Página 3 del número 182, de julio de 2011

pg.3 20/6/11 11:23 Página 1 Alberto Cagigas acagigas@castillayleoneconomica.es - www.castillayleoneconomica.es/blogs/gacetillero-2-0 c Empresarios por el mundo En esta última quincena me he puesto en contacto vía e-mail con varios empresarios de Castilla y León con un denominador común: sin yo saberlo, se encontraban en el extranjero, en concreto en Chile, Perú, Brasil, Panamá y Bulgaria. Desde luego que no estaban de vacaciones, sino buscando nuevos mercados mediante la internacionalización de sus empresas ... ... Se trata de compañías de mediano tamaño, con sede social en nuestra región y pertenecientes a diferentes sectores. ¿Qué hacen todos por esos mundos?, ¿tienen el Síndrome de Phileas Fogg? La respuesta es muy sencilla: buscan fuera lo que no encuentran dentro. Hace años que los gurús aconsejan a las empresas iniciar su internacionalización, en un proceso que fue ejecutado con acierto por las principales compañías y bancos españoles, hasta el extremo de que cuando uno camina por la Avenida Paulista de Sao Paulo -tal vez el principal pulmón económico y financiero de Sudamérica-, no sabe si anda por el madrileño Paseo de la Castellana o por la rúa brasileña ante los innumerables carteles de marcas españolas. Pero desde que la tierra ha vuelto a ser plana por la globalización, este fenómeno ya afecta a negocios de cualquier tamaño, sobre todo cuando se desenvuelven en un mercado local anquilosado. Hagan cuentas: el FMI prevé un crecimiento de la economía española del 0,8% en 2011 y del 1,6% en 2012. Con esos porcentajes, muchos empresarios consideran que sus negocios corren el riesgo de quedarse estancados y, tal vez, desaparecer. Abramos las ventanas y miremos fuera, por ejemplo a esos países en los que he localizado en los últimos días a estos cinco empresarios. Si consultamos la misma fuente, Perú crecerá un 7,5%, Chile un 5,9%, Paraguay un 5,6% , Brasil un 4,5% y Bulgaria un 3%. Excepto en este último Estado, se trata de alzas impensables incluso en nuestros añorados años de bonanza, que al contrario que las golondrinas becquerianas, no volverán, al menos en cercanas primaveras. Abordar los mercados exteriores no es un camino de rosas y las alternativas son numerosas, como comprar una empresa local, aliarse con una compañía autóctona, seguir como proveedor a una multinacional española o, la más arriesgada, desembarcar en solitario. Sobre este tipo de operaciones, los empresarios con los que he hablado coinciden en señalar que siempre existe riesgo, incluso aunque se adopten todas la medidas debido a la inestabilidad política de algunos de esos países (por ejemplo, ¿qué camino seguirá Ollanta Humala en Perú?, ¿desarrollará una política populista o tomará nota del éxito de Lula da Silva en Brasil?). En lo que también están de acuerdo estos hombres de negocios es que la internacionalización es una apuesta a largo plazo, de maduración lenta. Pero la aventura merece la pena ante la situación del mercado español. ?Hace cuatro años, mi plan estratégico contemplaba que el 20% de la facturación procediera del extranjero. Ahora nos hemos marcado elevar ese porcentaje al 40% si queremos mantener un crecimiento adecuado?, me comentó un empresario sobre este tema. Como vemos, no sólo se trata de un fenómeno de las multinacionales españolas -que llevan más de un año destacando el porcentaje del beneficio generado fuera de nuestro país para ganarse la confianza de los inversores internacionales pues ahora mismo la marca España penaliza el valor de las acciones e incluso algún banco ha publicado un anuncio con un mapa mundi donde explica el origen geográfico de sus plusvalías-, sino que desde que estalló la crisis es una estrategia aplicada también por muchas pymes. Sobre este asunto, el presidente de una empresa de Castilla y León cotizada en Bolsa me dijo recientemente que acababa de finalizar un road show por las principales plazas financieras de Europa para explicar a los inversores que su empresa tenía diversificado el origen de sus ingresos al poseer fábricas fuera de España. Sólo quienes se adelantaron en la ejecución de este proceso observan con cierta calma la evolución de la economía española porque, como es el caso de algunas empresas de Castilla y León, más de la tercera parte de su facturación se genera en el extranjero. Esos empresarios han decidido tomar la iniciativa frente a los que permanecen centrados en el mercado doméstico y enfrascados en disgresiones sobre cuánto durará la crisis. Sobre estos fútiles debates, recuerdo una anécdota escrita por Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal de EE UU durante casi 20 años, quien rememora que en la primera campaña electoral a la que se presentó Ronald Reegan había una polémica pública en la sociedad sobre si la economía norteamericana estaba en recesión. El ex actor y luego inquilino de la Casa Blanca zanjó la polémica con una histórica frase. ?Si es una definición lo que quieren, yo les daré una. Una recesión es cuando tu vecino pierde su trabajo; una depresión es cuando pierdes el tuyo; ¡y la recuperación viene cuando Jimmy Carter pierde el suyo!?. Cada uno es libre de aplicar esa sentencia a la agitada actualidad española sustituyendo el nombre del político. El pasatiempo resulta muy tentador. Director Alberto Cagigas Directora Comercial Luisa Alcalde Coordinación Juana Daldea, Víctor García, Vanesa Gómez, Esther González Diseño Gráfico Marta Higuera Corresponsales Ávila Antonio Mayoral, Burgos César Presto, León Nuria González, Antonio Corcoba, Palencia Alberto Abascal, Salamanca Elena Cordero, Segovia Fernando Aranguren, Soria Saturio Ugarte, Zamora Óscar Alonso, Motor Santiago Garnica, Fotografía Ana Rodríguez de la Vega Consejo Editorial Francisco Ledesma, José Andrés Lorenzo, Juan Carlos de Margarida, Victoriano Martín, Olga Ogando, José del Ojo, José Ramón Perán, Carlos Sánchez-Reyes, Antonio de Santiago, José Miguel Useros Nº 182 JUL?11 Edita EDICIONES LA MESETA S.L. 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