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Página 3 del número 138, de noviembre de 2007

editorial 22/10/07 13:25 Página 1 OPINION Madrid astilla y León tiene planes estratégicos para la internacionalización de sus empresas, para impulsar la I+D+i, para crear una red de infraestructuras logísticas, para evitar la despoblación o para desarrollar la industria del idioma, entre otros, que marcan la política a seguir durante los próximos años. Sin embargo, falta uno en especial, que podríamos llamar el Plan Estratégico del Oso y el Madroño 20082011, cuyo fin no es garantizar la supervivencia del plantígrado y del arbusto, sino cómo establecer los mecanismos para beneficiarnos al máximo del crecimiento de la capital de España mediante colaboraciones con sus instituciones y empresas. Todos los expertos coinciden en señalar que Madrid es la locomotora de la economía nacional. ¿Y a qué velocidad va ese tren? Veamos algunos datos: en 2005 su PIB creció el 4,3%, ocho décimas más que la media española, y en 2006 Alberto Cagigas aumentó el 4,55%, siete décimas por encima del resto de España; en el pasado acagigas@castillayleoneconomica.es ejercicio batió su récord de creación de empresas al constituirse 27.500 sociedades; en 2006 volvió a ser la región que captó más inversión extranjera con una entrada de capital de 4.116 millones de euros, lo que representa el 43% del total nacional y un crecimiento del 9% sobre 2005; y su población aumenta cada año un 30% por encima de las demás comunidades autónomas. ¿Y tiene recorrido para mantenerse en esas tasas? Pues sí, porque las estimaciones apuntan a que cerrará 2007 con un crecimiento del 4% en su PIB, tres décimas por encima de la media española, al poseer un modelo equilibrado, donde comercio, transporte, comunicaciones y servicios marcan la pauta. Aunque nos parezca increíble, la construcción tiene un peso menor en la capital de España que en la media española, por lo que la recesión de este sector influirá menos en su salud económica. Quien piense que los madrileños viven de las rentas por ser la capital de reino y acaparar cuantiosas inversiones públicas, está equivocado porque basa su despegue en la competitividad, como lo demuestra que tienen el mayor gasto en I+D, con el 1,82% de su PIB, casi el doble de la media española. Hoy en día, Madrid se acerca a velocidad de crucero al objetivo de ser la región que más aporta al conjunto de la economía nacional pues ya se encuentra a un sólo punto de Cataluña (17,7% frente al 18,7%) y, de mantenerse el crecimiento de la población, también en el plazo de una década el número de madrileños superará al de catalanes. Sinceramente, creo que esas previsiones se cumplirán porque Cataluña se ha metido en una encerrona con su nacionalismo excluyente, cuyo ejemplo más sangrante es la discriminación lingüística que sufre su población castellanohablante. Medidas como ésa espantan a numerosos profesionales y empresarios a quienes, de otra manera, no les importaría desarrollar su carrera a orillas del Mediterráneo. Por no hablar de las multinacionales: a ver qué gran compañía convence a un ejecutivo para que se traslade con su familia a una parte de España donde no se comunican en español, sino en catalán, que como todos sabemos es una lengua hablada en todo el mundo y que te abre las puertas de los mercados internacionales. No me extraña que los madrileños se froten las manos cada vez que sale un gobierno tripartito en Cataluña. Estamos junto al epicentro de la economía española y tenemos que ser capaces de aprovecharnos de su honda expansiva, pero no sólo del turismo, sino también del resto de actividades, como servicios, transporte, tecnologías de la información y otros negocios cuya ubicación no sea determinante. Madrid está rodeada por dos vastas regiones con unos indicadores socioeconómicos muy similares: Castilla y León y Castilla-La Mancha, pero nosotros contamos con la ventaja de la afinidad política ya que el PP gobierna en esta tierra y en la vecina comunidad, mientras que los socialistas mandan en los pagos manchegos. Además, si vemos los resultados electorales de los últimos años, parece que esa situación permanecerá igual durante mucho tiempo porque tanto el PP obtiene mayorías holgadas en Madrid y Castilla y León como el PSOE en Castilla-La Mancha. Y eso juega a nuestro favor. Todas las empresas castellanas y leonesas que han alcanzado una determinada dimensión cuentan con una delegación en Madrid porque saben que su crecimiento pasa por abordar ese mercado. Nuestros gobernantes deben de hacer lo mismo, tienen que ser capaces de captar proyectos, inversiones y empresas de la capital de España. ¿Para cuándo un encuentro bilateral entre ambas regiones con una agenda centrada en la economía? El próximo mes, por fin, llega el Tren de Alta Velocidad que comunica nuestra tierra con Madrid. Aprovechemos este hito para diseñar un ambicioso plan estratégico que no se conforme con obtener beneficios del veloz trenecito, sino que apueste por subirse a la locomotora de Madrid. Ésa sí que va rápida. C Director Alberto Cagigas Directora Comercial Luisa Alcalde Departamento Comercial Juana Daldea Víctor García Diseño Gráfico Marta Higuera Corresponsales Ávila Antonio Mayoral Burgos César Presto León Nuria González Palencia Alberto Abascal Salamanca Elena Cordero Segovia Fernando Aranguren Soria Saturio Ugarte Zamora Óscar Alonso Motor Santiago Garnica Fotografía Ana Rodríguez de la Vega Consejo Editorial Roberto Escudero, Francisco Ledesma, José Andrés Lorenzo, Juan Carlos de Margarida, Victoriano Martín, Olga Ogando, José del Ojo, José Ramón Perán, Carlos Sánchez-Reyes, Antonio de Santiago, José Miguel Useros Edita EDICIONES LA MESETA S.L. C/ Miguel de Unamuno, 96 47008 Valladolid Telf: 983 01 81 81 Fax: 983 01 81 82 redaccion@castillayleoneconomica.es Suscripciones Telf: 983 01 81 81 Web www.castillayleoneconomica.es Imprime PrinterMan Depósito Legal VA-247-1996 ISSN 1136-3096 Nº 138 Noviembre 2007 OPINION

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