Página 3 del número 117, de febrero de 2006
OPINIÓN Director Alberto Cagigas Directora Comercial Luisa Alcalde Departamento Comercial Juana Daldea Víctor García Diseño Gráfico Marta Higuera Corresponsales Ávila Antonio Mayoral Burgos César Presto León Nuria González Palencia Alberto Abascal Salamanca Elena Cordero Segovia Fernando Aranguren Soria Saturio Ugarte Zamora Óscar Alonso Motor Santiago Garnica Fotografía Ana Rodríguez de la Vega Consejo Editorial Roberto Escudero, Francisco Ledesma, José Andrés Lorenzo, Juan Carlos de Margarida, Victoriano Martín, Olga Ogando, José del Ojo, José Ramón Perán, Carlos Sánchez-Reyes, Antonio de Santiago, José Miguel Useros Edita EDICIONES LA MESETA S.L. C/ Miguel de Unamuno, 96 47008 Valladolid Telf: 983 01 81 81 Fax: 983 01 81 82 Correo electrónico redaccion@castillayleoneconomica.es Suscripciones Telf: 983 01 81 81 Web www.castillayleoneconomica.es Imprime Gráficas Calima Depósito Legal VA-247-1996 ISSN 1136-3096 Consenso para el desarrollo económico hora viene la peor parte de ese viaje organizado por el touroperador Bruselas, denominado Convergencia con la Unión Europea. Después de viajar con un paquete todo incluido, llega el momento de seguir nuestro camino con una cantimplora y un bocata. Falta por saber si, después de tantas comodidades, nos podremos adaptar a las nuevas condiciones para continuar por la senda de la riqueza europea. En este trayecto, ya nos han dicho claro cuál va a ser nuestro escenario económico: Castilla y León perderá más de 4.300 millones de euros -millón arriba, millón abajo- en el período 2007-2013 respecto a los fondos que ha disfrutado entre 2000 y 2006, según el acuerdo alcanzado en la última Cumbre de Bruselas, donde se pactó el reparto de la tarta comunitaria para los próximos siete ejercicios. Es decir, el impacto anual será de unos 250 euros menos por castellano y leonés (¿a que así se entienden mejor las macrocifras?). Para evitar una hemorragia financiera en la regiones españolas más afectadas por los próximos presupuestos comunitarios -aparte de la nuestra, es el caso de Andalucía o la Comunidad Valenciana-, el Gobierno central estudia dar un vuelco a su plan de inversiones para primar a las comunidades autónomas perjudicadas por Bruselas, de forma que Cataluña y Madrid pasen a recibir los mismos fondos estatales que las regiones más pobres. Al menos, ésa es la intención del equipo de Solbes para buscar el reequilibrio territorial. Ahora hace falta saber si es capaz de sacar adelante su sensata propuesta con los compañeros de viaje que tiene, que pese a representar el grupo más reducido de la excursión, se quieren comer todo el pan con tomat y la butifarra y sólo dejar unas migajas a los demás. A Castilla y León, y nos lo acaba de recordar el INE, ha dejado de ser de ?forma natural? una región Objetivo 1 ya que su convergencia con la UE de los 25 alcanzó el 92,1% en 2004. Aunque el logro es importante, más vale no caer en la autocomplacencia, ya que nuestro PIB a precios corrientes del año 2000 aumentó un 12,7% en el período 2001-04, mientras que la economía española creció un 12,9%. Avanzamos por el buen camino, pero otras regiones españolas lo hacen más deprisa. Y en esta coyuntura económica, presupuestaria y política llega el Acuerdo para la Competitividad e Innovación Industrial de Castilla y León, firmado el pasado mes de diciembre, -vaya fecha, justo en la víspera de los Santos Inocentes-, entre los presidentes de la Junta, Cecale, UGT y CC OO. El documento recoge las propuestas de más de 270 expertos en el Foro de Competitividad Económica e Industrial, repartidos en grupos especializados a lo largo del último año. El acuerdo marca la hoja de ruta del desarrollo económico de Castilla y León durante los próximos siete ejercicios al recoger nueve ejes de actuación, que abarcan 40 líneas y 150 medidas. A modo de resumen, y para no aburrirles, esos nueve grandes apartados que fijarán el rumbo de nuestra prosperidad son: fomentar la creación de empresas; prestar apoyo financiero al tejido empresarial (a través de la Agencia de Inversiones y Servicios y Ade Financiación); promover infraestructuras como suelo industrial; potenciar servicios como formación e información e inculcar la cultura de la responsabilidad social corporativa; fomentar el anclaje de las empresas para evitar la deslocalización; desarrollar estrategias sectoriales para el crecimiento, diversificación y expansión de las empresas y crear Nº 117 Febrero 2006 Alberto Cagigas acagigas@castillayleoneconomica.es tres observatorios sectoriales (automoción, agroalimentación y energético) y uno genérico; diseñar medidas para zonas rurales; impulsar la I+D+i; e insistir en la internacionalización. Nada que objetar al documento alumbrado por tan nutrido grupo de especialistas y rubricado por el Gobierno regional, la patronal y los sindicatos mayoritarios; con la salvedad de que apenas hay objetivos marcados -como en el Plan de Internacionalización 2004-07, cuyo reto es terminar ese período con 3.000 empresas exportadoras- y la esperanza de que este acuerdo no derive en el cacareo en el que se ha convertido el reciente Pacto contra la Despoblación por las batallas dialécticas entre PP y PSOE. El estilo a seguir es el marcado por los presidentes Zapatero y Herrera en su reunión del pasado mes de enero en Madrid: colaboración entre las administraciones, aunque sean de distinto signo político, para mitigar el tijeretazo presupuestario de Bruselas a esta tierra. Nos jugamos mucho en esta agotadora excursión de siete años, en la que si no hay consenso, puede acabar como el periplo narrado por Joseph Conrad en El corazón de las tinieblas: ?el horror, el horror?. 3
