Página 64 del número 103, de diciembre de 2004
pg.64 18/11/04 16:33 Página 1 UN SECTOR PUJANTE Seguridad alimentaria también en las bodegas María Henar Pinilla Domingo Directora del Laboratorio Enológico Inzamac Asistencias Técnicas C ada vez son más los consumidores que están interesados en adquirir alimentos de calidad y salubres desde el punto de vista de la seguridad alimentaria. El interés del público en general alcanza también al sector vitivinícola, haciendo que bodegas y elaboradores de vino se vean instados a garantizar a clientes y consumidores la máxima calidad y salubridad de sus vinos. Esta presión por parte del consumidor final, reforzada por los medios de comunicación, unida a las obligaciones legales, son las razones principales que han de impulsar a cada bodega a implantar un sistema de autocontrol basado en la metodología del Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (APPCC). La Directiva 93/43/CEE y el Real Decreto 2207/95 por el que se establecen las normas de higiene relativas a los productos alimenticios, así como legislaciones más recientes, hacen referencia a la obligación de las empresas del sector alimentario, entre ellas las bodegas, a seguir un sistema eficaz y adecuado de control de acuerdo con los principios en que se basa el sistema APPCC. Esta metodología es requerida, no sólo desde el punto de vista legal, sino también por las normas de carácter voluntario como la ISO: 9001:2000, entre otras. ANÁLISIS DE PELIGROS El Sistema de Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos es una metodología de trabajo, una herramienta cuya implantación permite mantener bajo control nuestros procesos de elaboración y nuestros productos, estableciendo mecanismos que prevengan su contaminación o deterioro, allí donde la probabilidad o la gravedad de que ello suceda sean más elevados. Es decir, es un sistema de gestión que identifica, evalúa y controla riesgos y peligros potenciales para la seguridad alimentaria y especifica medidas para su control, buscando siempre como objetivo principal garantizar la calidad sanitaria del producto final y, por tanto, la máxima satisfacción del cliente y consumidor. 64 El conocimiento de los puntos críticos facilita el establecimiento de un sistema de vigilancia eficaz, basado en controles aplicados a las distintas etapas del proceso productivo, de la materia prima, de los productos intermedios y del producto final. Esto nos permitirá dar respuesta eficaz y rápida ante cualquier posible eventualidad, de forma que se puedan establecer medidas correctoras adecuadas, así como fijar medidas preventivas que nos permitan una mejora continua. Ya son muchas las bodegas que han implantado controles físico-químicos y microbiológicos en sus etapas productivas. Así, la materia prima es controlada no sólo desde el punto de vista organoléptico, sino también desde el higiénico-sanitario. De igual forma se realizan controles analíticos durante el proceso de fermentación del mosto, y de forma especial en el vino, como producto final que llega al consumidor. Pese a estos controles, en muchas bodegas aún no están enmarcadas en el sistema de APPCC, por lo que habrán de realizar un esfuerzo para actualizar sus dinámicas de trabajo y enfocarlas a la seguridad alimentaria y a la máxima satisfacción del cliente en este aspecto. En este esfuerzo cuentan si duda con la colaboración de las administraciones, las asociaciones del sector, los consejos reguladores de las denominaciones de origen y las consultorías y laboratorios privados. Nº 103 Diciembre 2004 Siro tendrá operativa en 2006 la nueva fábrica de Aguilar de Campoo El Grupo Siro invertirá más de 42 millones de euros en la construcción en Aguilar de Campoo (Palencia) de su nueva planta para la fabricación de galletas. El proyecto definitivo, más ambicioso que el inicial que contemplaba un presupuesto de 25 millones de euros, sustituirá a la actual fábrica y estará equipado con las últimas tecnologías. Con esta iniciativa, el grupo presidido por Juan Manuel González Serna continúa con su política de elaborar productos de alto valor añadido, innovadores y diferenciadores. Las instalaciones, cuyas obras se iniciarán en breve, estarán operativas en el tercer trimestre de 2006. Está previsto que la producción se traslade progresivamente, hasta que a mediados de 2007 se cierre la actual planta. El futuro Horno de Galletas de Aguilar está diseñado para fabricar 40.000 toneladas de producto al año. El proyecto definitivo contempla la construcción de cuatro secciones especializadas en la producción de una amplia gama de surtido, lo que permitirá al Grupo Siro aumentar su competitividad en los mercados. Las instalaciones ocuparán una parcela de 100.000 metros cuadrados fuera del casco urbano, lo que permitirá futuras ampliaciones y evitará a la población molestias relacionadas con el tráfico y los ruidos. DESARROLLO INDUSTRIAL Esta iniciativa se incluye en el compromiso de la compañía de apostar por el desarrollo industrial de la localidad palentina y de mantener la actividad de la antigua planta de Fontaneda y los 212 puestos de trabajo. ?El nuevo Horno de Galletas de Aguilar nos permitirá incrementar nuestra capacidad de crecimiento, superando la producción y mejorando la calidad de nuestros productos. Para llevar a cabo este proyecto industrial estamos realizando un esfuerzo inversor y humano muy importante y trabajamos para poder amortizarlo en el menor tiempo posible?, explica Juan Manuel González Serna, presidente el Grupo Siro.