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Página 3 del número 169, de junio de 2010

3-editorial 19/5/10 11:44 Página 1 Burbujas por estallar uchos expertos consideran que la crisis ya ha tocado fondo, pero resulta que es un lodazal, así que cada vez nos hundimos un poco más, al menos en este país, porque otras zonas del planeta empiezan a ver la luz al final del túnel. Si está usted con el ánimo decaído, le advierto que es mejor que no siga leyendo y pase de página; en caso contrario, iniciemos un viaje a las tinieblas que no se hubiera imaginado ni el propio Joseph Conrad, porque aún quedan muchas burbujas por estallar y todas afectan a Castilla y León. Empecemos por la agroalimentación, con algunos subsectores con sobrecapacidad productiva, tal como pasó con la automoción y cuyas nefastas consecuencias conocemos. Según me comentan bodegueros e industriales del ibérico, sobra vino y sobra jamón, con el agravante de que Alberto Cagigas son productos con fecha de caducidad. En bodegas y naves se acumulan acagigas@castillayleoneconomica.es stocks de estos productos perecederos sin que se puedan comercializar por la caída de la demanda, sobre todo de alimentos que no son de primera necesidad y que tienen un precio medio-alto. ¿Hasta cuándo podrán aguantar estas empresas tener enterrada una inversión de tal magnitud? Ambos subsectores siguen el modelo del negocio inmobiliario, donde se generó una oferta superior a la demanda por la llegada de nuevos empresarios que creían que en estos negocios iban a conseguir una rentabilidad elevada. Como ejemplo de esa tendencia, una Denominación de Origen como la Ribera del Duero, que basa su fama en la calidad y en producciones limitadas, tiene ya más de 200 bodegas. Del sector financiero de nuestra comunidad autónoma poco les puedo contar que no se haya escrito sobre este baile de fusiones que nos tiene a todos mareados, menos a los que se aferran a los sillones de sus consejos de administración. Según los que entienden de esto, en España, y por supuesto en Castilla y León, sobra al menos el 30% de la estructura (plantilla y oficinas) del sistema. Aún estamos inmersos en la primera oleada del proceso de concentración, pero a medio plazo habrá nuevas fusiones hasta que queden alrededor de una docena de entidades de ahorro en todo el país. Por lo tanto, es un negocio donde al bisturí le espera un duro trabajo. Tampoco vislumbran el futuro con tranquilidad las constructoras centradas en la obra pública, que han visto desaparecer a muchas de sus hermanas volcadas en las promociones residenciales. Ante el desplome de la venta de pisos, aumentó exponencialmente la competencia, con bajas temerarias en las ofertas, para acceder a los contratos públicos de infraestructuras y edificación civil. A las constructoras no les asusta esta mayor rivalidad en las licitaciones oficiales, lo que realmente les angustia es que prevén un brutal descenso de la inversión pública a partir de 2011 por los recortes del Gobierno central si quiere reducir nuestro desmesurado déficit público y evitar que nos metan en el grupo de Grecia y Portugal. Alguno de estos constructores me ha confesado que 2010 ya lo tiene resuelto por la cartera de obra contratada, pero que a partir del próximo año ?intuimos un gran agujero negro?. En delicada situación también se encuentra el campo castellano y leónes, aún de gran peso en nuestra economía, que es incapaz de cuadrar las cuentas de sus explotaciones agropecuarias por el constante alza del coste de sus suministros y la caída del precio de su producción. Con esa reducción de márgenes, el abandono de la actividad agraria parece garantizado. En energías renovables, donde nuestra región es una potencia, la falta de una clara política energética por parte del Estado, los constantes anuncios para cambiar las reglas del juego y el futuro recorte de las primas pueden poner en riesgo la rentabilidad prevista en las inversiones en este sector, paralizar futuros proyectos y reducir la actividad de los fabricantes de aerogeneradores y placas solares, que tienen una gran presencia en Castilla y León. Otros que no pasarían de la triple B en una hipotética calificación de su solvencia son algunos ayuntamientos castellanos y leoneses, no se olviden que contamos con 2.248, con una tesorería marchita incapaz de hacer frente en plazo a los pagos. Ya hemos visto cómo en Andalucía algún consistorio incluso ha llegado a aprobar un expediente de regulación de empleo. No dudo que las Administraciones locales al final cumplan con sus compromisos, pero tal vez cuando quieran pagar a sus pequeños y medianos proveedores, éstos ya hayan cerrado las puertas por falta de liquidez. Conviene conocer estas burbujas por estallar para evitar un optimismo alelado, aunque como dice una vieja sentencia latina, no sepas más de lo necesario, para no caer en la parálisis. M Director Alberto Cagigas Directora Comercial Luisa Alcalde Coordinación Juana Daldea Víctor García Vanesa Gómez Diseño Gráfico Marta Higuera Jorge Fernández Corresponsales Ávila Antonio Mayoral Burgos César Presto León Nuria González Antonio Corcoba Palencia Alberto Abascal Salamanca Elena Cordero Segovia Fernando Aranguren Soria Saturio Ugarte Zamora Óscar Alonso Motor Santiago Garnica Fotografía Ana Rodríguez de la Vega Consejo Editorial Roberto Escudero, Francisco Ledesma, José Andrés Lorenzo, Juan Carlos de Margarida, Victoriano Martín, Olga Ogando, José del Ojo, José Ramón Perán, Carlos Sánchez-Reyes, Antonio de Santiago, José Miguel Useros Edita EDICIONES LA MESETA S.L. C/ Miguel de Unamuno, 96 47008 Valladolid Telf: 983 01 81 81 Fax: 983 01 81 82 redaccion@castillayleoneconomica.es Suscripciones Telf: 983 01 81 81 Web www.castillayleoneconomica.es Imprime Maas Depósito Legal VA-247-1996 ISSN 1136-3096 Nº 169 Junio 2010

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