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Página 15 del número 159, de agosto de 2009

pag15 3/7/09 11:11 Página 1 Sin colorantes ni conservantes Yemas de Santa Teresa incrementa su gama de productos alimentarios basados en recetas tradicionales y elaboradas con ingredientes naturales a historia de la empresa Yemas de Santa Teresa se remonta a una confitería ar tesanal denominada La Dulce Avilesa fundada en la segunda mitad del siglo XIX en Ávila, que en 1860 elaboró en su obrador las primeras yemas -cuya marca Yemas de Santa Teresa se registró en 1920- y se convir tió con el paso de los años en los establecimientos que hoy se conocen como La Flor de Castilla. Durante más de 130 años esta compañía se dedicó únicamente a la fabricación de este delicado dulce para su comercialización en el mercado local, hasta que en 1989 se produjo un cambio en la gerencia que modificó su estrategia empresarial. En 1994 se inició la producción y venta a nivel nacional de productos sin conser vantes ni aditivos. En esta evolución jugaron un papel fundamental los desarrollos del Depar tamento de I+D+i para lograr alargar la caducidad de estos productos naturales, una característica que se ha conver tido en el distintivo de la empresa, que cuenta con tres centros de producción en la capital abulense. La compañía destina a I+D+i cerca del 2% de sus ventas, que alcanzaron los ocho millones de euros en 2008, con una plantilla de 75 trabajadores, que superan los 130 en Navidad para la elaboración de huevo hilado. El desarrollo más reciente de Yemas de Santa Teresa son las quiches, tartas saladas rellenas, con las variedades de bacon y ques; tres quesos y cebolla; e integral de espinacas, piñones y pasas. Este producto se elaboraba de manera ar tesanal en los establecimientos de la firma, pero tras la aper tura en 2006 de su primer centro gastronómico en Aravaca (Madrid), sus responsables obser varon que había una fuer te demanda de este producto y tras un proceso de investigación, consiguieron alargar su caducidad a 45 días sin la utilización de conser vantes. Julián Gil Navarro, director general de Yemas de Santa Teresa, destaca que la filosofía de la compañía se centra en utilizar productos naturales sin conser vantes ni aditivos ar tificiales, rescatar recetas tradicionales e innovar en el envasado para prolongar su vida. En la gama clásica de esta empresa abulense sobresalen las yemas y su variedad viajera, envasada en atmósfera protectora que permite L su conser vación hasta 60 días y deslocalizar su venta de la zona de producción; membrillo, que es apto para celiacos y se elabora sólo con esta fruta y azúcar; y huevo hilado. Además, la yema viajera posee la marca de garantía de calidad Tierra de Sabor de la Junta. Colaboración con Berasategui Yemas de Santa Teresa lanzó al mercado en el año 2000 su línea de salsas frías con una receta del prestigioso cocinero vasco Mar tín Berasategui. La primera de ellas fue la mayonesa elaborada con un 55% de aceite de oliva virgen extra -por el que obtuvo el pasado mes de mayo el Premio 2009 Expoliva al mejor producto elaborado con esta materia prima- y a continuación se comercializó el resto de la gama: mayonesa sabor suave, ali-oli y salsa rosa. La colaboración con este chef continuó con el lanzamiento de las salsas calientes de bechamel y tomate a la albahaca. En cuanto a los platos preparados, la firma produce y comercializa una variada gama de productos, como pasteles de pescado de cabracho, centollo y merluza con espárragos, gazpacho de tomate raf y puré de patatas. Yemas de Santa Teresa destina a I+D+i cerca del 2% de sus ventas, que alcanzaron los ocho millones de euros en 2008. Nº Agosto 159 2009

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