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Página 8 del número 119, de abril de 2006

EN PORTADA tigación, inaugurado en 2004, que centraliza toda la actividad del grupo en este área en Mollet del Vallés (Barcelona) y en el que trabajan 400 personas, en su mayor parte ingenieros; dos plantas productivas en Rubí (Barcelona); dos más en Sant-Guim (Lleida); y un pequeño almacén regulador en Nalda (La Rioja). En el ámbito internacional, la compañía está presente en Portugal (con dos fábricas y un centro técnico); Francia; Italia; Alemania; Reino Unido; Polonia; con una fábrica de reciente construcción; Rumanía, a través de una joint venture con una empresa local para la fabricación de piezas para el Dacia Logan; Eslovenia; y Turquía. En Asia está cerca de los principales mercados de la automoción, al tener presencia en Japón, Corea del Sur, China e India. Por último, en América posee instalaciones en Detroit (EE UU), México, Brasil y Argentina. LÍNEAS DE PRODUCTO La actividad del grupo se divide en varias líneas de producto, como son sistemas de retrovisión; sistemas de mando y control; unidad de negocio de plásticos y sistemas eléctricos; sistemas de antenas; componentes para vehículos comerciales e industriales; y sistemas de seguridad y cierres. ¿Por qué lo denominan sistemas de retrovisión en vez de retrovisores? Así lo explican en la citada compañía: ?en Ficosa comenzamos fabricando cables, después lavaparabrisas, pero la evolución del sector ha derivado en que la responsabilidad en materia de I+D recaiga en proveedores como Ficosa, y nuestra compañía se responsabiliza de la I+D aplicada a sus productos. En la década de los 90 cambiamos el chip y dejamos de fabricar productos para centrarnos en la función que realiza el producto, con un plus de innovación. En el caso de los retrovisores, por ejemplo, no sólo fabricamos el producto como tal, sino que lo interpretamos como un sistema de ayuda a la conducción, y por eso hemos incluido un detector digital de ángulo muerto que evita accidentes laterales. Lo mismo ocurre con los cables mecánicos, que tienden a desaparecer y entonces innovamos para fabricar el sistema completo del freno de mano o la palanca de cambio?. En el pasado año, Ficosa recibió dos Premios Príncipe Felipe a la internacionalización y a la competitividad en la gran empresa. 8 De pequeño taller a multinacional La trayectoria de la multinacional se divide en cuatro etapas. La primera de ellas se inicia en 1949, cuando José María Pujol contaba 15 años y su padre le ayudó a montar su primer taller de piezas para la automoción en un área industrial de Barcelona junto a José María Tarragó, en el que trabajaban tres personas, dedicado a la fabricación de cables para el mercado del recambio. La empresa se llamó Pujol y Tarragó, hasta que en 1986 pasó a denominarse Ficosa y en 1987 se le añadió el término International. En un principio, la idea del negocio era abastecer las necesidades de la capital catalana, si bien posteriormente dio el salto a la conquista del territorio nacional con la apertura de varias delegaciones comerciales para la venta de cables. En los años 50, se amplió la gama de productos para abastecer a los fabricantes de vehículos, como Seat, Renault y Citroën, que desembarcaron en nuestro país. A principios de los años 70, Fábrica de Ficosa en Soria. la empresa dio el primer paso en el ámbito de la i n te r n a c i o n a l i z a c i ó n . ?Hace 34 años veía el mapa peninsular y me preguntaba ¿qué pasa con Portugal? Nos marcamos el objetivo de establecernos allí y encontramos a un ingeniero luso, quien se enamoró de nuestro proyecto. En la actualidad, contamos con dos fábricas y un centro técnico en el país vecino y más de un millar de empleados?, apunta José María Pujol, presidente de la empresa. En esta primera etapa, que culminó en 1986, el objetivo era liderar el mercado español. En ese ejercicio la cifra de negocio se situó en 36 millones de euros. EXPANSIÓN A EUROPA Tras el desembarco en Portugal, la empresa inició un segundo período en el que se planteó la necesidad de la europeización, al vislumbrar la conveniencia de situarse próximos a los centros de decisión de sus clientes. El mercado español, con la entrada en la Comunidad Económica Europea, se abrió a sus competidores, pero haciendo bueno el dicho de que la mejor defensa es un buen ataque, los ejecutivos de Ficosa decidieron lanzarse a la conquista de Europa con la apertura de oficinas en Francia, Reino Unido, Alemania e Italia para conseguir proyectos europeos. En esta etapa, que se cierra en 1995 con una facturación de 196 millones de euros, de los que casi el 60% ya procedía de actividades fuera de España, el grupo experimentó un crecimiento espectacular. La tercera fase, entre 1995 y 2001, fue la de la mundialización y la estrategia pasaba por acceder al mercado global junto a los fabricantes, que abrieron plantas de producción en Asia y Mercosur y ?queríamos dar el salto para seguir ofreciendo un servicio global a nuestros clientes?, recuerda el presidente de Ficosa International. En 1995 inauguraron una instalación productiva en México y un centro técnico en Detroit. En 1997 se instalaron en Brasil y Argentina y un año más tarde en India. En 2000, la cifra de negocio se situó en 593 millones de euros. El último período da comienzo en 2001 con un hito importante: la compra de la división de retrovisores de Magnetti-Marelli, con la que Ficosa dio el salto a Turquía y Polonia, dos países sobre los que Pujol había advertido de su pujanza. Desde 2001 hasta la actualidad, el grupo se halla inmerso en una etapa de organización mundial y de consolidación de sus posiciones. Nº 119 Abril 2006

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