desaparición de la competitividad con la creación de registros y holdings en determinadas áreas terminarán por empeorar aún más la situación. ?Lo que sí que me ha resultado curioso es que no hayamos visto ningún anuncio pidiendo el voto para Merkel pues, en definitiva, en esta última etapa es la que está dirigiendo los designios de nuestro país? trataría de un chascarrillo con la intención de ganar algún favor político u obtener alguno de esos premios dirigidos a fomentar la desigualdad por más que se empeñen en llamarlos de igualdad. La obligación de una empresa que se quiera denominar empresa y no reunión de amiguetes (por cierto, esta figura debería ser recogida por la legislación debido a la dimensión adquirida en los últimos años), es contratar al mejor personal disponible para realizar las funciones que la empresa necesita. Sean hombres o mujeres, lo mejor que exista en el mercado, no lo que más subvencionado esté, no lo que sea políticamente más aceptable, simplemente lo mejor. Productividad Es necesario el establecimiento de un cuerpo jurídico preciso y estable y con el suficiente dinamismo en sus actuaciones para que las reglas del juego sean rápidamente asimiladas y se apliquen de manera rápida y justa, permitiendo a los actores establecer sus estrategias en una situación de competencia, aunque esto nos obliga a realizar un preciso control sobre su cumplimiento. No parece de recibo que en Cataluña se anuncien ERE de empresas públicas para después de las elecciones para evitar pérdidas de votos, tampoco que se hable de copago sanitario cuando se permite la economía sumergida y mucho menos que se utilice el silencio administrativo como escudo ante las reclamaciones legítimas de ciudadanos o empresas, para evitar tener que cumplir la normativa establecida por la propia administración o que el deliberado e irresponsable incumplimiento del déficit por parte de determinadas instituciones ponga en peligro la recuperación económica. Bufones En cuanto al segundo tema, es cierto que de unos años a esta parte el sentimiento del ridículo se ha ido perdiendo, pero eso no debe convertirnos en bufones. Los ciudadanos nos hemos acostumbrado al mal proceder de determinadas empresas y aunque no estamos de acuerdo lo soportamos. Las empresas deben buscar la excelencia. Hace unos meses leíamos en los medios cómo una empresa afirmaba que había querido contratar siete mujeres para ocupar determinados puestos y no había encontrado a ninguna con esa formación. Supongo que se Nº 182 JUL?11 Se debe mejorar en la productividad, pero habría que empezar a hablar de productividad por el lado de la empresa. No parece racional que los errores estratégicos, la falta de puesta a disposición de medios adecuados para el trabajo o la inutilidad de algunos directivos o propietarios se deban solucionar con la reducción de salarios a los trabajadores. La empresa debe orientar su actividad al cliente, pero eso no significa que el cliente deba pagar los platos rotos de la empresa, que la ineficiencia se apodere del mercado como viene ocurriendo, sino que se debe dar el servicio que el cliente necesita, pues eso es lo que fundamenta la propia existencia de la empresa. Y, sobre todo, se debe innovar. La innovación se ha convertido en un tema recurrente, siempre se habla de ella pero nunca se pone en práctica y además cuanto más se necesita más trabas encuentra lo que conduce inexorablemente a la imposibilidad de competir en un mercado abierto. En definitiva, sin atender a los recursos humanos, aunque aparezcan en distintos manifiestos empresariales como su principal activo, sin potenciar la creatividad, la innovación y la atención al cliente. Sin tener presente los criterios de calidad que deben presidir la empresa y todo ello dentro de un marco de legalidad, da igual quien gobierne, cuanto dinero se aporte o si son hombres o mujeres, jóvenes o mayores los que trabajan; el resultado es que daremos un paso hacia delante y finalmente caeremos en el precipicio. Artículo elaborado con la colaboración del Colegio de Economistas de Valladolid.

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