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Página 3 del número 146, de julio de 2008

pg3 19/6/08 11:51 Página 1 OPINION ¿Y cómo denominamos a la actual coyuntura económica? os debates semánticos nos distraen de la realidad al perder más tiempo en cómo calificar la actual coyuntura económica que en poner medidas. A lo largo de los últimos días hemos podido leer que nos encontramos ante una desaceleración, recesión, crisis, aceleración de la desaceleración (Solbes dixit), aterrizaje suave (a estas alturas no cuela), estanflación (crecimiento débil e inflación por las nubes) e incluso crash (según Financial Times). ¿Quo vadis, economía? En el período previo a las vacaciones estivales en el que nos Alberto Cagigas encontramos, se incrementa de forma exponencial el número de acagigas@castillayleoneconomica.es actos públicos relacionados con el mundo empresarial y económico, de forma que a lo largo de las últimas semanas he podido escuchar análisis de todos los colores. Desde los moderadamente optimistas hasta los más catastrofistas pasando por los que te cuentan todo lo que ha ocurrido desde la época de la caída del Imperio Romano, pero no se atreven ni a hacer un pronóstico para las próximas 24 horas. A mi entender, los estudios más acertados realizan el siguiente diagnóstico (por favor, apriétense los cinturones de seguridad para evitar caídas durante la lectura): el desplome de la construcción residencial llevará a que su peso sobre el PIB español pase del 9,2% al 6,7%; el PIB de nuestro país caerá del 3,8% en 2007 al 1,3% en 2008 y al 1% en 2009; la construcción destruirá 400.000 empleos directos de los que apenas 100.000 serán absorbidos por el aumento de la obra pública; la producción industrial se estancará por la debilidad del consumo doméstico afectado por la subida de los tipos de interés, el fuerte alza de los precios de los alimentos, la menor disponibilidad de crédito a particulares, el aumento del paro y la pérdida de confianza de los consumidores (veánse las matriculaciones de automóviles); la tasa de paro aumentará hasta cerca del 11,5%; la inflación seguirá afiebrada; la morosidad se duplicará (ahora mismo muchos empresarios están más pendientes de garantizarse el cobro de sus productos y servicios que de aumentar su cartera de clientes y las entidades financieras realizan dotaciones voluntarias para cubrir los posibles impagos); el Gobierno español cada vez tendrá menos margen de maniobra para reanimar la economía al aumentarse el gasto público (según Solbes, la Administración central se despide al menos hasta 2011 del superávit público que atesora desde 2005); y los ayuntamientos y comunidades autónomas verán deteriorados sus presupuestos por la caída de ingresos vía tasas e impuestos. Como no vivimos en una burbuja, Castilla y León se verá afectada por este escenario, que ha provocado que el Gobierno regional corrija a la baja las previsiones de crecimiento del 3,2% al 2,1% en 2008. La caída es evidente pues el PIB regional ha pasado del 4% en el primer trimestre de 2007 al 2,6% en el mismo período de 2008, a la vez que la tasa de desempleo ha aumentado del 7,4% al 8,2% en ese plazo. Para no alarmarles demasiado, podemos citar algunas de las fortalezas de nuestra economía, como su mayor internacionalización, la solidez del ahora rácano sistema financiero, la mayor rentabilidad del sector agrícola por el alza de precios de las materias primas o el estar menos expuestos al desplome inmobiliario que la costa. Como ya saben, tanto el Gobierno Zapatero como el de Herrera aprobaron planes de choque para reactivar la economía, pero los expertos se muestran escépticos sobre el alcance de estas medidas. Por eso, los empresarios piden más valentía para meter el bisturí en la maltrecha economía y aplicar reformas estructurales encaminadas a rebajar la presión fiscal, flexibilizar el mercado laboral, agilizar la burocracia, optimizar el gasto público, liberalizar más sectores o acelerar la inversión pública. Volvamos al principio. ¿Cómo denominamos a la actual coyuntura? Hasta ahora, la descripción más acertada se la he oído a un ejecutivo español del banco suizo UBS -ellos sí saben lo que es pasarlo mal, porque la crisis de las hipotecas basura se llevó por delante a su presidente-: aterrizaje brusco en medio de la tormenta perfecta. Y ya saben, en esos casos es mejor llevar puesto el salvavidas. L Director Alberto Cagigas Directora Comercial Luisa Alcalde Departamento Comercial Juana Daldea Víctor García Diseño Gráfico Marta Higuera Corresponsales Ávila Antonio Mayoral Burgos César Presto León Nuria González Palencia Alberto Abascal Salamanca Elena Cordero Segovia Fernando Aranguren Soria Saturio Ugarte Zamora Óscar Alonso Motor Santiago Garnica Fotografía Ana Rodríguez de la Vega Consejo Editorial Roberto Escudero, Francisco Ledesma, José Andrés Lorenzo, Juan Carlos de Margarida, Victoriano Martín, Olga Ogando, José del Ojo, José Ramón Perán, Carlos Sánchez-Reyes, Antonio de Santiago, José Miguel Useros Edita EDICIONES LA MESETA S.L. C/ Miguel de Unamuno, 96 47008 Valladolid Telf: 983 01 81 81 Fax: 983 01 81 82 redaccion@castillayleoneconomica.es Suscripciones Telf: 983 01 81 81 Web www.castillayleoneconomica.es Imprime PrinterMan Depósito Legal VA-247-1996 ISSN 1136-3096 Nº 146 Julio 2008 OPINION

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