Página 22 del número 120, de mayo de 2006
pg.14-26 22 23 19/4/06 11:05 Página 6 entrevista T P: De las 3.000 mayores empresas de Castilla y León, el 44% se ubica en Valladolid y Burgos. ¿Cree que se puede corregir esa concentración empresarial? T R: En todos los territorios y en todos los tiempos la concentración empresarial ha sido un resultado lógico de la libre actuación de las fuerzas económicas, que situaban su lugar de implantación allí donde encontraban mayores ventajas comparativas. Esto, como digo, ha sido siempre así en Castilla y León, en España, en Europa y en todo el mundo. Posteriormente, en algunos casos, estos focos de concentración se fueron extendiendo a las tierras próximas y, en otros casos, la actuación de los poderes públicos alentó esta desconcentración. Castilla y León no ha sido ni es una excepción y creo que, poco a poco, estamos consiguiendo que nuestra comunidad autónoma construya un tejido empresarial extendido a lo largo de todo su territorio. Política económica T P: Como usted sabe, la revista CASTILLA Y LEÓN ECONÓMICA publica un sondeo empresarial desde hace seis años. En el último, que data de enero de 2006, los directivos califican con la máxima puntuación de este período la gestión del Gobierno regional. ¿Le sorprende la aceptación de su política entre los empresarios? T R: Me llena de satisfacción. El diálogo permanente con los agentes económicos, la paz social y el apoyo firme a personas y proyectos emprendedores ?Desde 1988, las exportaciones de nuestras empresas se han multiplicado por ocho? T P: Los datos de las exportaciones de 2005 son preocupantes por su caída en un 2,25%, pese al esfuerzo realizado por el Plan de Internacionalización. T R: Evidentemente, nuestra economía no puede sustraerse de los condicionantes que hoy sufre el conjunto de la economía nacional y éste, por desgracia, es uno de ellos. No obstante, si miramos más allá de los datos concretos de un solo ejercicio, podemos comprobar cómo el grado de apertura de nuestra economía a los mercados internacionales ha venido creciendo a lo largo de los últimos años a unas medias superiores a las españolas. Baste decir que, desde 1988, las exportaciones de nuestras empresas se han multiplicado por ocho. T P: ¿Cree que el Plan de Internacionalización cumplirá con el objetivo de tener 3.000 empresas exportadoras en Castilla y León? T R: Espero que sí. De hecho en 2005, al traspasar el ecuador de esta Legislatura, hemos conseguido superar el número de 2.000 empresas exportadoras. ?Estamos consiguiendo que nuestra comunidad autónoma construya un tejido empresarial extendido a lo largo de todo su territorio? han venido siendo claras líneas rectoras de nuestras políticas socioeconómicas que, por lo que parece, han calado en nuestro sector empresarial. T P: En esta legislatura se ha apoyado especialmente a la empresa familiar, tanto con líneas de ayudas como con beneficios fiscales. ¿Piensa mantener esa política? T R: La empresa familiar representa un sector muy importante de nuestra economía. La facturación de este grupo de empresas equivale al 17 % del PIB de la comunidad autónoma y emplea al 10 % de la población ocupada. Además, la Empresa Familiar de Castilla y León representa la ilusión de un compromiso firme, sólido en el tiempo y muy interiorizado con nuestra tierra, en el que los proyectos empresariales no son sólo cifras y beneficios, sino, también, sentimiento de pertenencia a la realidad de Castilla y León. Muchas veces he dicho que son ?empresarios con rostro?, ?empresarios con nombre y apellidos?. Empresarios perfectamente integrados en el entorno humano, social y vital en el que desarrollan su actividad. Empresarios comprometidos con el empleo, con la innovación, con la calidad, con el desarrollo presente y futuro de la comunidad autónoma. Todo ello explica que nuestro apoyo siga siendo firme y con medidas concretas. En este sentido, quiero destacar la labor que viene desarrollando la Agencia de Inversiones y Servicios en lo que debe ser el trabajo de apoyo y colaboración con las empresas, apoyo que pasa tanto por facilitar fórmulas de financiación adecuadas como por contribuir al buen funcionamiento y a la garantía de continuidad de las empresas. En este sentido y en lo que se refiere a las empresas familiares, debo señalar la línea específica de ayudas que, desde hace varios años, viene incentivando la continuidad y sucesión de las empresas familiares a través de la elaboración de un protocolo familiar. Al mismo tiempo, el Gobierno regional ha desarrollado una política de discriminación fiscal positiva a favor de la empresa familiar, que ha convertido a la comunidad autónoma en un referente nacional en este ámbito, como así lo reconoce el propio Instituto de la Empresa Familiar. Nº 120 Mayo 2006
