Página 3 del número 164, de enero de 2009
3 editorial 17/12/09 10:16 Página 1 Arribistas eléctricos asta ahora, del coche eléctrico sólo se ha hablado sobre las bondades de sus ventajas, que se presentan como la panacea para resolver los problemas de una industria sobredimensionada en la que la demanda es incapaz de absorber su capacidad productiva. Los vanílocuos y bizarros tarabillas de estos vehículos ecológicos obvian que estos automóviles no podrán salvar industrialmente ninguna planta porque su potencial mercado para toda Europa será de alrededor de 600.000 unidades en el plazo de un lustro, por lo que cada fábrica de coches eléctricos tendrá una producción de entre 30.000 y 60.000 unidades, unas cifras muy alejadas del casi medio millón de unidades que se llegó a producir en Valladolid y Palencia. Alberto Cagigas Es decir, los modelos eléctricos serán un complemento fabril, pero acagigas@castillayleoneconomica.es nunca sustituirán en términos de empleo y producción las magnitudes de una planta de coches tradicionales. Además, suponen un serio riesgo para la industria auxiliar, pues estos turismos verdes tienen cerca de un millar de piezas menos que los de combustión, así que estos proveedores deberán enfrentarse a un reto sin precedentes al verse reducida su cartera de pedidos. Desde luego que no rechazo la progresiva implantación de los coches ecológicos, pero me opongo a la pigricia mental y a que los profetas de esta nueva industria nos tomen por sandios. El coche eléctrico tiene aún ante sí numerosos retos que resolver para dinamizar su demanda, como su escasa autonomía -que sólo es de alrededor de 160 kilómetros-; el tiempo de recarga de la batería -entre seis y ocho horas-; la inexistencia de una infraestructura de recarga en espacios públicos; y su alto precio pese a las subvenciones del Gobierno central con el Plan Movele. Pero donde hay desafíos, abundan las oportunidades y ahí es donde Castilla y León debería jugar un papel primordial para no quedarnos como simples ensambladores de piezas. Nuestra comunidad autónoma ha sido pionera en España en organizar en Valladolid un certamen sobre esta industria, denominado Salón del Vehículo y Combustible Alternativos, que fue un rotundo éxito al contar con la presencia de más de medio centenar de expositores. Además, la Junta prepara un plan industrial para el coche eléctrico en una iniciativa precursora, en la que quiere implicar a fabricantes, industria auxiliar, universidades y centros tecnológicos, según adelantó recientemente Tomás Villanueva, consejero de Economía y Empleo. Ése es el camino a seguir; ponernos al volante de un negocio emergente para no conformarnos con seguir la ruta trazada por otros. Sobre el coche con motores de combustión, que a finales del siglo XIX coexistía junto a los propulsados por máquina de vapor y a los eléctricos -ya ven, lo eléctrico nos suena a novedoso y sin embargo ya estaba presente en los orígenes de la industria automovilística- se ciernen varias amenazas, que reducirán progresivamente su presencia en las carreteras, como el aumento del precio del petróleo por la cada vez mayor escasez de reservas ante el desarrollo de países como China, la India o Brasil; la aparición del efecto invernadero por la contaminación producida por, entre otros, los motores tradicionales; la inestabilidad geopolítica de las zonas con bolsas de petróleo; y la estrategia de los gobiernos, que se quieren presentar con un barniz ecologista ante la opinión pública, mediante la aprobación de medidas y, sobre todo, ayudas para fomentar las energías limpias. Sólo si nos posicionamos a la vanguardia de la industria de vehículos eléctricos con innovaciones y desarrollos tecnológicos podremos sacar partido de un sector todavía muy verde y cuyos futuros guarismos de producción y empleo están muy lejos de poder sustituir a los de los coches tradicionales. Pero es que si no somos pioneros en estos coches ecológicos, corremos el serio riesgo de desaparecer del mapa mundial de la industria automovilística en menos tiempo del que pensamos. Mientras tanto, que los arribistas augures del automóvil eléctrico no nos traten como botarates con las excelencias de una industria aún en paños menores. H Director Alberto Cagigas Directora Comercial Luisa Alcalde Coordinación Juana Daldea Víctor García Vanesa Gómez Diseño Gráfico Marta Higuera Jorge Fernández Corresponsales Ávila Antonio Mayoral Burgos César Presto León Nuria González Antonio Corcoba Palencia Alberto Abascal Salamanca Elena Cordero Segovia Fernando Aranguren Soria Saturio Ugarte Zamora Óscar Alonso Motor Santiago Garnica Fotografía Ana Rodríguez de la Vega Consejo Editorial Roberto Escudero, Francisco Ledesma, José Andrés Lorenzo, Juan Carlos de Margarida, Victoriano Martín, Olga Ogando, José del Ojo, José Ramón Perán, Carlos Sánchez-Reyes, Antonio de Santiago, José Miguel Useros Edita EDICIONES LA MESETA S.L. C/ Miguel de Unamuno, 96 47008 Valladolid Telf: 983 01 81 81 Fax: 983 01 81 82 redaccion@castillayleoneconomica.es Suscripciones Telf: 983 01 81 81 Web www.castillayleoneconomica.es Imprime Maas Depósito Legal VA-247-1996 ISSN 1136-3096 Nº 164 Enero 2010
