Página 44 del número 157, de junio de 2009
pag44 21/5/09 44 45 17:02 Página 1 negocios con apellido Por un modelo regional de empresa familiar as empresas familiares sopor tan la crisis actual de una manera diferente. Su compromiso con las personas, con la región, su apuesta por el largo plazo, su capacidad de sacrificio, su agilidad para adaptarse a los cambios y la vinculación del patrimonio de las familias propietarias a los proyectos empresariales provocan que la continuidad de la actividad y, lo que es más impor tante, la de los puestos de trabajo, goce de una mayor sostenibilidad que en otros casos. Pero la empresa familiar, en primer lugar, es empresa; y como tal, sufre las consecuencias de una crisis económica que se alarga más de lo deseable sin que hasta ahora se hayan asumido medidas estructurales para su término. Es bien cier to que la mayoría de las decisiones que necesita la empresa dependen de la competencia estatal, pero no es menos cier to que otras dependen de la iniciativa y valentía de nuestro Gobierno regional. L 68 medidas Eduardo Estévez Gudino Director de Empresa Familiar de Castilla y León En febrero de 2008, esta asociación presentó y propuso 68 medidas, de las cuales 24 han tenido eco en la sensibilidad del Ejecutivo regional. En noviembre de ese mismo año y, especialmente en febrero de 2009, dada la gravedad de la situación y las acuciantes urgencias de la mayoría de las empresas familiares, se realizó un trabajo de propuestas y prioritarias, algunas de las cuales han sido tenidas en cuenta facilitando así su actividad. Pero, reconociendo esto ¿resulta suficiente?. Si lo que pensamos es en el futuro de la región, en la sostenibilidad de Castilla y León, no podemos argumentar que lo sea. Nuestra comunidad autónoma requiere un modelo económico basado en la economía real, la cual depende en una gran par te de todas las empresas familiares de la región. La empresa familiar desea conver tirse en un actor visible, activo y principal de la economía regional, sin ninguna moneda de cambio (subvención) más que recibir un marco que le facilite su actividad y proyectos en marcha (alguno de ellos centenarios). Mayor productividad La empresa familiar en nuestra región ha demostrado que ha venido haciendo sus deberes. Por un lado, desde el punto de vista de la gestión es evidente que estas compañías han sabido conver tir sus proyectos en realidades rentables; por otro, también han dedicado tiempo -y lo siguen haciendo- a la formación para que estos proyectos continúen de generación en generación. Estos argumentos, junto a lo que supone el conjunto de la empresa familiar para la región en términos de PIB (75%) y de empleo privado (80%), parecen legitimar sin ninguna duda la apuesta decidida por un modelo económico basado en la actividad de la empresa familiar. Entre otras cuestiones, porque son empresas con propietarios con rostro y apellidos que toman sus decisiones aquí, que invier ten aquí, que pagan sus impuestos aquí, que generan puestos de trabajo aquí, que se quedan aquí, en Castilla y León. Y las bases de este modelo han de girar en torno a la consecución de una mayor productividad, que no tiene por qué ser inventado, pero sí debe ser revisado. Necesitamos medidas que ayuden a las empresas y su entorno a trabajar mejor y obtener un mayor retorno y valor añadido a su esfuerzo. Y al decir entorno, me refiero a todas las entidades que, de un modo u otro, tienen relación con las empresas: necesitamos una Administración regional (no sólo políticos, sino también funcionarios) ser vicial y eficiente, una universidad cercana que ofrezca juventud empleable, un poder judicial que sepa interpretar la figura del empresario, unas entidades financieras responsables con su territorio y unos sindicatos imaginativos y sensibles. Con todo ello, Castilla y León lo tendrá un poquito más sencillo. Nº Junio 157 2009