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Página 58 del número 120, de mayo de 2006

pg.58 19/4/06 58 59 11:15 Página 1 opinión La fragilidad del sector agropecuario Ricardo Martín - Presidente de Urcacyl n los últimos meses, hemos asistido a varios acontecimientos que han puesto de manifiesto la fragilidad de nuestro sistema agropecuario: la reforma de la OCM de la remolacha, que facilitará la desaparición de miles de explotaciones; las protestas por el encarecimiento de los precios de los carburantes; las nuevas perspectivas financieras de la Unión Europea para el período 2007-2013, que debilitarán el sistema de ayudas de la PAC; y la conferencia ministerial de la OCM en Hong-Kong, que propicia la total liberalización de los intercambios comerciales y la desaparición de las ayudas comunitarias a las exportaciones de la UE a partir de 2013. La brutal reconversión que está sufriendo el campo va a traer consigo el que sólo puedan permanecer las explotaciones que sean más competitivas, que estén más dimensionadas, aquéllas cuyos titulares sean más profesionales. El resto va a tener difícil su mantenimiento. E Calidad y seguridad Es paradójico que en Hong-Kong no se haya hablado de calidad de las producciones, de seguridad alimentaria, de respeto al medio ambiente ni de bienestar animal, cuestiones que en Europa cobran cada vez mayor importancia. Hay muchos países que producen más barato, pero no contemplan estos parámetros, que generan confianza y tranquilidad en el consumidor. Eso tiene un precio y hay que pagárselo al productor. La sociedad, los medios de comu- nicación y la opinión pública deben saber dónde estamos, qué hacemos y para qué servimos. Habrá que propiciar el desarrollo económico de los países más pobres, pero de su pobreza no se puede responsabilizar a la UE, que les genera más importaciones y les distribuye más ayudas que el resto de países desarrollados juntos. Nosotros hemos de velar también por nuestro propio futuro. De la defensa de los intereses del campo castellano y leonés dependerá la supervivencia de un sector vital para fijar la población en las zonas rurales y que además tiene un protagonismo determinante en la economía de nuestra región. Como ejemplo de estas aseveraciones, la Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (Urcacyl) representa a casi 220 empresas asociativas, con más de 50.000 socios y un volumen de negocio superior a los 1.200 millones de euros. Estas cooperativas tienen presencia en todos los sectores agroalimentarios y nunca protagonizan fenómenos de deslocalización al estar comprometidas con su tierra. Además, durante los últimos años han ejecutado una estrategia basada en la modernización de sus instalaciones, la profesionalización de sus equipos directivos, la capitalización de sus fondos y la mejora de la comercialización de sus productos. Colaboración No podemos permanecer pasivos ante estas perspectivas, que afectan a los socios de las cooperativas y reducen significativamente la comercialización y el trabajo realizados por estas empresas agrarias. Hemos de estrechar los lazos de colaboración mediante fórmulas de integración y de colaboración entre cooperativas, hemos de iniciar nuevos servicios tendentes a reducir los costes de las explotaciones y evitar el descenso de nuestra actividad económica, tales como la utilización de maquinaria en común, la realización de labores en tierras cuyos titulares no tienen sucesores o la creación de bancos de tierras. Además, tenemos que hacer de la globalización de la economía y de la internacionalización nuestra estrategia de futuro. Necesitamos llegar a los mercados en las mejores condiciones competitivas. Para ello debemos dimensionar nuestras cooperativas, diversificar nuestras actividades y hacer planteamientos innovadores que nos posibiliten un mejor desarrollo empresarial, para llegar al consumidor final con unos productos diferenciados y de calidad. Nº 120 Mayo 2006

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