Página 94 del número 166, de marzo de 2010
rsc2 17/2/10 94 95 17:49 Página 5 responsabilidad social corporativa Responsabilidad social para salir de la crisis í, ha leído bien: responsabilidad social para salir de la crisis. Y permítame que le exponga mi razonamiento de cómo la primera ayudará a olvidarnos de la segunda. No voy a hablar aquí de los excelentes ejemplos de responsabilidad social que están ejerciendo día a día empresas de nuestra comunidad autónoma. No voy a hablar de los que son más conocidos, pues se llevan a cabo por grandes empresas de nuestra región como Michelin (premiada por esta revista el año pasado), Grupo Norte, Grupo MRS o Collosa. Tampoco les hablaré de ejemplos menos conocidos desarrollados por pequeñas empresas como el caso de la palentina Dynamyca colaborando en Bolivia con el proyecto Hombres Nuevos. Ni siquiera me fijaré en esa enorme cantidad de empresas que, en estos momentos de crisis, están haciendo lo posible por mantener el empleo, poniendo en juego el patrimonio persoPrudencio Herrero nal para conseguirlo. Hoy me gustaría hablarle Director de la Fundación Execyl de la responsabilidad social de otros actores, que creo que deben arrimar el hombro en situación tan delicada. Los primeros a los que citaré son los bancos y cajas. Dentro de la incomodidad que les supongo, intentando salir bien retratados en una foto decisiva para conseguir la financiación internacional, ¿no habría margen para volver a activar la financiación, tan necesaria para las empresas? ¿No sería deseable que, además de financiar la deuda de nuestros gobiernos, se abra el grifo a nuestras empresas? ¿Tiene sentido que sigan teniendo impor tantes beneficios viendo desmoronarse el tejido productivo? Queridos gobiernos (perdóneme el lector, pero meteré en el mismo saco al nacional, autonómicos, provinciales y locales a sabiendas de que las responsabilidades de unos y otros son bien distintas), ¿no les parece que habría que aplicar esos criterios de responsabilidad a su propia actuación? Obser vo con disgusto la facilidad para detectar la paja en el S ojo ajeno y la ceguera o, peor aún, la falta de voluntad para resolver la viga en el propio. No tiene sentido un gasto de las administraciones desmesurado dedicado a asuntos estériles que sólo retrasan el problema. Ni tampoco lo tiene el pasar de largo sobre una reestructuración necesaria del cuerpo de funcionarios, muchos de los cuales están convirtiéndose en prestadores de ser vicios a la fuerza, por cier to, haciendo la competencia a las propias empresas. Por último, amigo lector, me dirijo a usted. Le deseo que, para cuando lea estas líneas, siga conser vando el puesto de trabajo. Si es el caso, creo que usted también tiene una responsabilidad social: mueva su dinero. Compre, gaste, invier ta en crear empleo. No le pido que actúe con locura, pero le prevengo de que el por si acaso nos acerca más al abismo, detiene el consumo y éste sopor ta buena par te de nuestra economía. Acto de generosidad La responsabilidad social es un acto de generosidad. Lo que ocurre es que la generosidad nunca es económicamente rentable para el que la aplica (de otra forma, uno podría sospechar que es egoísmo travestido). Por lo tanto, es una decisión irracional. Sé que es irracional que un banco o una caja (o una empresa) renuncie a par te de sus beneficios para destinarlos a otras cosas que no le ayuden a generar más negocio. Sé que es irracional pedirle a ?Creo que usted también tiene una responsabilidad social: mueva su dinero. Compre, gaste, invierta en crear empleo. No le pido que actúe con locura, pero le prevengo de que el ?por si acaso? nos acerca más al abismo? un político valentía para enfrentarse a colectivos que son semilleros de votos y tomar decisiones impopulares, aunque sean necesarias. Y sé que es irracional pedir que, con la de señales de incer tidumbre que nos rodean, uno mismo deje de ahorrar para un por si acaso. Pero nos hacen falta algunos actos de irracionalidad para salir de esta situación: la irracionalidad del emprendedor, la irracionalidad de la innovación, la irracionalidad del conseguir las cosas con esfuerzo. Lo debemos hacer por responsabilidad y los actores somos usted y yo. Nº 166 Marzo 2010